Carmen Cervera o la habilidad para vivir de las rentas
El amor al arte ha sido el negocio en el que mejor se ha desenvuelto la baronesa Thyssen, que trabaja desde hace dos d¨¦cadas para que su colecci¨®n sea la mejor herencia de sus tres hijos
Tita no tiene prisa. Hace dos d¨¦cadas inici¨® una partida de ajedrez con el Estado, en la que siempre ha llevado la delantera. Sobre el tablero Carmen Cervera tiene un pr¨¦stamo de 429 obras de arte que ha maniatado a todos los ministros de Cultura que se sentaron frente a ella, y pensaron que lograr¨ªan socavar sus intenciones en el tira y afloja del precio del alquiler de su propiedad. Algunos de ellos la califican de ¡°chantajista¡±, otros de ¡°amante del arte¡±, pero todos coinciden en su arte para lograr lo que quiere: dejar una paga anual a sus herederos durante muchos a?os. Es la mejor regateando, porque no deja que su orgullo estropee sus planes. ?Cu¨¢les? El presente est¨¢ de su parte, pero el futuro es insaciable, y a Cervera le preocupa el porvenir de sus tres herederos, Borja, Mar¨ªa del Carmen y Guadalupe Sabina.
El ¨²ltimo movimiento de esta partida, que parece no acabar nunca, sucedi¨® hace unas semanas. Fue jaque de Tita al Gobierno, gracias a una torpeza pol¨ªtica. El nuevo ministro de Cultura no se preocup¨® por saber cu¨¢les eran los acuerdos a los que hab¨ªa llegado el ministro de su mismo partido al que sustitu¨ªa. Con el cuadro fuera del museo, sus abogados, los exministros ?ngel Acebes y Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, estuvieron a punto de firmar siete millones de euros anuales, durante 15 a?os. Ahora el precio podr¨ªa crecer cuando vuelva a sentarse para cerrarlo antes del 30 de septiembre. Un golpe maestro para sus intereses, ejecutado en pleno estado de alarma. Tita dio el paso con el que amenazaba desde hace a?os y se llev¨® el cuadro.
El cuadro fue una de las ¨²ltimas adquisiciones de su marido ¡ªquien aseguraba que si no compraba un cuadro a la semana entristec¨ªa¡ª y forma parte de las 125 pinturas que el matrimonio apart¨® de la colecci¨®n que vendi¨® en 1993 al Estado espa?ol por 350 millones de d¨®lares. El acuerdo de Basilea de 2002 reparti¨® todas las propiedades del bar¨®n entre la familia, una fortuna valorada en unos 3.100 millones de euros, y su viuda se qued¨® con la colecci¨®n. Es su herencia y quiere que sea tambi¨¦n la de sus herederos. ¡°Le angustia el futuro¡±, comentaba a este peri¨®dico uno de los ministros que regate¨® con ella y perdi¨®. La situaci¨®n de su familia se ha convertido en un asunto de Estado, porque su sustento es esta colecci¨®n y su situaci¨®n personal influye en las negociaciones con los responsables culturales del pa¨ªs, poco acostumbrados a este tipo de tratos.
Carmen Cervera madruga porque le gusta el amanecer, pero todos estos asuntos de cultura, hacienda y patrimonio le quitan tiempo de sus tareas favoritas. Ella quiere leer, pintar, dar paseos y cuidar de sus jardines. Una vida c¨®moda, la misma que desea para sus tres hijos. Borja, de 40 a?os, que vive 184 d¨ªas en Andorra junto a su madre y hermanas, recibe una paga de 300.000 euros al a?o, adem¨¢s de los 15 millones de d¨®lares que su madre fraccion¨® en tres partes (cinco millones cuando cumpli¨® los 25 a?os, otros cinco a los 30 y los ¨²ltimos cuando cumpli¨® los 35). La viuda del bar¨®n Thyssen, una vez superadas las turbulencias familiares que los enfrentaron, va a defender la honorabilidad de su hijo y a garantizarle su puesto como vicepresidente vitalicio del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Y esto a pesar de que fue suspendido del patronato del Museo Carmen Thyssen de M¨¢laga mientras duren los procedimientos judiciales por presunto fraude fiscal. Su madre suma en su curr¨ªculo de tres d¨¦cadas cumpliendo sus deseos. Nada parece frenar a Tita, ni un presente sin dinero en efectivo, ni un futuro sin ella.
Y todo pasa por Mata Mua. Aunque pintado por Paul Gauguin en 1892, fruto de sus experiencias en Tahit¨ª, Mata Mua es la mejor obra de la colecci¨®n de Carmen Cervera. Ella le ha dado brillo pop a una obra tasada en 40 millones de euros, que podr¨ªa duplicar ese valor en una subasta. Aunque para los historiadores era m¨¢s valiosa La esclusa, de John Constable, que vendi¨® en 2012 por 28 millones de euros, Carmen ha disparado el precio emocional del lienzo. Con ¨¦l ha decorado su intimidad en cada reportaje que ha retratado la vida de la millonaria, cuya fortuna ¡ªseg¨²n la revista Forbes¡ª podr¨ªa acercarse a los 600 millones de euros. El cuadro es el fondo de su para¨ªso y la ¨²nica relaci¨®n sentimental de la que habla. ¡°Es el amor de mi vida¡±, suele repetir. Le encanta ¡°el aire colonial que respira¡± en el cuadro, la presencia de la naturaleza, los colores y la luz. Le puso a su casa de Marbella el nombre del lienzo, y repiti¨® la operaci¨®n con su velero de 38 metros de eslora, dos salones, cuatro camarotes dobles y una r¨¦plica de la obra de Gauguin. En realidad, Mata Mua hab¨ªa trascendido las fronteras del museo antes de que lo sacara de sus instalaciones.
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