Meterse en pol¨ªtica pasados los 70: ?qu¨¦ hay de bueno (y de malo) en tener tantos l¨ªderes en edad de jubilaci¨®n?

El pasado 30 de septiembre presenciamos el primer debate entre los candidatos a presidente de los Estados Unidos, el republicano Donald Trump, actualmente en el cargo, y el dem¨®crata Joe Biden. En 2016, Trump se convirti¨® en la persona m¨¢s mayor en llegar a la presidencia de Estados Unidos de toda la historia, con 70 a?os. Ronald Reagan ostentaba antes el r¨¦cord: hab¨ªa entrado en la Casa Blanca a los 69. Si Biden resulta elegido en noviembre batir¨¢ de largo a sus predecesores: acceder¨¢ al cargo a pocos d¨ªas de cumplir 78.

Es curioso que esto ocurra en sociedades con tan exacerbado culto a la juventud. En Espa?a, sin ir m¨¢s lejos, en los ¨²ltimos a?os hemos observado lo contrario: la edad media de los l¨ªderes pol¨ªticos ha bajado. El presidente Pedro S¨¢nchez, el vicepresidente Pablo Iglesias y los l¨ªderes de otros partidos, como Pablo Casado, In¨¦s Arrimadas, Gabriel Rufi¨¢n o Santiago Abascal, est¨¢n en una horquilla entre los 38 y los 48 a?os, son pol¨ªticos que podr¨ªamos considerar j¨®venes para sus cargos. Este fen¨®meno se ha tomado como el mayor recambio generacional de la democracia: cuando se aprob¨® la Constituci¨®n eran ni?os¡­ o no hab¨ªan nacido.

La exjueza Manuela Carmena lleg¨® a la alcald¨ªa de Madrid con los 71 a?os cumplidos. Si muchas personas piensan que tienen que llegar a sus m¨¢ximos vitales en la mediana edad, Carmena pasar¨¢ a la posteridad por algo que logr¨® a una edad a la que otros ya llevan muchos a?os jubilados. ¡°Hay algo extra?o en hacerse mayor¡±, cuenta la exalcaldesa, ¡°por fuera te ven diferente, y puede que camines m¨¢s despacio, pero por dentro te sientes la misma persona¡±. Cree que la edad puede aportar cosas positivas a la actividad de gobierno: ¡°Una mayor experiencia trae una mayor capacidad de decisi¨®n y comprensi¨®n para escuchar a los dem¨¢s¡±. Su preocupaci¨®n por transmitir esta experiencia a las nuevas generaciones se refleja en su libro A los que vienen: Democracia, desigualdad, justicia, educaci¨®n, ecolog¨ªa, sexualidad, felicidad explicadas a los j¨®venes (Aguilar).

Pero alg¨²n inconveniente tendr¨¢ gobernar a esas edades. ¡°Bueno, que no te puedes poner los taconazos que te pon¨ªas antes, y Cristina Cifuentes con los suyos estaba m¨¢s alta que yo¡±, bromea Carmena. Aunque no del todo: ¡°Es cierto que a ciertas edades es m¨¢s complicado encontrar una est¨¦tica propia, una imagen p¨²blica, no hay tantas opciones como cuando eres m¨¢s joven¡±, dice. ¡°Y la est¨¦tica es un elemento de relaci¨®n entre las personas¡±. A lo que s¨ª le sac¨® partido Carmena fue a la imagen de abuela cuidadora que hac¨ªa madalenas. ¡°En realidad es mi car¨¢cter. Como tengo mi edad, me tienen por abuela (porque adem¨¢s lo soy), si fuera m¨¢s joven dir¨ªan que vaya chica m¨¢s enrollada¡±.

Pros y contras de la edad del gobernante

En una primera aproximaci¨®n, podr¨ªamos aventurar que la juventud tiene algunas virtudes para puestos de responsabilidad pol¨ªtica como son las ideas frescas o la capacidad de adaptaci¨®n y cambio, mientras que la senectud trae la templanza y la experiencia acumulada. En el lado contrario, el de los inconvenientes, los j¨®venes pueden ser impulsivos e inexpertos; los mayores inmovilistas, tercos, y pueden sufrir achaques que impidan la ajetreada actividad de un l¨ªder pol¨ªtico.

Adem¨¢s, hay que tener en cuenta la observaci¨®n del m¨¦dico estadounidense Richard Roizen, especialista en edad, tras examinar los expedientes m¨¦dicos de los gobernantes estadounidenses desde 1920: los presidentes, debido al peso de sus responsabilidades, envejecen dos a?os por cada a?o en el cargo. Por eso muchos lo abandonan con el pelo mucho m¨¢s canoso que cuando entraron.

¡°Ni en Estados Unidos, ni en Espa?a, ni en muchos otros pa¨ªses hay l¨ªmite de edad para gobernar¡±, dice Pedro S¨¢nchez Vera, catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de Murcia, especialista en cuestiones de vejez. ¡°Se puede ser presidente a cualquier edad, siempre que la capacidad de la persona entre dentro de lo razonable¡±. Pepe Mujica se ha despedido de la actividad pol¨ªtica hace unos d¨ªas, a los 85 a?os: lleg¨® a la presidencia de Uruguay con 74. Shimon Peres cumpli¨® 90 a?os siendo presidente de Israel. Giorgo Napolitano tambi¨¦n alcanz¨® esa edad siendo presidente de Italia. Robert Mugabe presidi¨® Zimbabue hasta los 93, cuando fue derrocado.

¡°Hay que tener en cuenta que la sociedad est¨¢ muy envejecida y los censos electorales tambi¨¦n¡±, dice el soci¨®logo. Una franja de edad que hace ganar o perder elecciones. Candidatos senior como los estadounidenses pueden conectar con estos votantes que, como S¨¢nchez Vera se?ala, ¡°son m¨¢s rentables, m¨¢s fieles, menos vol¨¢tiles que los j¨®venes, a los que normalmente se ha querido seducir¡±.

En realidad, que gobiernen los mayores no es nada extra?o desde un punto de vista hist¨®rico. La palabra senado tiene la misma ra¨ªz latina que senectud: en el senado romano gobernaban los mayores. Tambi¨¦n es normal en sociedades tradicionales que haya un consejo de ancianos que gobierne: la gerontocracia. El viejo es sabio, prestigioso, poderoso. ¡°En otras ¨¦pocas y sociedades llegar a ser mayor no era algo tan com¨²n, y estas personas ten¨ªan un estatus m¨¢s elevado¡±, explica el soci¨®logo. Hoy las sociedades enteras est¨¢n envejecidas. Tras la Revoluci¨®n Industrial se empieza a reglar el sistema educativo y ya los abuelos no tienen tanto peso como transmisores del conocimiento. Hoy no se consulta tanto a los ancianos de la tribu como a Google.

Cuestiones psicol¨®gicas

En cuanto a los factores psicol¨®gicos, deber¨ªa hablarse de c¨®mo evolucionan con la edad los procesos cognitivos y de toma de decisiones. ¡°Hay procesos que no decaen, dentro de lo que se llama inteligencia cristalizada¡±, explica Irene Caro, profesora del departamento de Psicolog¨ªa de los Universidad a Distancia de Madrid (Udima). Por ejemplo, la memoria sem¨¢ntica (saber que Par¨ªs es la capital de Francia) o la memoria epis¨®dica (recordar que a los 18 a?os me toc¨® ir a la mili). ¡°Otros, dentro de la inteligencia fluida, s¨ª pueden cambiar con la edad¡±, se?ala la psic¨®loga, ¡°como la flexibilidad, la capacidad de adaptarse al cambio o de valorar alternativas novedosas¡±. Tambi¨¦n decrecen con el tiempo los procesos inhibitorios: es m¨¢s dif¨ªcil cambiar las inercias con rapidez y cuando nos hacemos mayores tenemos menor filtro a la hora de expresar nuestras opiniones. Aunque la falta de filtro de Donald Trump, m¨¢s que deberse al paso de los a?os, venga probablemente de serie .

Otras caracter¨ªsticas de la edad avanzada pueden ser convenientes o no para un puesto de responsabilidad. ¡°Con los a?os nos tomamos m¨¢s tiempo en procesar informaci¨®n y tomar decisiones, y somos menos permeables a las influencias externas¡±, dice Caro. Esto puede servir para que un mandatario no sea manipulado por otros o demasiado impulsivo, pero tambi¨¦n puede propiciar que sea terco, prejuicioso y no se deje aconsejar.

¡°Est¨¢ habiendo una reforma del ciclo vital¡±, se?ala Carles Feixa, catedr¨¢tico de Antropolog¨ªa de la Universidad Pompeu Fabra. Si antes los j¨®venes estudiaban y se divert¨ªan, los de mediana edad trabajaban y cuidaban, y los mayores descansaban, ¡°ahora se hace de todo a cualquier edad¡±. Adem¨¢s, la juventud se alarga pr¨¢cticamente para siempre y existen nuevas formas de envejecer, como el llamado envejecimiento activo, que no deja de ser una forma de tomarse esa etapa de la vida de forma juvenil. Los mayores del presente y, sobre todo, los mayores del futuro son y ser¨¢n muy distintos a los del pasado. Aunque, en cuesti¨®n pol¨ªtica, puede ser que volvamos a ser gobernados por los ancianos de la tribu.

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