Oasis: el sencillo chiringuito en Fuengirola que dirige un teleco y atrae a los mejores chefs
A pie de playa, Alfonso Gonz¨¢lez regenta con sencillez y precios comedidos el restaurante favorito de numerosos chefs gracias a su apuesta por el buen producto
Lo mismo dise?a circuitos de alta frecuencia que sirve un salmonete a la brasa junto a la playa. El malague?o Alfonso Gonz¨¢lez es Ingeniero de Telecomunicaciones de formaci¨®n y hostelero de vocaci¨®n. Camino de cumplir 42 a?os, este 16 de julio, tambi¨¦n es el alma del chiringuito Oasis, en Fuengirola (M¨¢laga), que eleva la categor¨ªa de estos cl¨¢sicos restaurantes playeros. Se comprueba en sus mesas, donde es com¨²n ver pasar a chefs con estrella Michelin como Paco Morales o Diego Gallegos, pero tambi¨¦n otros muchos cocineros que eligen este lugar para saborear sus d¨ªas libres. ¡°Es un honor¡±, reconoce Gonz¨¢lez, que lleva toda su vida ligado al negocio: ha limpiado vasos, ejercido de camarero y bicheado en la cocina hasta que, hoy, es la cara visible del establecimiento.
La mayor preocupaci¨®n de Gonz¨¢lez, dice, es conseguir buen producto y tratarlo con delicadeza. ¡°Doy lo que me gustar¨ªa que me dieran a m¨ª de comer, ni m¨¢s ni menos¡±, resume, mientras pasa a su lado un plato de gambas cristal (14 euros) y otro de pimientos asados a la barbacoa (9,5 euros). Recomendado por la Gu¨ªa Repsol y declarado Mejor Merendero-Chiringuito por la Academia Gastron¨®mica de M¨¢laga, el restaurante se despliega sobre la arena de la playa de Torreblanca, al este de Fuengirola, cerca ya del l¨ªmite con Benalm¨¢dena. En los a?os setenta hab¨ªa aqu¨ª un enorme arenal protegido por dos grandes espigones. Era una peque?a bah¨ªa de aguas tranquilas donde desconectar en una Costa del Sol, entonces aun en ciernes.
Fue el remanso de paz que inspir¨® a Pepe Gonz¨¢lez ¡ªmalague?o del barrio de La Victoria¡ª y Paqui Salguero ¡ªnacida en El Palo¡ª a denominar Oasis al chiringuito que compraron en 1980, tras haber adquirido experiencia hostelera en dos hamburgueser¨ªas en el cercano parque de atracciones T¨ªvoli. Dos a?os despu¨¦s naci¨® Alfonso Gonz¨¢lez, el menor de la familia ¡ªtiene un hermano y una hermana¡ª que a los tres d¨ªas de vida ya conoc¨ªa el restaurante. ¡°Eran otros tiempos: mi madre ten¨ªa que seguir trabajando¡±, subraya. Ahora, 44 a?os despu¨¦s de la apertura, ella contin¨²a acudiendo casi a diario al local para echar una mano ¡°en lo que haga falta¡±. ¡°Yo nunca quise que se dedicara a esto, pero m¨ªralo, lo hace de maravilla¡± apunta ella con ojos maternales, mucha clase y toda la raz¨®n.
Su hijo estudi¨®, fiel a los designios de sus padres, Ingenier¨ªa de Telecomunicaciones en M¨¢laga. Pas¨® por Liverpool una temporada, donde trabaj¨® en el mantenimiento de los sistemas de comunicaci¨®n del aeropuerto. Cuando su padre falleci¨® volvi¨® al sur y, aunque participaba del chiringuito, continu¨® su carrera profesional en la tecnol¨®gica AT4Wireless, donde dise?aba circuitos de alta frecuencia. All¨ª trabaj¨® entre 2008 y 2011, en plena crisis, cuando muchos compa?eros emigraron al extranjero. ?l prefiri¨® quedarse. Estudi¨® oposiciones para profesor de matem¨¢ticas en Secundaria mientras trabajaba como camarero en el negocio familiar. Las pr¨¢cticas en un instituto le echaron para atr¨¢s. ¡°Los adolescentes no eran lo m¨ªo¡±, reconoce. Entonces decidi¨® hacerse cargo de manera definitiva del restaurante. Actualiz¨® y reform¨®. Hoy es referente de la ciudad con permiso de sus vecinos de Los Marinos Jos¨¦. ¡°Ellos son la Champions¡±, reconoce el hostelero.
¡°?Mesa para seis? ?Para qu¨¦ d¨ªa?¡±, responde a la gallega, por tel¨¦fono, Gonz¨¢lez, que cada jornada pasa por todas las posiciones de la sala del restaurante. Su libro de reservas est¨¢ repleto de nombres, cifras, fechas: en verano hay que llamar con una semana de antelaci¨®n, como m¨ªnimo, para encontrar hueco. Entre el sal¨®n y la terraza caben unas 150 personas, pero la separaci¨®n de las mesas no da sensaci¨®n de agobio y sus cristaleras permiten disfrutar del Mediterr¨¢neo. A mediod¨ªa el lleno es casi diario a pesar de la falta de aparcamiento. Nada es obst¨¢culo para su clientela, atendida por un ej¨¦rcito de camareros y camareras ¡ªhay nueve personas en sala¡ª que van y vienen sirviendo bebidas, entrantes, pescados. ¡°Les presento al ni?o, ahora lo traigo peinadito¡±, se?ala con gracia uno de los trabajadores mientras presenta un humeante rodaballo reci¨¦n sacado de las brasas. Los clientes brindan por su almuerzo con vistas al mar, que a mediod¨ªa ofrece una singular gama de colores azulados y verdosos. El sol aprieta, el sudor aparece. Dan ganas de zambullirse tras cada bocado. Otra ronda.
Apuesta por los cl¨¢sicos
¡°Somos un chiringuito de playa con una carta cl¨¢sica¡±, define con sencillez Gonz¨¢lez, modesto en la entrevista, t¨ªmido ante la c¨¢mara de fotos y todo resoluci¨®n cuando atiende a los comensales. ¡°Yo te pongo un vino, pero esto de responder preguntas es m¨¢s complicado¡±, advierte divertido. No esconde las claves de su negocio: ¡°Buen producto, servicio, instalaciones, detalles como el mobiliario. Y, sobre todo, tener buen equipo y cuidarlo. Sin ellos yo no podr¨ªa hacer nada¡±, destaca. El gallego Pablo Santiago (40 a?os) es el responsable de los fogones desde hace una d¨¦cada. Lleg¨® de vacaciones a la Costa del Sol y ya nunca se fue. Este fue su primer trabajo en Fuengirola y ah¨ª sigue. ¡°En esta cocina casi todos llevamos muchos a?os: as¨ª es mejor, va todo como la seda¡±, asegura con un acento que delata su Ponferrada natal.
Buena parte de los productos que pasan por sus manos proceden del puerto de Fuengirola. De ah¨ª llegan gambas, cigalas, quisquillas de arrastre o pescados como los salmonetes (68 euros / kilo), cuyos tonos rosados destacan en la vitrina. Tambi¨¦n hay lubinas, rodaballos, pargos (especies que rondan entre 52 y 75 euros el kilo). En la carta tambi¨¦n hay cl¨¢sicos. Frituras de productos mediterr¨¢neos como calamares (15,5 euros), boquerones (11 euros) o gambas cristal (14 euros). En fr¨ªo hay tartar de at¨²n rojo (26 euros), porra antequerana (9,5 euros) boquerones al vinagre hechos en la casa (15 euros) o deliciosas conchas finas (4 euros la unidad), aunque hay clientes que las prefieren pasadas por las brasas, como las gambas rojas o blancas. Tambi¨¦n hay arroces. ¡°Lo importante es dar con el punto adecuado¡±, adereza Santiago.
Unos 200 vinos conforman la bodega para acompa?ar el men¨². Una cava que poco a poco aumenta sus referencias internacionales y tambi¨¦n investiga entre las bodegas cercanas de denominaciones de origen cercanas como M¨¢laga, Sierras de M¨¢laga o Marco de Jerez. Mientras algunos clientes han dado el salto a las hamacas ¡ªtambi¨¦n reservadas por el chiringuito¡ªy cierran los ojos bajo las sombrillas, otros apuran sus copas y apuntan a los postres. Aqu¨ª la estrella es la tarta de lima, con textura y sabores que viajan a la ¨¦poca en que la Costa del Sol a¨²n era un destino relajado. Punto dulce final para este peque?o oasis entre la marabunta veraniega que hoy irrumpe en el litoral malague?o.
Oasis
- Dirección: paseo Marítimo Rey de España, 132, Fuengirola (Málaga).
- Teléfono: 952 66 10 68.
- Horario de cocina: De miércoles a domingo de 13.00 a 16.30 y de 20.00 a 22.00. Lunes (noche) y martes, cerrado.
- Precio medio: 40 euros por persona.
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