¡°Las mujeres seguimos gestionando el espacio dom¨¦stico, por eso detectamos mejor las necesidades en el entorno¡±. El liderazgo femenino pone la arquitectura al servicio de la gente
Desde la educaci¨®n, la fotograf¨ªa o la consultor¨ªa, estas profesionales intentan revertir la mala fama que adquiri¨® el sector con la burbuja inmobiliaria
Tras varios a?os en activo, la arquitecta Almudena de Benito (Madrid, 48 a?os) se qued¨® embarazada en 2009. Ese mismo a?o la empresa para la que trabajaba la despidi¨®. Tras un a?o dedicada ¨²nicamente a la crianza de su hijo, intent¨® incorporarse al mercado laboral, pero el panorama era desolador. La primera crisis del siglo XXI se ceb¨® especialmente con las mujeres. Adem¨¢s, el gremio de la arquitectura andaba tocado: su relaci¨®n con las especulaciones inmobiliarias lo hab¨ªan alejado de la sociedad, gan¨¢ndose una mala reputaci¨®n. Esa p¨¦rdida de confianza de la gente hacia la profesi¨®n fue el detonante para que De Benito se embarcase en un nuevo proyecto con el prop¨®sito principal de volver a poner a la arquitectura al servicio de la gente.
En 2011, naci¨® Chiquitectos, un programa de talleres de arquitectura para ni?os y ni?as en el que se educa en el conocimiento de aquello que nos rodea: el entorno construido y el medioambiente. Una d¨¦cada despu¨¦s, estos talleres atraen a familias enteras (¡°los padres ya no dejan a sus hijos y se van a tomar algo, sino que emplean los talleres para pasar tiempo de calidad con ellos¡±), grupos de adultos e incluso empresas, concienciadas con la importancia que la ordenaci¨®n del entorno tiene en nuestra vida.
En aquella ¨¦poca de crisis financiera, la arquitecta Ana Amado (Ferrol, 45 a?os) tambi¨¦n se propuso volver a potenciar el binomio arquitectura-sociedad. Lo hizo a trav¨¦s de la fotograf¨ªa con el proyecto Spanish Dream, que precisamente denunciaba el impacto de la burbuja inmobiliaria en la vida de las personas. Desde entonces, Amado ha publicado otros trabajos en los que, vali¨¦ndose del poder de la fotograf¨ªa, visibiliza distintas realidades sociales con la arquitectura como tel¨®n de fondo. ¡°La arquitectura es ese contenedor donde suceden las historias, no se puede desvincular de las personas; por suerte o por desgracia, la pandemia ha puesto de manifiesto la importancia que tiene en nuestras vidas¡±, dice Amado.
Amado apunta que ¡°esa imagen del arquitecto estrella (y especulador) que se lucraba firmando proyectos de viviendas da?¨® la imagen del sector¡±, pero celebra que en los ¨²ltimos a?os se haya intentado redefinir esa figura.
Eso es precisamente lo que intenta hacer la arquitecta Caterina de la Portilla (Gran Canaria, 29 a?os), que ofrece desde hace tres a?os un servicio de consultor¨ªa para arquitectos independientes y en la que, a trav¨¦s de una metodolog¨ªa propia, les ayuda a repensar su papel como profesionales al servicio de la sociedad.
Antes de iniciar este servicio de consultor¨ªa, ella misma intent¨® montar su propio estudio independiente de arquitectura en su Gran Canaria natal. ¡°Regres¨¦ despu¨¦s de unos a?os de experiencia laboral en Estados Unidos, donde me top¨¦ con la realidad del sector¡±, cuenta. ¡°Desde luego, esa imagen elitista de la arquitectura es global, aunque son solo unos pocos los que gozan del prestigio. Para el resto de los arquitectos, la t¨®nica general es la precariedad¡±, lamenta.
La capacidad de observaci¨®n de las arquitectas
En esta progresiva transformaci¨®n de la arquitectura tiene mucho que ver el papel de las mujeres arquitectas y su capacidad de observaci¨®n, aun siendo minor¨ªa en el sector (seg¨²n datos de CSCAE) y en las matriculaciones universitarias. ¡°Las mujeres est¨¢n afectadas por diferentes realidades sociales que los hombres, y eso hace que las arquitectas tengan una mayor empat¨ªa y capacidad para detectar necesidades en el entorno¡±, explica De Benito, que tambi¨¦n imparte clases en el grado de arquitectura de la Universidad Rey Juan Carlos, de Madrid.
Como explica la fundadora de Chiquitectos, la arquitectura y el urbanismo feminista han conseguido poner sobre la mesa cuestiones como la necesidad de tener en cuenta a distintos colectivos en el planteamiento de las ciudades: ni?os, ancianos, dependientes¡ y tambi¨¦n las propias mujeres que son casi siempre las encargadas de los cuidados. ¡°Y no solo en el espacio p¨²blico: las mujeres seguimos gestionando el espacio dom¨¦stico, de modo que somos m¨¢s pr¨¢cticas y sabemos detectar mejor las necesidades. Esto va a ser clave para la proyecci¨®n de nuevas viviendas¡±, apunta Amado.
Despu¨¦s de tres a?os, De la Portilla ha conseguido crear una s¨®lida comunidad de cientos de arquitectos en Espa?a y Latinoam¨¦rica, donde el 70 por ciento son mujeres. ¡°En este sector tan masculinizado, empodera ver a mujeres arquitectas con una actitud emprendedora tan buena y constructiva. En general, ellas lidian mejor con el feedback y se reconstruyen de una forma m¨¢s positiva¡±, explica.
Tambi¨¦n ha visto crecer dentro de su programa para arquitectos independientes nuevos proyectos que buscan solucionar retos sociales surgidos a ra¨ªz de la pandemia. ¡°Un desarrollo de juegos sobre el suelo con distintos recorridos y morfolog¨ªas que permiten a los ni?os jugar y mantener la distancia social para solventar problemas de infraestructuras en colegios y espacios p¨²blicos; o programas de rehabilitaci¨®n de viviendas rurales ante la creciente demanda originada por la experiencia del primer confinamiento¡±, cuenta.
De la Portilla destaca otro aspecto en la transformaci¨®n de la arquitectura: la colaboraci¨®n con otras disciplinas. ¡°La arquitectura tiene que buscar la efectividad y si para ello ha de recurrir a la tecnolog¨ªa, bienvenido sea¡±, dice, y pone otro ejemplo de su programa, el proyecto llevado a cabo por la arquitecta Mar¨ªa Fern¨¢ndez en Nicaragua donde est¨¢n incorporando recursos tecnol¨®gicos, como consultas online, a la construcci¨®n de hospitales que permitan mejorar la atenci¨®n sanitaria.
La arquitecta y fot¨®grafa Ana Amado, que conoce de sobra los beneficios de la colaboraci¨®n multidisciplinar, prepara un nuevo proyecto lejos de Espa?a. Pretende expandir su ¨²ltimo trabajo, Lideresas, con el que da voz a un colectivo silenciado como son las mujeres mayores de 65 a?os, a Gambia (?frica). All¨ª, visibilizar¨¢ la realidad de mujeres de una peque?a aldea que desarrollan trabajos de arquitectura e ingenier¨ªa, reservados hasta ahora a los hombres.
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