C¨®mo vestir para viajar en el tiempo

Para viajar en el tiempo, as¨ª ya de entrada, lo m¨¢s recomendable es vestir como para viajar a cualquier otro sitio: es decir, c¨®modo y discreto. Ambas cosas te ayudar¨¢n mucho si viajas, por ejemplo, a la ¨¦poca de los dinosaurios: la discreci¨®n impedir¨¢ que presentes un perfil muy conspicuo (y apetitoso) mientras que la comodidad te permitir¨¢ salir pies en polvorosa si van mal dadas en el Cret¨¢cico. En algunos desplazamientos temporales, sin embargo, has de tener cuidado con que la comodidad no perjud...

Para viajar en el tiempo, as¨ª ya de entrada, lo m¨¢s recomendable es vestir como para viajar a cualquier otro sitio: es decir, c¨®modo y discreto. Ambas cosas te ayudar¨¢n mucho si viajas, por ejemplo, a la ¨¦poca de los dinosaurios: la discreci¨®n impedir¨¢ que presentes un perfil muy conspicuo (y apetitoso) mientras que la comodidad te permitir¨¢ salir pies en polvorosa si van mal dadas en el Cret¨¢cico. En algunos desplazamientos temporales, sin embargo, has de tener cuidado con que la comodidad no perjudique la discreci¨®n: a un tiranosaurio le importar¨¢ una higa que calces unas zapatillas deportivas de marca ¨Cexcepto en lo que afecte a tu velocidad punta¨C pero unas New Balance Fresh FoamX 1080 v12 de running pueden dar el cante si tratas de salvar a JFK en Dallas en 1963 o si viajas a Troya (como hac¨ªan los protagonistas de El t¨²nel del tiempo en un cap¨ªtulo de aquella notable serie de los a?os sesenta) y te las ve Aquiles y te las quiere cambiar por Briseida. Si viajas al futuro, por otro lado (o por donde sea), tus zapatillas de marca ya no ser¨¢n tan guais, l¨®gicamente, aunque es cierto que eso tampoco te lo van a afear los Morlocks antes de comerte. Todo esto puede parecer una absoluta marcianada (v¨¦ase la anterior entrega C¨®mo vestir para recibir a los extraterrestres), pero el viaje en el tiempo es un asunto muy serio y consecuentemente qu¨¦ te pones para realizarlo ha de serlo tambi¨¦n, digo yo (v¨¦ase Interestellar y los bien que le queda todo a Matthew David McConaughey, incluso en un agujero negro).

He le¨ªdo al respecto (del viaje en el tiempo, no de la moda para viajar en el tiempo, que es un tema pionero m¨ªo) Viajar en el tiempo, precisamente, de James Gleick (Cr¨ªtica), un ensayo cient¨ªfico que repasa las ideas sobre ese anhelo de la humanidad prestando atenci¨®n a lo que han dicho de ello la f¨ªsica, la literatura (especialmente la ciencia ficci¨®n, claro), la filosof¨ªa, el cine y diversas manifestaciones de la cultura popular. Gleick es bi¨®grafo de Newton (Isaac, no Helmut) y de Richard Feynman, experto en electrodin¨¢mica cu¨¢ntica y en la f¨ªsica de la superfluidez del helio l¨ªquido subenfriado, a quien no se me ocurre con qui¨¦n confundirlo. Me he saltado algunas p¨¢ginas enrevesadas relativas a la f¨ªsica (yo estoy por las respuestas sencillas a la pregunta de qu¨¦ es el tiempo: lo que averiguas al mirar el reloj), pero el libro me ha resultado muy entretenido y estimulante. Uno de los grandes problemas de viajar al futuro, por lo visto, con o sin coche DeLorean, es encontrarte contigo mismo: porque produce paradojas temporales, incluida, a?ado yo, la de verte a ti mismo en persona vestido de los a?os setenta (?pantalones de piel de melocot¨®n con pata de elefante!), por no hablar de tener que ver c¨®mo bailabas y tratabas de ligar. Sorteando algunas opiniones revientart¨ªculos que sostienen que solo se puede viajar en el tiempo desnudo, lo que aparte de ser embarazoso impedir¨ªa llevarte una colecci¨®n de John Galliano a la Inglaterra de Cromwell y hacerte un nombre (o que te quemaran por brujo), mi opini¨®n es que nadie ha viajado en el tiempo tan admirablemente vestido como el protagonista de La m¨¢quina del tiempo, de H. G. Wells, en la versi¨®n cinematogr¨¢fica en que lo encarnaba Rod Taylor: ?si el que el t¨ªo llevaba hasta bat¨ªn!, ?se puede imaginar mayor comodidad? Claro que se lo ha de quitar cuando lo persiguen los antes citados Morlocks en el a?o 802701, hasta donde se desplaza para encontrar a Yvette Mimieux, ?pudiendo haber viajado a hace un mill¨®n de a?os y citarse con Raquel Welch!

Gleick se?ala que las razones m¨¢s habituales por las que la gente desear¨ªa viajar en el tiempo, aparte de matar a Hitler y cuidarte m¨¢s la dentadura, son ganar dinero en las apuestas y revivir amores del pasado (evitando los errores que cometimos), pero a saber qu¨¦ pasar¨ªa con el efecto mariposa. En fin, cada uno. De momento podemos ir haciendo la maleta con toda tranquilidad, pues como apunt¨® Stephen Hawking tras organizar una fiesta para viajeros del tiempo y enviar las invitaciones una vez celebrada: ¡°Estuve esperando un buen rato, pero no vino nadie¡±.

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