Mako de Jap¨®n, la princesa que lleva tres a?os esperando su boda
La sobrina del emperador est¨¢ comprometida con un plebeyo y al casarse perder¨¢ su posici¨®n en la familia imperial que se opone al matrimonio. En 2018 pospusieron la ceremonia por ¡°falta de preparaci¨®n¡±
Los noviazgos y los matrimonios est¨¢n hechos para durar, no as¨ª lo que hay entre ambos. En esta etapa intermedia se encuentra atrapada la princesa Mako de Jap¨®n desde hace tres a?os. La sobrina del emperador Naruhito est¨¢ comprometida con un plebeyo por lo que su hipot¨¦tica boda, la cual ya ha sido postergada en una ocasi¨®n, la despojar¨ªa de su t¨ªtulo y har¨ªa de ella una ciudadana m¨¢s, tal y como exige la normativa que rige el trono nip¨®n. Esto explica que su enlace haya despertado m¨¢s oposici¨®n que bendiciones en una familia imperial escasa de miembros.
La princesa, que en octubre cumplir¨¢ los 29, curs¨® sus estudios en la Universidad de Gakushuin de Tokio, como la mayor¨ªa de sus parientes. All¨ª conoci¨® a Kei Komuro, un compa?ero de clase con quien en 2012 empez¨® una relaci¨®n sentimental. La pareja sobrevivi¨® a los a?os que Mako pas¨® en el Reino Unido, cursando un m¨¢ster de museolog¨ªa en la Universidad de Leicester, y en noviembre de 2017 anunciaron su compromiso. ¡°Me atrajo de ¨¦l su sonrisa brillante como el Sol¡±, declar¨® ella entonces sobre su prometido, quien a su vez replic¨®: ¡°Ella cuida de m¨ª con calma, como la Luna¡±. La ceremonia qued¨® fijada para un a?o m¨¢s tarde, en noviembre de 2018.
Sin embargo, en febrero de 2018 pospusieron su casamiento hasta 2020, aduciendo ¡°falta de preparaci¨®n¡±. En el comunicado emitido por la Casa Imperial, la princesa expresaba su deseo de ¡°pensar sobre el matrimonio de manera m¨¢s profunda y concreta y tomar el tiempo suficiente para preparar nuestra boda y la vida despu¨¦s de ella¡±. El texto tambi¨¦n hac¨ªa alusi¨®n a que el retraso permitir¨ªa a Mako participar como un miembro m¨¢s de la familia en la entronizaci¨®n de su t¨ªo Naruhito, rito que tuvo lugar en mayo de 2019.
Los medios sensacionalistas del pa¨ªs, en cambio, a?adieron a la lista otros motivos menos loables. El m¨¢s citado fue la oposici¨®n de su madre, la princesa Kiko, esposa del hermano menor del actual emperador y futuro heredero, el pr¨ªncipe Fumihito, y madre tambi¨¦n del siguiente en la l¨ªnea de sucesi¨®n, el pr¨ªncipe Hisahito. Adem¨¢s, salieron asimismo a la luz las deudas contra¨ªdas por la madre de Komuro con su expareja para pagar por su educaci¨®n. La reacci¨®n de Palacio fue firme: la boda no pod¨ªa seguir adelante hasta que esta cuesti¨®n se solucionara.
Ante esta situaci¨®n, el joven prometido opt¨® por continuar sus estudios en Estados Unidos, en la facultad de Derecho de la Universidad de Fordham. Las malas lenguas atribuyeron este movimiento a una operaci¨®n tejida por Kiko para distanciar a los enamorados, la cual de momento parece haber fracasado. En el comunicado emitido el pasado 11 de septiembre con motivo de su 54? cumplea?os, Kiko ofreci¨® unas l¨ªneas que evidenciaban el conflicto dom¨¦stico. ¡°En lo que respecta al matrimonio de mi hija, (...) es importante que acepte sus sentimientos y que reflexionemos juntas¡±. La boda, no obstante, sigue sin tener fecha.
Apenas cinco d¨ªas despu¨¦s del comunicado de su madre, Mako realiz¨® una primera aparici¨®n tras ocho meses de ausencia. Su vida p¨²blica hab¨ªa quedado en suspenso al completar en junio del a?o pasado una ¨²ltima gira diplom¨¢tica que le llev¨® a Per¨² y Bolivia, dos pa¨ªses que albergan una populosa comunidad de origen japon¨¦s, la cual ven¨ªa a representar la despedida de sus funciones oficiales. Komuro, mientras tanto, sigue estudiando en EEUU y se espera que se grad¨²e el a?o que viene, por lo que su enlace, de seguir adelante, podr¨ªa tener lugar entonces.
Las idas y venidas de esta relaci¨®n han reavivado el debate acerca de la ley que regula la Familia Imperial y las distinciones que traza entre sexos. La normativa vigente establece que las mujeres pierdan su estatus al casarse con un var¨®n que no tenga sangre azul, aunque no sucede lo mismo a la inversa. El actual emperador Naruhito, por ejemplo, se cas¨® con una plebeya ¨Cahora emperatriz, Masako¨C y mantuvo sus t¨ªtulos; mientras que su hermana, la princesa Sayako, los perdi¨® al contraer matrimonio en 2005 con un funcionario del ayuntamiento de Tokio.
Esta pol¨ªtica tan restrictiva contribuye a amenazar el futuro del linaje, que ya solo cuenta con tres varones en la l¨ªnea de sucesi¨®n y el tercero, Masahito ¨Chermano menor del emperador em¨¦rito Akihito¨C es un octogenario. Las autoridades niponas contemplan de momento dos soluciones, aunque ambas requerir¨ªan de una maniobra sustancial. La primera ser¨ªa permitir que las princesas no pierdan sus t¨ªtulos al contraer matrimonio con plebeyos. La segunda pasar¨ªa por devolver su estatus a las ramas secundarias de la Familia Imperial que lo perdieron con la entrada en vigor de la Constituci¨®n de 1947, elaborada durante la ocupaci¨®n estadounidense posterior a la II Guerra Mundial. Para cuando ese momento llegue, sin embargo, Mako quiz¨¢ sea ya una japonesa m¨¢s.
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