Berenjenas rellenas de lentejas rojas

Volver a la rutina es el amor-odio de cada septiembre. Por un lado tenemos la necesidad de retomar un ritmo m¨¢s pausado y ordenado, con las comidas y cenas en su sitio, con cosas que hacer por la ma?ana, un horario definido¡­ Nuestra cabeza necesita hacer reset y empezar a olvidarse de las cervezas sin fin en el chiringuito y de las cenas tard¨ªas a base de bravas y calamares. Pero dejar atr¨¢s el descontrol no siempre es f¨¢cil; y en la cocina, menos.

Retomar la disciplina de cocinar cada d¨ªa comida sana y rica, se nos hace una odisea por mucho que sepamos que es lo que necesitamos. En El Comidista solo damos soluciones a los problemas del fog¨®n -y si no lo hacemos La Defensora del Cocinero est¨¢ a disposici¨®n de todos para encajar las quejas-, as¨ª que esta receta viene de perlas: f¨¢cil, vers¨¢til y muy, pero que muy completa, un aut¨¦ntico salvavidas.

La mejor cara de la berenjena es sin duda la que se le queda al salir del horno. Cremosa por dentro, llena de jugo, pidiendo a gritos que le pongamos cosas ricas por encima. Un guiso de lenteja roja y tomates secos es una opci¨®n ideal, y la salsa de tahini cremoso con higos frescos convence a cualquiera de que ponerse a cocinar era una decisi¨®n acertada, y adem¨¢s puede utilizarse como vinagreta o para ali?ar unas verduras asadas con especias.

Adem¨¢s de acompa?ar a la berenjena, el guiso puede comerse solo, con un huevo poch¨¦ o unos restos de pollo asado. El toque de za¡¯atar -una mezcla de especias de Oriente Medio que lleva principalmente or¨¦gano, sumac, s¨¦samo, tomillo, comino, pimienta y sal- le da toda la personalidad que necesita para servirse tambi¨¦n como plato ¨²nico. As¨ª que hay recompensa doble, que siempre es un consuelo una vez te l¨ªas a manchar cacharros.

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