Sopa de guisantes al estilo holand¨¦s

Holanda no se caracteriza por ser la fiesta de la gastronom¨ªa: quien conozca un poco la cultura neerlandesa sabr¨¢ que para comer lo normal es pasar con un s¨¢ndwich -preferiblemente de queso- y un vaso de karnemelk (suero de mantequilla). Bueno, quiz¨¢s esto es estereotipar demasiado, pero he visto con mis propios ojos a m¨¢s de uno y de dos meter una loncha de queso entre dos rebanadas de pan de molde y com¨¦rselo tan a gusto a la hora de la comida mientras yo, at¨®nita, calentaba mis lentejas caseras en el microondas.

La cocina tradicional del pa¨ªs de los tulipanes es simple, poco variada y algo aburrida: la comida se considera como algo funcional, como algo para nutrir y aportar energ¨ªa al cuerpo. Tambi¨¦n es verdad que, aunque los mismos holandeses reconocen la falta de alegr¨ªa culinaria nacional, les encanta comer bien y los ojos les hacen chiribitas cuando hablan de la gastronom¨ªa espa?ola y lo rica que est¨¢ la paella, el jam¨®n y el gazpacho.

Curiosamente, el origen de esta frugalidad reside en una profunda crisis econ¨®mica que vivi¨® el pa¨ªs en el siglo XIX, donde se puso mucho ¨¦nfasis en el ahorro, algo que afect¨® tambi¨¦n a la forma de cocinar. Antes de esta crisis, cuando el pa¨ªs era una potencia europea gracias al comercio de especias, la cocina era rica e innovadora. Por ejemplo, De Verstandige Kok, (1669) (El cocinero sabio) es un libro de recetas que incluye ganso asado con c¨²rcuma, caramelos de membrillo o ensaladas condimentadas con vinagres de distintos tipos, hierbas arom¨¢ticas o incluso flores.

Sin embargo, el caso de la sopa de guisantes holandesa (erwtensoep) es diferente. Se cree que su origen se remonta a los siglos XVI-XVII, cuando la disponibilidad de guisantes era amplia y los inviernos helados. As¨ª, se ha convertido en unos de los platos nacionales en Pa¨ªses Bajos. Aunque llamemos a este plato sopa, en realidad es una especie de pur¨¦ que se logra gracias a la cocci¨®n prolongada de guisantes secos, partidos y sin piel. De hecho, se dice que una buena sopa de guisantes ha de permitir que la cuchara se mantenga en pie.

La sopa de guisantes se prepara con otros vegetales, como zanahoria, ra¨ªz de apio, cebolla o patata, adem¨¢s de carne de cerdo, que puede ser panceta salada, costilla o rabo de cerdo. Una vez terminada, se sirve con salchicha ahumada (rookworst, que se come con esta receta y otros platos t¨ªpicos, como el stamppot o el hutspot) y unos trozos de pan de centeno con bacon ahumado encima. Como ocurre con todas las recetas tradicionales, no existe ¡°la receta¡± y cada familia tiene la suya propia. Si te animas a probar esta receta, te recomiendo que uses olla a presi¨®n, pues la cocci¨®n en una olla tradicional puede tardar perfectamente dos horas hasta obtener la consistencia deseada.

Yo he hecho mi propia interpretaci¨®n de esta receta tradicional (sin salchicha, porque no me gusta). Si eres dutchie y te has espa?olizado hasta el punto de odiarme por no hacer la receta tradicional, cat¨®lica y apost¨®lica al 100%, te pido perd¨®n, clemencia y que solucionemos el conflicto con una cerveza y unas bitterballen.

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