Infierno y gloria de Robbie Williams, el ¡°hooligan¡¯ arregladito¡± que fue el hombre con m¨¢s discos n¨²mero uno en Inglaterra
Tras distanciarse de Take That y convertirse en uno de los artistas que ha vendido m¨¢s discos en todo el mundo, el brit¨¢nico vuelve con una gira de 25 aniversario que lo traer¨¢ a Barcelona
¡°?Robbie se va de Take That!¡±. Para algunos, aquella fue la noticia tr¨¢gica que recordar¨¢n del verano de 1995. La boy band brit¨¢nica m¨¢s popular de todos los tiempos estaba en la cima de su carrera. Era, de hecho, la banda m¨¢s vendedora del Reino Unido en aquel momento, gracias sobre todo a su single Back For Good, n¨²mero uno en 31 pa¨ªses. Aunque no cumpl¨ªa la funci¨®n de l¨ªder, reservada a Gary Barlow, Robbie Williams (Staffordshire, 48 a?os) ten¨ªa el carisma y la personalidad, era el componente m¨¢s joven del grupo y tambi¨¦n el m¨¢s d¨ªscolo, de comportamiento incontrolable por su afici¨®n al alcohol y la coca¨ªna. Y en la f¨¦rrea disciplina de una boy band, no se pod¨ªan permitir individualidades tan fuertes.
Se cuenta que el manager decidi¨® expulsarlo a ra¨ªz de unas fotos en las que Williams aparec¨ªa de fiesta con los componentes de Oasis. La historia bien puede apuntar a una voluntad por parte del m¨²sico de seguir su propio camino. Un a?o despu¨¦s, lanzaba su primer single en solitario: una versi¨®n de Freedom, de George Michael, cargada de simbolismo y tambi¨¦n de riesgo. ?Qui¨¦n debuta con su visi¨®n de un ¨¦xito ajeno y, adem¨¢s, reciente? 26 a?os despu¨¦s, Robbie Williams atesora multitud de r¨¦cords (entre ellos, el de ser el solista con mayor n¨²mero de ¨¢lbumes en el n¨²mero uno en su pa¨ªs) pero, por aquel entonces, nadie daba un penique por su carrera. Fue el primer miembro que sali¨® de una boy band para competir con ella, y superarla, abriendo el camino para lo que luego har¨ªan Justin Timberlake (N¡¯ Sync) y Harry Styles (One Direction).
¡°Robbie tuvo que ganarse el respeto y la credibilidad. Ya sabemos los prejuicios que conlleva para cierto p¨²blico el proceder de una boy band. Su afilada iron¨ªa y ese nervio propio de quien tiene claro que va a triunfar, pase lo que pase, le hac¨ªan magn¨¦tico. Ten¨ªa una compa?¨ªa detr¨¢s dispuesta a convertirle en una superestrella y su apuesta por un pop-rock gen¨¦rico era una buena baza para conquistar al gran p¨²blico¡±, afirma Agust¨ªn G¨®mez Cascales, cr¨ªtico musical y redactor jefe de la revista Shangay. ?l era fan de Williams en aquella ¨¦poca, al igual que Patricia Alvarado, responsable del blog de periodismo musical Afterpop, que ten¨ªa 14 a?os cuando el m¨²sico abandon¨® la que era su banda favorita. ¡°Con Freedom, Robbie ten¨ªa v¨ªa libre para iniciar una gloriosa carrera, sus antiguos compa?eros estaban fuera de juego, pero lo que fue liberador para m¨ª fue su primer ¨¢lbum, Life Thru A Lens, que lleg¨® a mi vida para desatar todo ese deseo sexual adolescente y engancharme a¨²n m¨¢s a la figura de Williams¡±.
Por su parte, para J. Mart¨ªnez, del fanzine Atajo Masivo, Take That se acab¨® cuando ¨¦l termin¨® el colegio. ¡°M¨¢s que el debut de Robbie recuerdo el peso de su ausencia en el v¨ªdeo de How Deep Is Your Love?, que mostraba a los dem¨¢s componentes del grupo abandonados a su suerte, versionando a Bee Gees al borde del abismo. Despu¨¦s, su primer tema en solitario que salta en mi cabeza es Old Before I Die. Ah¨ª estaba el intento de Guy Chambers, productor del proyecto, de plagiar a Oasis y alcanzar un sonido familiar para millones de personas¡±.
Life Thru A Lens se public¨® hace 25 a?os, el 29 de septiembre de 1997. A d¨ªa de hoy, lleva vendidas cuatro millones de copias, pero, en su momento, tard¨® bastante en arrancar. La diferencia la marc¨® su cuarto sencillo, la balada Angels, que fue la que propuls¨® a Williams hacia un estrellato a¨²n m¨¢s brutal que el que mostraba la portada de su disco, con el ¨ªdolo rodeado de fot¨®grafos. La recepci¨®n de este tema en Reino Unido fue tan exagerada que a¨²n sigue copando all¨ª listas de las mejores canciones del siglo XX o encabezando los rankings de las que m¨¢s suenan en bodas y funerales. Pero, mientras el astro se convert¨ªa en carne de tabloide, en un artista transversal capaz de gustar a ni?os y abuelas, ejecutivos, amas de casa y p¨²blico indie, fuera de su pa¨ªs era m¨¢s dif¨ªcil de vender.
¡°Cuando arras¨® con Angels fue cuando se convirti¨® en un objetivo internacional y nosotros nos pusimos manos a la obra, pero solamente conseguimos mantener a la base de Take That¡±, recuerda ?ngel Tejero, que era su representante de prensa en la oficina espa?ola de EMI en aquella ¨¦poca. Peor resultaba en EE UU y Canad¨¢, como recuerda su jefa de producto en aquel entonces en la oficina de Toronto, Carole McDonald: ¡°Yo ni siquiera conoc¨ªa a la boy band Take That, no eran tan conocidos all¨ª, as¨ª que la gente no sab¨ªa qui¨¦n era Robbie. Cuando obtuvo m¨¢s ¨¦xito en Europa fue cuando entr¨® en nuestro radar, pero cost¨® lo suyo¡±. ¡°El p¨²blico nuevo empez¨® a llegar con el single Millennium, en 1998, pero cuando lo pet¨® en Espa?a fue con Rock DJ en el 2000¡å, a?ade Tejero. ¡°Fue un trabajo arduo, porque la compa?¨ªa quer¨ªa diferenciarlo de Take That y convertirlo en un cantante para todos los p¨²blicos, y no lo terminamos de conseguir hasta aquel momento¡±.
¡°Era muy evidente que su apuesta estaba destinada al mercado brit¨¢nico¡±, argumenta G¨®mez Cascales. ¡°Al fin y al cabo, vend¨ªa una versi¨®n pulida del hooligan tradicional y adopt¨® el britpop que arrasaba en sus inicios como base para su sonido. Por eso le cost¨® tanto que las cifras millonarias que obten¨ªa en el Reino Unido tuvieran equivalencia en el resto del mundo. Fueron las baladas las que le convirtieron en estrella global, por mucho que en su repertorio al principio fuesen contadas. Tambi¨¦n sus colaboraciones con Kylie Minogue, Pet Shop Boys o Nicole Kidman ayudaron a abrir mercados y a entrar en nichos en los que de primeras no atra¨ªa. Y que haya sabido amoldarse a sonidos y propuestas que en principio no le representaban le ha ayudado mucho¡±.
Una monta?a rusa psicol¨®gica
En lo que no pareci¨® ayudar su borrachera de popularidad fue en la gesti¨®n de sus adicciones y en su monta?a rusa psicol¨®gica, que han sido asuntos recurrentes en todo lo que se ha publicado sobre el cantante en este cuarto de siglo. Tejero recuerda que, cuando ven¨ªa de promoci¨®n a Espa?a, acud¨ªa siempre rodeado de un s¨¦quito que inclu¨ªa a representantes de su discogr¨¢fica brit¨¢nica, un guardaespaldas que tambi¨¦n le proporcionaba lo que necesitara en cada momento y, en general, un equipo que ¡°estaba ah¨ª para no dejar que descarrilase, porque este t¨ªo era una persona bastante atormentada y necesitaba gente a su alrededor que le llevara por el buen camino. ?l tiene mucho carisma, pero nunca te pod¨ªas dirigir directamente a ¨¦l, no era una persona con quien pudieses tener una conversaci¨®n o sentarte a comer en la misma mesa. Yo creo que toda esa corte que ten¨ªa a su alrededor lo convert¨ªa en un personaje con el que era complicado trabajar, no lo hac¨ªa agradable, pero yo no creo sinceramente que fuera por ¨¦l. No lo recuerdo como mala gente ni como un gilipollas ni nada por el estilo¡±.
¡°?l es encantador y muy divertido¡±, asegura Carole McDonald, quien s¨ª pudo tener un trato m¨¢s cercano. Tal vez ese extra?o clima entre su equipo y ¨¦l, a?adido a sus altibajos e inseguridades, fuese lo que provocara desencuentros como el que recuerda el redactor jefe de Shangay: ¡°Le entrevist¨¦ en Londres en 1998. Era ese momento clave en que o se afianzaba o se hund¨ªa, y debo reconocer que me sorprendi¨® para mal, porque la imagen que proyectaba de joven canalla, cercano y abierto no concord¨® con el Robbie Williams que me encontr¨¦¡±, explica. ¡°Solo se mostr¨® divertido y ocurrente mientras estuvo la grabadora encendida, aunque tirando en exceso de lugares comunes. Se notaba demasiado que estaba trabajando, hab¨ªa que tirarle de la lengua constantemente a la hora de conseguir respuestas con chicha y eso nunca ayuda a la hora de transmitir que quiere regalar algo especial. Mi decepci¨®n fue supina¡±.
Lo cierto es que, de aquel momento clave, Williams sali¨® fortalecido, y no dej¨® de crecer. En 2002 firm¨® con EMI el contrato discogr¨¢fico m¨¢s cuantioso de la historia en Reino Unido (80 millones de libras esterlinas de la ¨¦poca, casi 92 millones de euros) y, un a?o despu¨¦s, llen¨® durante tres noches consecutivas el m¨ªtico Knebworth Park, algo que ning¨²n otro artista hab¨ªa conseguido antes. M¨¢s inesperada todav¨ªa fue su vuelta a Take That en 2010, reescribiendo la historia de la banda y cambiando su final. Dej¨¢ndolo, incluso, abierto. Y aunque parezca que, en la ¨²ltima d¨¦cada, hab¨ªa desaparecido del ojo p¨²blico, actu¨® en la ceremonia de apertura del Mundial de f¨²tbol en Mosc¨², en 2018.
?Cu¨¢les han sido las claves de su longevidad en la cima del ¨¦xito? ¡°Robbie Williams ha jugado a desmembrar a la estrella del pop y a engorilar la sofisticaci¨®n impostada del crooner. Y por si fuera poco, ha sobrevivido a s¨ª mismo¡±, opina J. Mart¨ªnez. Seg¨²n Patricia Alvarado, ¡°para ¨¦l, el arte es puro entretenimiento. Se entrega por completo al gran p¨²blico para divertirlo, lo que en alguna ocasi¨®n le ha valido el calificativo de buf¨®n. No le importa disfrazarse como los miembros de Kiss, convertirse en un James Bond o incluso en un crooner fatal al estilo a?os 50, entre mil cosas m¨¢s. Y cuando baja del escenario es a¨²n m¨¢s exc¨¦ntrico: teme un ataque alien¨ªgena, se pone al borde de la muerte por una dieta de pescado y hace cosas horribles como convertir el parto de su mujer en un circo. Te preguntas si eso tambi¨¦n es parte del espect¨¢culo, lo que me parecer¨ªa todav¨ªa m¨¢s espantoso. Al final, perdonas algunas cosas, cuando le escuchas hablar constantemente de redenci¨®n en sus canciones o actuar como un ni?o chico haciendo de hincha en el v¨ªdeo de Three Lions, de los Lightning Seeds. Robbie es una m¨¢s de esas almas rotas de la industria y act¨²a como tal, pero ahora s¨ª puede gritar a los cuatro vientos que es imbatible. Su carrera es redonda. Le avalan los premios y los n¨²meros uno: en Reino Unido ya cuenta con 13, dos menos que los Beatles. Habr¨¢ quien no le soporte, pero en general le adoran porque Robbie es asquerosamente humano; es posible ver en ¨¦l una parte de nosotros mismos. ?D¨®nde le llevar¨¢ esa enorme capacidad de reinvenci¨®n que posee? Yo me muero de curiosidad por descubrirlo¡±, afirma la responsable de Afterpop.
¡°Lo vi en Madrid en su ¨²ltima visita en directo, en 2015, en una ¨¦poca en que ya no le segu¨ªa con la misma fe. Me volvi¨® a sorprender, porque manten¨ªa la capacidad para meterse al p¨²blico en el bolsillo intacta, y ya con toda la experiencia de quien sabe manejar sin problema un show para la gran masa. El que nace buen showman, lo es hasta el final, por mucho que se descarr¨ªe en el camino¡±, concluye Agust¨ªn G¨®mez Cascales. Pr¨®xima rev¨¢lida, el 24 y 25 de marzo en el Palau Sant Jordi de Barcelona, en una gira presentada como XXV Tour. 25 a?os de ¨¦xitos.
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