¡°Nada de ¡®postureo¡¯. Rollo costumbrista a muerte¡±: c¨®mo Estopa ha logrado seducir a Tangana, Rosal¨ªa y toda una nueva generaci¨®n
El d¨²o de Cornell¨¤, reivindicado por el cine espa?ol o por Rosal¨ªa, culmina su gira ¡®Fuego¡¯, en la que han actuado ante m¨¢s de 350.000 personas de edades diversas y agotado por partida doble en el WiZink Center de Madrid?
Solamente se le oy¨® con nitidez una frase a David Mu?oz (Cornell¨¢ de Llobregat, 46 a?os) en todo el concierto que Estopa dio el pasado viernes en el WiZink Center de Madrid: ¡°Fui a la orilla del r¨ªo¡±, el comienzo de la canci¨®n Tu calorro. Aquel primer corte del primer ¨¢lbum del d¨²o fue, a su vez, el primero de la noche en sonar y en ser coreado con euforia por las m¨¢s de 15.000 personas que abarrotaban el recinto, de edades variopintas y con paridad de g¨¦nero casi perfecta, quiz¨¢ con alg¨²n grupo m¨¢s de amigas que de amigos. Se congregaban familias enteras (en primera fila estaba plantada una chica, acompa?ada de su madre, con un cartel pidiendo a los hermanos Mu?oz que acudieran a su boda), cuarentones nost¨¢lgicos y, tambi¨¦n, muchos que ni siquiera hab¨ªan nacido cuando Estopa edit¨® ese disco debut en el, para algunos, muy lejano 1999. El d¨ªa despu¨¦s, la banda repet¨ªa concierto en el antes conocido como Palacio de los Deportes, tambi¨¦n con todo agotado, como ha sido habitual en la mayor¨ªa de fechas de su larga gira Fuego, iniciada hace tres a?os e interrumpida por el coronavirus.
A la salida del concierto, de todo: desde un grupo de hombres talluditos cantando El del medio de Los Chichos como hooligans borrachos hasta unas adolescentes, probablemente a¨²n menores de edad, grabando un video para TikTok y encuestando a la gente sobre cu¨¢l hab¨ªa sido su canci¨®n favorita de la noche. ¡°Han cambiado el estilo un poco y se han actualizado, pero siguen en su rollo¡±, piensa Macarena, de 27 a?os, que no hab¨ªa visto nunca a Estopa en directo y acudi¨® con dos amigas de edades cercanas. ¡°Ten¨ªamos hermanos mayores que los escuchaban¡±, confirma otra. Una s¨ª pudo verles en la misma gira, en Valencia, antes de la pandemia, y decidi¨® animarse a repetir sin saber que el concierto de 2020 para el que ellas originalmente compraron entradas no se celebrar¨ªa hasta el pasado fin de semana. Con un precio de partida de en torno a 40 euros, el peque?o de los hermanos Mu?oz, Jos¨¦ (Cornell¨¢, 43 a?os), no dud¨® en reconocer desde el escenario la paciencia de su p¨²blico: ¡°Gracias por no devolverlas¡±.
La nostalgia era una de las razones m¨¢s repetidas por el sector juvenil del p¨²blico al pregunt¨¢rsele por lo que les hab¨ªa decidido a ir al concierto. ¡°Quer¨ªamos hacer un remember¡±, dice otra chica de 30 a?os, que solo ten¨ªa 6 cuando se fund¨® Estopa y acudi¨® con sus amigas de Santander de toda la vida. Las figuras inici¨¢ticas son una constante al hablar de c¨®mo lleg¨® este d¨²o catal¨¢n intergeneracional a las vidas de quienes no eran adultos en aquella ¨¦poca: ¡°Yo ten¨ªa unos primos mayores que lo escuchaban¡±. Tampoco pasa desapercibido el particular uso que hacen de las redes sociales los hermanos Mu?oz, donde, entre informaciones de sus conciertos, comparten chistes malos, ocurrencias arbitrarias y, por supuesto, algo que ya se ha convertido en un cl¨¢sico de todos los meses de junio (mes del Orgullo), un meme en s¨ª mismo: la bandera LGTBIQ+ con el nombre ¡°Estopa¡± superpuesto de manera no muy afanosa.
— Estopa (@estopaoficial) June 28, 2020
Durante el confinamiento, llegaron a congregar al mismo tiempo hasta a 175.000 personas en el concierto ac¨²stico que dieron a trav¨¦s de su Instagram. ¡°Creo que se han sabido comunicar bien con los j¨®venes, pero con un rollo muy anal¨®gico, muy a su manera. Nada de postureo. Rollo costumbrista a muerte¡±, dictamina Salu, de 30 a?os.
Con un recibimiento a ¡°todos, todas y todes¡± que son¨® tan sincero y poco impostado como las letras de sus canciones o su petici¨®n de acogida ¡°a los refugiados rusos y ucranianos¡±, a lo largo de dos horas, Estopa supo complacer sobradamente a su parroquia y darles la raci¨®n que esperaban de cl¨¢sicos de sus primeros discos, sin dejar de lado varios temas de Fuego, el trabajo que lanzaron en 2019 y que estaban presentando. Todo como si estuviera sacado de una c¨¢psula del tiempo, a excepci¨®n de los cuidados arreglos que aporta el grupo de m¨²sicos del que se rodean. Jos¨¦ Manuel Mu?oz sigue luciendo una trenza rasta de padawan de Star Wars y parece la ¨²nica persona que puede permit¨ªrselo en pleno 2022 con dignidad.
M¨¢s all¨¢ de su empleo espont¨¢neo de expresiones como ¡°qu¨¦ me est¨¢s container¡±, la brecha generacional solo se hizo realmente notable cuando los Mu?oz, enumerando a varios de sus ¨ªdolos, mencionaron a los futbolistas Romario y Hugo S¨¢nchez, comentario acogido con tal frialdad que cualquiera dir¨ªa que esas personas que luc¨ªan pancartas con frases como ¡°Aprend¨ª antes Cacho a cacho que a montar en bici¡± no hab¨ªan o¨ªdo hablar de tales individuos en su vida.
Dos personas que te encuentras en el Bar Manolo
Un valor a?adido y puede que capital para Estopa es que, adem¨¢s de un cancionero que se sabe hasta gente que nunca se ha parado a escucharlos (La raja de tu falda, Como Camar¨®n, Vino tinto, Tragicomedia, Ya no me acuerdo¡), los dos hermanos caen muy bien. Extrabajadores de una cadena de montaje de Seat crecidos en el bar que regentaban sus padres, la sencillez con la que se presentan, con la que se dan palmadas en la espalda cuando una interpretaci¨®n les queda especialmente bien o con la que bromean con su staff les da una imagen aut¨¦ntica y cercana por la que muchos otros artistas pelear¨ªan.
¡°No intentan crear una marca. Son paisanos, gente normal, t¨ªos que sientes que podr¨ªan ser tus amigos y que te los puedes encontrar en el Bar Manolo¡±, cree Salu. En el concierto, dedican canciones a su abuela, sin quien dicen que ser¨ªan ¡°unos mierdas¡±, tambi¨¦n a ¡°los que levantan Espa?a a las seis de la ma?ana¡±, y arrojan botellas de agua a la pista cuando parece que a alguien le est¨¢ dando un amarillo.
¡°Siendo ellos mismos han sabido enganchar a gente de hoy d¨ªa, eso es muy dif¨ªcil¡±, dice Ismael, hermano de Salu, de solo 18 a?os, que ten¨ªa 15 cuando compr¨® realmente la entrada para el concierto del WiZink Center. ¡°Desde peque?ito escucho a Estopa por mis hermanos mayores, aunque no entendiera sus letras. No pienso que la gente de mi edad los escuche tanto, salvo en fiestas de pueblo. Son totalmente diferentes a la m¨²sica que se hace ahora. A m¨ª sus cl¨¢sicos me transmiten mucha melancol¨ªa, porque me hacen acordarme de cuando era un ni?o, aunque las nuevas me gustan tambi¨¦n¡±, cuenta. ¡°Es algo muy familiar¡±, prosigue Salu. ¡°Recuerdo escuchar a Estopa con nuestros padres en la radio del coche. Los cuatro amigos que ten¨ªamos de vecinos en el barrio tambi¨¦n estaban escuchando todo el rato a Estopa. Son muchos recuerdos¡±. Y remacha: ¡°Estopa y Camela son lo m¨¢s transversal de este pa¨ªs¡±.
Del mismo modo que otras personas mayores han servido a Estopa de puente para llegar a un p¨²blico m¨¢s joven, Estopa tambi¨¦n ha sido, a su manera, una correa de transmisi¨®n de otro tipo de conocimiento, como ilustra otra espectadora, Marta, de 29 a?os: ¡°Gracias a ellos descubr¨ª los porros. Que yo no fumo porros, ?eh? Pero s¨¦ lo que son por sus letras¡±. ¡°Es m¨¢s, en el primer concierto al que fui de ellos fue donde ol¨ª por primera vez los porros. Le pregunt¨¦ a mi madre, que me acompa?aba porque era muy peque?a, y ella me lo explic¨®¡±, rememora. En un sentido parecido se manifiesta tambi¨¦n Salu: ¡°Hace unos a?os, en un viaje en coche que est¨¢bamos haciendo, nos pusimos Estopa y nos dimos cuenta de lo infantilizadas que ten¨ªamos las letras. Cuando en Partiendo la pana dicen ¡®Tiros y m¨¢s tiros en un bar¡¯, ?de peque?a yo pensaba que hablaban de un tiroteo!¡±.
Para Marta, cuyo primer ced¨¦ f¨ªsico fue Destrangis (2001), Estopa est¨¢ asociado a unos a?os de felicidad anteriores a la crisis, como otros fen¨®menos culturales de la ¨¦poca que han vivido un resurgimiento; v¨¦ase la serie Aqu¨ª no hay quien viva, que todav¨ªa figura muchas semanas en el Top 10 de lo m¨¢s consumido en Netflix. La huella que dejaron en su ¨¦poca est¨¢ siendo tambi¨¦n recogida, recientemente, por el cine espa?ol: en La abuela (2021), de Paco Plaza, la letra de La raja de tu falda tiene incluso cierto peso argumental (la protagonista encuentra su diario de infancia gracias a las claves musicales del estribillo), mientras que la directora Pilar Palomero (la ganadora del Goya por Las ni?as) tambi¨¦n ha recurrido a su m¨²sica para ambientar el drama adolescente La maternal, que se estrena este noviembre.
Sant Jordi a Barcelona amb un Madrile?o ?@c_tangana? y uns catalans de Cornell¨¤ ?@estopaoficial?
— Jordi ?vole (@jordievole) April 23, 2022
Minuto de oro de Pucho en el Sant Jordi. Magia. Fantas¨ªa. Gozadera. Noche hist¨®rica. Celebraci¨®n. Catarsis. ?xtasis. Gracias por tanto arte. pic.twitter.com/mZ4aWav9qJ
Incluso artistas que no podr¨ªan estar m¨¢s agarrados a la actualidad, como Rosal¨ªa, han reivindicado activamente a Estopa: la catalana, que acaba de cumplir 30 a?os, cant¨® a capela Tu calorro en la gala de premios de Los 40 y dedic¨® a los hermanos unas palabras en su concierto de este a?o en el Palau Sant Jordi, en el que record¨®, precisamente, que los primeros artistas a los que vio actuar all¨ª fueron ellos. Otro ¨ªdolo de esta d¨¦cada, C. Tangana, sac¨® a Estopa en su concierto del pasado abril en Barcelona y cant¨® con ellos Tu calorro. Despu¨¦s de casi 25 a?os reivindicando la herencia de la m¨²sica quinqui y de la rumba, los Mu?oz pueden estar seguros de haber dejado tambi¨¦n una holgada descendencia.
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