El Portugal republicano acude a la boda de Maria Francisca de Braganza, miembro de la dinast¨ªa que sue?a con restablecer la monarqu¨ªa lusa

Portugal conmemor¨® hace dos d¨ªas la llegada de la Rep¨²blica y este s¨¢bado se prepara para asistir por televisi¨®n a la boda de los Braganza, la dinast¨ªa que derrocaron hace 113 a?os. Sin que una cosa perturbe la otra. En ese tiempo el pa¨ªs sufri¨® muchas agitaciones, una larga dictadura y una revoluci¨®n que propici¨® la llegada de la democracia actual, pero en ning¨²n momento recuper¨® el fervor mon¨¢rquico. Es un sentimiento, a d¨ªa de hoy, residual. En las urnas, el Partido Popular Mon¨¢rquico nunca llega a obtener votos suficientes para entrar al Parlamento desde que en 1983 logr¨® sentar a seis diputados gracias a su integraci¨®n en una gran coalici¨®n de derechas. Sin embargo, el pa¨ªs ha logrado establecer una convivencia cordial entre las instituciones republicanas y los descendientes del ¨²ltimo rey portugu¨¦s, Manuel II, destronado en 1910. La prueba m¨¢s clara se evidencia este 7 de octubre durante la boda que se celebra en Mafra entre Maria Francisca, duquesa de Coimbra y segunda hija de los duques de Braganza, y el abogado Duarte de Sousa Ara¨²jo Martins. A la izquierda del altar, en un lugar destacado, estar¨¢ el presidente de la Rep¨²blica, Marcelo Rebelo de Sousa.

Y no hay que pensar que obedece solo a una iniciativa espont¨¢nea del muy espont¨¢neo Rebelo de Sousa. Es pol¨ªtica de Estado desde que el socialista M¨¢rio Soares decidi¨® incorporar a los duques de Braganza en la lista del protocolo presidencial como herederos de los Jefes de Estado de Portugal durante m¨¢s de siete siglos. El propio Soares, entonces presidente de la Rep¨²blica, y el primer ministro An¨ªbal Cavaco Silva asistieron a la boda celebrada en 1995 en el monasterio de los Jer¨®nimos por los padres de la novia, Isabel Her¨¦dia y Duarte P¨ªo.

Por lo dem¨¢s, Rebelo de Sousa ha recordado su larga relaci¨®n de amistad con la familia para explicar su asistencia a la ceremonia. En el pasado fue el presidente del consejo de administraci¨®n de la fundaci¨®n de la Casa de Braganza, que gestiona el patrimonio familiar, y se prev¨¦ que vuelvan a nombrarlo presidente vitalicio cuando finalice su etapa como presidente de la Rep¨²blica. ?l no ve colisi¨®n entre su cargo y los intereses de la dinast¨ªa que aspira a restituir una monarqu¨ªa en el pa¨ªs.

La boda de la Casa de Braganza, la primera en casi tres d¨¦cadas, ha despertado cierto inter¨¦s entre los medios de comunicaci¨®n generalistas, que le han dedicado varios reportajes a la pareja y al futuro de la realeza lusa. La cadena de televisi¨®n TVI, adem¨¢s, ha decidido retransmitir en directo toda la ceremonia religiosa, que contar¨¢ con cerca de 1.200 invitados, incluidos varios ex primeros ministros, como los conservadores Pedro Passos Coelho o Pedro Santana Lopes. El actual, el socialista Ant¨®nio Costa, fue invitado, pero no podr¨¢ acudir porque participa en la cumbre europea que se celebra en Granada. No est¨¢ prevista la presencia en Mafra de miembros de la familia real espa?ola ni de la brit¨¢nica, pero s¨ª de otras casas como las de Lienchenstein, Orle¨¢ns o Saxe-Coburg Gotha.

La novia, que ha elegido un vestido dise?ado por Luzia do Nascimento, lucir¨¢ una tiara de 800 diamantes que perteneci¨® a Am¨¦lia, la ¨²ltima reina portuguesa. La ceremonia, oficiada por el cardenal patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, podr¨¢ seguirse en el exterior de la bas¨ªlica de Mafra a trav¨¦s de dos pantallas gigantes. Despu¨¦s del rito religioso habr¨¢ un c¨®ctel para los invitados en el Palacio Nacional de Mafra, un imponente conjunto barroco declarado patrimonio mundial por la Unesco y erigido por deseo del rey Jo?o V para celebrar el embarazo de su esposa. El esfuerzo ¨¦pico de su construcci¨®n en el siglo XVIII llev¨® al escritor Jos¨¦ Saramago a dedicarle la novela Memorial del convento. Por la noche, los 400 invitados m¨¢s cercanos a la pareja asistir¨¢n a una cena en la residencia de los duques de Braganza en Sintra.

Maria Francisca de Braganza, de 26 a?os, estudi¨® Comunicaci¨®n Social y Cultural en la Universidad Cat¨®lica de Lisboa y trabaj¨® hasta hace unos meses en una agencia de comunicaci¨®n. El matrimonio tiene previsto mudarse a Londres, donde Duarte de Sousa seguir¨¢ trabajando para la firma Ur¨ªa Men¨¦ndez-Proen?a de Carvalho en la gesti¨®n de mercados de capitales y fusiones. La duquesa de Coimbra ha anunciado que se dedicar¨¢ a la promoci¨®n del premio Infanta Do?a Maria Francisca, dirigido a estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de Oporto. Es la primera de los tres hijos de Duarte P¨ªo, actual pretendiente del (inexistente) trono portugu¨¦s, e Isabel Her¨¦dia que se casa y la cuarta en la l¨ªnea de sucesi¨®n, por detr¨¢s de sus dos hermanos, pues la Casa de Braganza mantiene la discriminaci¨®n de las mujeres en la cadena sucesoria.

El abogado, de 32 a?os, le pidi¨® matrimonio de rodillas en la cima del monte Ramelau (2.986 metros de altura), en Timor Oriental, seg¨²n desvelaron en una entrevista al semanario Expresso. La elecci¨®n del pa¨ªs asi¨¢tico se debi¨® al significado especial que tiene para el duque de Braganza, que en 2011 recibi¨® la nacionalidad timorense en gratitud por el apoyo que hab¨ªa mostrado al movimiento independentista durante la ocupaci¨®n del pa¨ªs, que hab¨ªa sido colonia portuguesa, por Indonesia. El abogado, que se declara mon¨¢rquico desde antes de empezar su noviazgo con la infanta hace cuatro a?os, pidi¨® permiso al duque antes de solicit¨¢rselo a Mar¨ªa Francisca de Braganza.

En la entrevista a Expresso, la infanta explicaba que participa en todas las elecciones portuguesas excepto en las presidenciales. Considera que no tiene sentido que su familia vote sobre la jefatura del Estado cuando discrepan del modelo vigente. Su futuro marido vota siempre y considera la monarqu¨ªa parlamentaria un modelo que ¡°funciona muy bien en otros pa¨ªses de Europa, otorgando una estabilidad muy particular¡±.

Fe de errores: en una primera versi¨®n de este art¨ªculo se dec¨ªa que la monarqu¨ªa portuguesa se derroc¨® en 1903, cuando ocurri¨® en realidad en 1910 y, por tanto, han pasado 113 a?os desde entonces.