Han nacido dos estrellas: c¨®mo Alberto Olmo y Luna Pamies pasaron de desconocidos a promesas del cine espa?ol

Ni siquiera los alt¨ªsimos tacones con los que ha posado en la sesi¨®n de fotos impiden que Luna Pamies (Orihuela, 19 a?os) se quede quieta durante m¨¢s de un minuto. En cambio Alberto Olmo (Murcia, 24) se encuentra tan c¨®modo con el jersey de colores jamaicanos que le ha puesto la estilista que, mientras espera su turno, se mueve con lenta cadencia reggae. Pero tienen mucho en com¨²n. Olmo y Pamies eran dos j¨®venes totalmente desconocidos hasta que protagonizaron El agua, la ¨®pera prima de Elena L¨®pez Riera estrenada el pasado noviembre que cosech¨® dos nominaciones a los Goya de este a?o ¡ªpara Riera y Pamies, que no ganaron¡ª. El chasco de los premios, sin embargo, no quita lo evidente: el talento y el magnetismo de estos dos int¨¦rpretes que, antes de empezar la entrevista, piden permiso para fumar un ¨²ltimo cigarrillo. Misma excusa que utilizan sus personajes en El agua para darse el primer beso.

Pamies ha cogido un AVE desde Alicante para estar aqu¨ª. Est¨¢ un poco cansada porque lleva toda la semana trabajando. Aunque el pasado 11 de febrero estuvo a punto de llevarse el premio Goya a la mejor actriz revelaci¨®n, de lunes a viernes trabaja reformando y pintando las casas que desaloja una entidad financiera. ¡°De algo hay que comer¡±, aduce, sin asomo de amargura, esta joven a quien ¡ªy no solo por el f¨ªsico¡ª comparan con Zendaya, la carism¨¢tica actriz de 26 a?os que, gracias a su papel de adolescente adicta a las drogas en Euphoria, se ha convertido en una de las m¨¢s aplaudidas del momento.

Olmo tampoco vive del cine. Llevaba a?os esperando una oportunidad como esta y, aunque se siente afortunado, procura ser realista sobre su futuro en la profesi¨®n: ¡°Tengo amigos que llevan estudiando interpretaci¨®n 11 a?os y son m¨¢quinas actuando, pero no han trabajado nunca. Este mundo es as¨ª¡±, lamenta. Le pesa m¨¢s la realidad en la que vive que los comentarios de quienes ven en ¨¦l al pr¨®ximo seductor o a una futura estrella del cine espa?ol. ¡°Soy camarero¡±, zanja. ¡°Me encantar¨ªa decirte que soy actor, pero en cuanto termine la entrevista me ir¨¦ a trabajar y volver¨¦ a ser camarero¡±.

El agua se rod¨® con int¨¦rpretes no profesionales, con excepci¨®n de B¨¢rbara Lennie y Nieves de Medina. L¨®pez Riera se apropi¨® de las leyendas que escuchaba desde ni?a sobre los peri¨®dicos desbordamientos del r¨ªo para contar una historia que mezcla el g¨¦nero documental y el realismo m¨¢gico. La realizadora naci¨® en Orihuela, concretamente en la comarca de la Vega Baja del Segura, lugar de origen del poeta Miguel Hern¨¢ndez y tambi¨¦n de Pamies, que en una ocasi¨®n fue rescatada de una riada por un cami¨®n de la UME (Unidad Militar de Emergencias). ¡°No pod¨ªamos salir de casa porque est¨¢bamos acorralados por el agua¡±, recuerda, con una frase que podr¨ªa haber sido sacada del guion de la pel¨ªcula.

El campo, el verano en el pueblo, las raves en mitad de la nada, el ma?aneo a la orilla del r¨ªo... La pel¨ªcula est¨¢ entre lo costumbrista, lo generacional y la poes¨ªa. Y fue ella la que encontr¨® a Pamies, que en aquel momento estaba sac¨¢ndose la ESO a trav¨¦s de una FP B¨¢sica de Peluquer¨ªa y Est¨¦tica. ¡°Yo hice esta pel¨ªcula sin querer. Creo mucho en el destino, que te pone las cosas delante cuando m¨¢s lo necesitas¡±, afirma. Conoci¨® a la directora con 15 a?os, durante el botell¨®n de unas fiestas de San Bartolom¨¦ ¡ªuna pedan¨ªa de Orihuela¡ª, lugar donde ¡°si hay un supermercado es de milagro¡±. L¨®pez Riera se paseaba entre la multitud, junto a otros miembros del equipo, en busca de los protagonistas de la obra que llevaba preparando cinco a?os. ¡°Nos ¨ªbamos escondiendo de ellas porque pens¨¢bamos que eran [polic¨ªas] secretas¡±, r¨ªe Pamies. ¡°Oye, qu¨¦ sexy vas¡±, le dijo la realizadora. ¡°Estamos buscando a gente para hacer una pel¨ªcula¡±. ¡°?Una pel¨ªcula, pero esto qu¨¦ mierda es?¡±, contest¨® ella. Al final, accedi¨® a darles su nombre y su n¨²mero de tel¨¦fono. ¡°Confieso que lo primero que pens¨¦ es que deb¨ªan estar buscando a alguien para rodar la segunda parte de Criando ratas [una pel¨ªcula de cine quinqui]¡±, bromea.

Entonces, la futura protagonista de El agua era ¡°una adolescente rebelde¡±, que pod¨ªa estar sin pasar por casa desde el viernes hasta el lunes. ¡°Mi madre me encerraba para que no me fuese otra vez de fiesta y yo me escapaba: abr¨ªa la ventana, saltaba al tejado, de ah¨ª al coche y me iba¡±. Una rutina muy com¨²n en su entorno. ¡°Es lo ¨²nico que se hace en los pueblos. Se empieza todo muy pronto. Ves a las ni?as de 12 a?os que tienen prisa por perder la virginidad, a los ni?os de 13 fumando porros... M¨¢s de una vez he visto a padres e hijos drogarse juntos. Es un ambiente malo lleno de corazones buenos¡±, dice. Ya ha dejado atr¨¢s ese estilo de vida, concretamente desde que conoci¨® a su novio Rom¨¢n el pasado mes de mayo, y gracias a su relaci¨®n con L¨®pez Riera, que la ayud¨® a ¡°ser m¨¢s responsable¡± y centrarse en su carrera. ¡°Me di cuenta del da?o que me estaba haciendo a m¨ª y a mi familia¡±, cuenta.

Olmo es del barrio de La Flota, en Murcia. ?l nunca ha sufrido una riada, pero ha visto c¨®mo se perd¨ªan cultivos enteros: ¡°En cuanto llueve mucho, la huerta de Murcia se inunda entera y se echa a perder¡±. A los 16 a?os se mud¨® con un amigo ¡°para vivir la aventura¡±, sacando dinero de cualquier sitio. ¡°El primer trabajo que tuve fue de comercial de gas natural. Iba tocando las puertas de las casas y sobre todo minti¨¦ndole a la gente. Ese fue uno de los primeros contactos que tuve con la interpretaci¨®n¡±, r¨ªe.

Su vida cambi¨® el d¨ªa en que un amigo le pas¨® una captura de pantalla con el anuncio de una pel¨ªcula en la que se buscaba a gente sin experiencia. ¡°Le¨ª la descripci¨®n del personaje y me di cuenta de que se parec¨ªa mucho a m¨ª¡±. No le dio tiempo a presentarse al casting porque ten¨ªa una entrevista de trabajo. Por suerte, le dieron una direcci¨®n de correo electr¨®nico al que envi¨® una presentaci¨®n personal. A los meses le convocaron para una prueba en Orihuela. ¡°Fui con cinco colegas, y la hicimos todos¡±. No supo nada m¨¢s en ocho meses. En ese tiempo se mud¨® a Madrid. La directora no le perdi¨® la pista y, en enero de 2021, le llam¨® para pedirle que bajara a Murcia a hacer las ¨²ltimas audiciones. All¨ª conoci¨® a Pamies y a Pascual Valero, el actor que da vida a su padre. ¡°Fue una alegr¨ªa inmensa, yo estaba en Madrid pasando hambre, sin trabajo, de bajona total¡±.

Todo el proceso de preparaci¨®n les sirvi¨® para conocerse mejor y para terminar de rellenar algunos huecos en el guion, directamente basado en las vivencias de los j¨®venes int¨¦rpretes. Los personajes de B¨¢rbara Lennie y Nieves de Medina tienen los nombres de las dos hermanas de Pamies, quien a su vez los lleva tatuados en el pecho. Olmo asegura que una de las razones por las que consigui¨® el papel fueron los paralelismos entre su historia personal y la de Jos¨¦, a quien da vida en El agua. ¡°Creo que a Elena le gust¨® mi mirada, todo lo que puede contener, como haber estado casi viviendo en la calle y pasar por cosas que uno no deber¨ªa haber vivido tan joven¡±, cuenta.

Los ensayos, que en el caso de Pamies se llevaron a cabo en un huerto al lado de su casa, trataban m¨¢s de crear v¨ªnculos entre ellos que de memorizar los textos. ¡°?ramos muy libres, jug¨¢bamos mucho, le¨ªamos poes¨ªa, imit¨¢bamos animales¡±, dice la int¨¦rprete alicantina, que sinti¨® un profundo alivio cuando Olmo se uni¨® al reparto. ¡°Los primeros castings los hice con chicos de mi pueblo a los que les daba verg¨¹enza besar a una chica que no fuera su novia¡±, recuerda.

Ninguno esperaba que el largometraje pudiera llegar tan lejos. ¡°Yo me lo empec¨¦ a creer cuando se hizo oficial que se presentaba en Cannes¡±, dice Olmo. ¡°Y tuve que esperar a verlo con mis propios ojos en la programaci¨®n del festival¡±. All¨ª fue donde vieron la pel¨ªcula por primera vez. ¡°Cuando abrieron las puertas y me encontr¨¦ a toda esa gente me puse a llorar como una loca. Me cogi¨® Elena de la mano y me subi¨® al escenario porque yo estaba temblando¡±, recuerda Pamies. Olmo nunca olvidar¨¢ los seis minutos de aplausos que les dedic¨® el p¨²blico. ¡°No sab¨ªa d¨®nde mirar y no dejaba de preguntarme: ¡®?Qu¨¦ estamos haciendo nosotros aqu¨ª?¡±.

Despu¨¦s de circular por cert¨¢menes de todo el mundo (Melbourne, Toronto), El agua recibi¨® dos nominaciones a los Goya en las categor¨ªas de mejor direcci¨®n novel y actriz revelaci¨®n. Fueron las dos juntas, Pamies y L¨®pez Riera, pero al final ninguna de las dos regres¨® con el galard¨®n a casa. Para la joven alicantina, la experiencia fue peor de lo que imaginaba. ¡°Hay mucho glamour, pero te das cuenta de que todo es mentira. Es como un escaparate y nadie act¨²a de manera natural. Todos tenemos comportamientos falsos cuando nos vemos en una alfombra roja. Fue bonito conocer a tanta gente, pero hab¨ªa una parte extra?a. No se siente ese amor que yo percib¨ª en otros festivales, un cari?o hacia el cine muy diferente¡±. Todas las excelentes cr¨ªticas que ha recibido en estos meses no la han librado del s¨ªndrome del impostor: ¡°Hay mucha gente que ha estado trabajando mucho tiempo y de repente llego yo as¨ª, de la nada. ?Se pensar¨¢n que soy una intrusa! Tambi¨¦n he escuchado un par de comentarios de: ¡®Ay, mira, la del botell¨®n¡±.

La pel¨ªcula les ha cambiado la vida, aunque hay cosas que siguen igual. Como una precariedad econ¨®mica que, para Olmo, es m¨¢s acusada desde que cambi¨® Murcia por un piso en el barrio capitalino de Ant¨®n Mart¨ªn. ¡°Madrid es mucho m¨¢s caro¡±, afirma. El actor conserva sus amistades de siempre en La Flota, con quienes sigue hablando a diario. Pamies asegura que El agua le ha abierto un horizonte de posibilidades que no existe para la gente que vive en los pueblos. ¡°Ning¨²n padre le va a decir a su hijo: ¡®Venga, t¨² puedes ser actor¡¯. Ning¨²n chico se va a plantear estudiar interpretaci¨®n porque ni siquiera sabe que eso es un trabajo. El pueblo no te deja ver m¨¢s all¨¢. Se r¨ªen de ti por so?ar con ello¡±. Es una maldici¨®n parecida a la que pesa sobre la estirpe de mujeres a la que pertenece en la ficci¨®n. ¡°Yo creo que todo el mundo en el pueblo se siente identificado con lo de querer salir de ah¨ª. Aunque ames tu pueblo, lo odias al mismo tiempo¡±.

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