El porno y la polic¨ªa
Un agente puede serlo durante el d¨ªa y actor de cine adulto cuando no est¨¢ de servicio. ?Acaso no se necesitan emprendedores? ?No se puede desperdiciar talento!
La noticia conten¨ªa un cierto aroma rom¨¢ntico, por anal¨®gica, en estos tiempos de inteligencia artificial. De hecho, resaltaba precisamente porque ten¨ªa alma o pulso, no pod¨ªa ser escrita por esa aplicaci¨®n que redacta por encargo, a granel, parrafadas llenas de lugares comunes, como el discurso de cualquier pol¨ªtico animado. ¡°La justicia sentencia que ser polic¨ªa es incompatible con ser actor porno¡±, expon¨ªa la sentencia emitida hacia un miembro de las fuerzas de seguridad que ejerc¨ªa una doble vida como profesional del cine adulto. Doble vida tambi¨¦n suena anal¨®gico. Como doble identidad.
Para mi desorientaci¨®n, la sentencia agrega que la labor pornogr¨¢fica podr¨ªa desacreditar a la policial. Pero ?por qu¨¦?, ?no era una fantas¨ªa sexual cl¨¢sica la de un encuentro con un caballero vestido de uniforme? Adem¨¢s, en d¨ªas de verano no son pocos los polic¨ªas que emplean sus polos reglamentarios dos tallas menores para ofrecernos esas im¨¢genes rocosas hechas de pectorales y b¨ªceps preparados para cualquier emergencia y que son un aut¨¦ntico reclamo tur¨ªstico, algo reconocido en el mundo libre como una imagen inolvidable de Espa?a. En eso estoy con Ana Rosa Quintana: ?cu¨¢l es la incompatibilidad? Vivimos en un siglo donde todo se comparte, pero en el que, a veces, un salario no es suficiente. ?Podr¨ªa ser actor de teatro? Un miembro de la Polic¨ªa puede serlo durante el d¨ªa y actor porno cuando no est¨¢ de servicio. ?Acaso no se necesitan emprendedores? ?No se puede cercenar la iniciativa privada de esa manera! ?No se puede desperdiciar talento! ?Por favor!
Pero celebro que lo hagan p¨²blico. Resulta m¨¢s transparente y ortodoxo. No como Marie-Chantal y Letizia, que decidieron disfrutar de cinco a?os la una sin la otra para hacer, ahora y sin explicaci¨®n, las paces en p¨²blico. En un funeral griego, donde han decidido mostrar sus verdaderos colores: el negro. Otros arist¨®cratas que se han saltado la ortodoxia han sido Enrique y Meghan con su mega¨¦xito editorial. Un ejemplo de que se pueden mantener dos actividades simult¨¢neas, pr¨ªncipe y superventas. Ya comparan al pr¨ªncipe con otro gran Harry, Harry Potter. En Inglaterra publican que Meghan y Enrique han firmado un contrato editorial por cuatro libros y veinte millones de d¨®lares. ?No es que vayamos a terminar hartos, es que no vamos a querer otra cosa! Estoy inmerso en la lectura del libro y me hace meditar m¨¢s que The Crown. Recordar a Diana, los l¨²gubres y acelerados d¨ªas previos y posteriores al fatal accidente en Par¨ªs. Y c¨®mo pensaba, entonces, que todo aquello era una f¨®rmula del siglo XX para despedirse, consumi¨¦ndose a s¨ª mismo y a su icono.
En cuanto al desahogo p¨²blico y su monetizaci¨®n, lo ortodoxo es hacerlo en clave goteo. Cada cl¨ªmax llega con la garant¨ªa de que seguir¨¢ otro superior despu¨¦s de un alivio temporal. Y ganancias para todos, Rolex gana, pero Casio tambi¨¦n.
En S¨¢lvame han recriminado cari?osamente a Bel¨¦n Esteban que no estuviera m¨¢s atenta a las noticias que farfullaban un inminente despido de su compa?ero y jefe de programa, Jorge Javier V¨¢zquez. En su acento m¨¢s castizo, ella neg¨® la veracidad de esa noticia malintencionada. Y que por eso no se hab¨ªa manifestado, ¡°para no echar le?a al fuego¡±. Fue una reacci¨®n madura y ortodoxa. Yo preferir¨ªa callar cuando no tengo nada que decir, pero no siempre lo he conseguido. En el fondo es la sed de noticias r¨¢pidas. Estamos tan acostumbrados a recibirlas y surfear en la ola de su efecto que se han vuelto casi adictivas. Y aunque su calidad merme por la oferta y su consumo veloz, nos da igual porque necesitamos la dosis de adrenalina. Con lo cual la frase de Warhol necesita una revisi¨®n. Ya no vale con ser famoso 15 minutos, sino convertirte en una noticia de cinco minutos o menos, dependiendo de la capacidad de concentraci¨®n del espectador.
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