De las denuncias entre los Beatles al tel¨¦fono para afectadas por Take That: rupturas de grupos que fueron un trauma
Zayn Malik abandon¨® One Direction y cosech¨® reacciones perturbadoras. BTS se han ido a la mili, dejando en vilo su carrera (y a sus fans). La separaci¨®n de un grupo puede ser peor que un disgusto sentimental
En un cap¨ªtulo de la serie de animaci¨®n para adultos Metalocalipsis (2006), protagonizada por la banda de death metal Dethklok, un noticiario informaba de un suicidio masivo de seguidores despu¨¦s de que el grupo, por en¨¦sima vez, pospusiese la salida de su nuevo ¨¢lbum. En otro episodio, se relataba el periplo al c¨ªrculo polar ¨¢rtico de cientos de aficionados para asistir a un concierto de una sola canci¨®n, previa firma de una exenci¨®n de responsabilidades sobre su posible muerte durante el espect¨¢culo. Par...
En un cap¨ªtulo de la serie de animaci¨®n para adultos Metalocalipsis (2006), protagonizada por la banda de death metal Dethklok, un noticiario informaba de un suicidio masivo de seguidores despu¨¦s de que el grupo, por en¨¦sima vez, pospusiese la salida de su nuevo ¨¢lbum. En otro episodio, se relataba el periplo al c¨ªrculo polar ¨¢rtico de cientos de aficionados para asistir a un concierto de una sola canci¨®n, previa firma de una exenci¨®n de responsabilidades sobre su posible muerte durante el espect¨¢culo. Parodia del mundo del metal y de los fen¨®menos fan m¨¢s extremos, la realidad ha demostrado, sin embargo, que el aut¨¦ntico heavy se localiza en dosis mayores entre comunidades de adolescentes apasionadas por la boy band de turno que entre adoradores de ning¨²n conjunto supuestamente sat¨¢nico o dedicado a la nostalgia vikinga. Al menos, cuando se trata de reacciones extremas al grupo colgando definitivamente las guitarras, el micr¨®fono o el teclado con el bot¨®n del playback.
Bien es cierto que en el metal se tiende m¨¢s a la longevidad, como demuestran las dilatadas carreras de dinosaurios como Iron Maiden o Judas Priest; aparte de que un fan septuagenario probablemente asista con m¨¢s empat¨ªa que c¨®lera a que su ¨ªdolo se aparte de los escenarios por los achaques de la edad. La canci¨®n cambia en el caso de ef¨ªmeros grupos definidos por su jovialidad: chicos y chicas en la flor de la vida, devorados por un ¨¦xito adolescente enorme, para quienes cantar bien y ser guapos se convierte en una maldici¨®n de la que escapar, aunque suponga dejar por el camino, henchidas en vac¨ªo existencial, a millones de personas que les hab¨ªan jurado amor y lealtad eterna demasiado r¨¢pido. ¡°Lo que sucede tiene mucho que ver con el miedo a perder la juventud, porque algo caduca, se pierde para siempre¡±, cree, consultada por ICON, la psicoanalista argentina Morella Mor, que aplica sus investigaciones al mundo de la m¨²sica. ¡°Las bandas ponen palabras a nuestro desamor, a las injusticias que experimentamos, a veces dan voz a sentimientos que de adolescentes no podemos decir. Pueden ser una pr¨®tesis simb¨®lica muy fuerte¡±.
¡°Hay un mont¨®n de grupos de amigos que se construyen porque se socializa en torno a un grupo de m¨²sica. Toda una vida puede formarse a trav¨¦s de ese v¨ªnculo¡±, a?ade. Para Mor, la persona aficionada, en su duelo por la disoluci¨®n de una banda o, en casos extremos, por el fallecimiento repentino de un ¨ªdolo, ¡°debe preguntarse qu¨¦ pas¨® o qu¨¦ falt¨® en su vida para que decidiera colocar a un famoso en un lugar tan extremadamente importante y propio de un ser querido, como si fuese una hermana, un padre o un amigo ¨ªntimo¡±. Y tambi¨¦n agradecer el que ese grupo con el que se ha tenido una conexi¨®n tan profunda haya llegado siquiera a existir: ¡°El que un grupo de personas quiera ir al mismo puerto, que deseos individuales converjan en un mismo punto y se sostengan en el tiempo, es un milagro, una alquimia que requiere much¨ªsima voluntad¡±. Ahora, intente explicarle eso a todas estas fans desconsoladas.
Take That
La respuesta espa?ola a Esperando a Godot lleg¨® de la mano de Telecinco en 1996, dentro del programa Esta noche cruzamos el Mississippi. Take That, la banda comercialmente m¨¢s grande del momento, hab¨ªa anunciado su disoluci¨®n en febrero. ¡°Desafortunadamente los rumores son ciertos. How deep is your love ser¨¢ nuestro ¨²ltimo sencillo juntos y Greatest Hits nuestro ¨²ltimo ¨¢lbum¡±, dijo solemnemente Gary Barlow en rueda de prensa. Un a?o antes, Robbie Williams hab¨ªa tomado la decisi¨®n de abandonar el grupo por la mala relaci¨®n con sus compa?eros, adem¨¢s de sus adicciones. En una pieza clave de nuestra cultura contempor¨¢nea televisiva, varias fans aguardan en el aeropuerto de Madrid la llegada del grupo para una ¨²ltima actuaci¨®n. Entre informaciones confusas sobre la puerta por la que saldr¨¢n, datos err¨®neos y carreras terminal arriba terminal abajo, pasan las horas y no hay rastro de la banda.
¡°Cuando me enter¨¦ de que se separaban dije que me iba a suicidar, porque lo estaba pasando muy mal. Hemos sido capaces de cualquier cosa y dar¨ªamos todo por ellos¡±, empieza contando a la reportera una de las adolescentes all¨ª agolpadas. ¡°Un d¨ªa en clase cog¨ª la tapa del boli, me empec¨¦ a rascar hasta que me sali¨® sangre y me hice el s¨ªmbolo de ellos¡±, declara otra. Una de las madres presentes invita a dejar de preocuparse por el asunto explicando que ¡°a su edad tambi¨¦n estaba loca por los Beatles¡±, llamada a la calma que ella misma rompe poco despu¨¦s al definirlos como ¡°unos pedazo de cabrones¡± por no aparecer. La incomprensi¨®n de la periodista hacia los gritos de las adolescentes se da de bruces con la elocuencia de otra portavoz, que le explica: ¡°Est¨¢n buen¨ªsimos, ?es que no lo ves?¡±. Preguntadas por la disoluci¨®n de Take That, una indignada seguidora lamenta que se diga que la presi¨®n de las fans ha hecho mella en el grupo con la p¨ªldora de filosof¨ªa jur¨ªdica ¡°?No tenemos derecho a quererlos?¡±, mientras otra expeditivamente describe la tragedia como ¡°una putada como una casa¡±.
En Reino Unido, la asociaci¨®n ben¨¦fica Samaritans lleg¨® a poner un tel¨¦fono a disposici¨®n de las aficionadas de Take That heridas por su separaci¨®n. Quienes, pasada su juventud, mantuvieron la fe en un regreso fueron recompensadas: una d¨¦cada despu¨¦s, el grupo se reform¨® e incluso Robbie Williams regres¨® puntualmente para una gira y un disco. El nuevo ¨¢lbum con el quinteto al completo, Progress (2011), bati¨® el r¨¦cord de ejemplares vendidos en un solo d¨ªa.
Spice Girls
El pasado mayo se cumplieron 25 a?os de la salida de Geri Halliwell de Spice Girls y, con ella, del principio del fin de una banda que se encontraba en la cima del ¨¦xito. A finales de 1997, hab¨ªan estrenado Spiceworld: La pel¨ªcula, el otro taquillazo de las Navidades de Titanic, donde hac¨ªan cameos todas las celebridades del momento y por poco no se sum¨® el entonces primer ministro laborista Tony Blair (las declaraciones de Halliwell describiendo a Margaret Thatcher como ¡°la primera Spice Girl¡±, extremo negado a?os despu¨¦s por Mel C, quiz¨¢s pesasen). Levantaban pasiones en todo el globo: el presidente sudafricano Nelson Mandela, h¨¦roe de la lucha contra el apartheid que pas¨® 27 a?os en la c¨¢rcel, describi¨® la visita de Spice Girls al pa¨ªs como ¡°uno de los m¨¢s grandes momentos¡± de su vida.
Seg¨²n la encuestadora The Voting Booth, el abandono de Halliwell fue la noticia m¨¢s importante del a?o para la mayor¨ªa de brit¨¢nicos. El grupo continu¨® de gira e incluso obtuvo otro n¨²mero uno, pero el fen¨®meno se desinfl¨®. En su art¨ªculo Cuando las Spice Girls rompieron, comprend¨ª que la amistad se terminaba, el periodista Christopher Luu explicaba por qu¨¦, para sus seguidores, el grupo hab¨ªa dejado de tener sentido: ¡°El sentimiento de p¨¦rdida ten¨ªa que ver con el marketing de la banda. Los fans se identificaban con cada miembro del sagrado altar. Que Spice Girls quisieran seguir haciendo lo mismo se percibi¨® como una traici¨®n¡±. Aunque no se disolvieron oficialmente, las Spice Girls iniciaron una larga pausa y, desde entonces, solo se han reunido al completo para una gira entre 2007 y 2008 y una actuaci¨®n en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres de 2012. Despu¨¦s, la que se ha hecho de rogar no ha sido Halliwell, sino Victoria Beckham. Luu, que comparaba la separaci¨®n de los grupos de amigos por los estudios con la ruptura de Spice Girls y las desavenencias entre seres queridos con ¡°titulares de Teen People¡± de la ¨¦poca, dijo tambi¨¦n de aquellas reuniones: ¡°Nos ense?aron que una amistad pod¨ªa sobrevivir a una o dos rupturas¡±.
Oasis
Poca gente se tom¨® en serio la disoluci¨®n de Oasis en medio del festival Rock en Seine, en Francia, en verano de 2009. Tampoco la persona que dio la noticia, Kele Okereke, l¨ªder de Bloc Party. ¡°Oasis no va a tocar hoy. Qu¨¦ pena, ?no? Nuestra siguiente canci¨®n est¨¢ dedicada a quienes de verdad quer¨ªan ver a esos gemelos endog¨¢micos¡±, dijo exultante el m¨²sico desde el escenario, en referencia a los Gallagher, mientras su guitarrista tocaba a modo de burla los acordes de Wonderwall. Okereke se la ten¨ªa guardada: uno no es nadie en la m¨²sica si no ha salido en Los Simpson o no ha sido insultado por Liam o Noel de Oasis, y Bloc Party hab¨ªa recibido esa distinci¨®n a?os antes, cuando el primero dijo de ellos ¡°No me importan una mierda, no me gustan, parecen una banda universitaria¡±. Entre el p¨²blico, el asunto se acogi¨® con m¨¢s resignaci¨®n que tristeza: que Oasis cancelase un concierto no era nuevo (acababan de hacer lo mismo cinco d¨ªas atr¨¢s por una supuesta laringitis del cantante, aunque Noel, su hermano, revelara despu¨¦s que lo que ten¨ªa era resaca), ni el que la tormentosa dupla britpop se pelease, como aparentemente sucedi¨® esa noche.
14 a?os despu¨¦s, todo indica que s¨ª iba en serio. Hasta a Liam Gallagher le llev¨® su tiempo hacerse a la idea: ¡°Empiezo a creer que no le gusto a Noel¡±, transmiti¨® meditabundo a ICON en 2019. Con los fans reparti¨¦ndose la custodia de las carreras en solitario de cada hermano (y las migajas de Oasis que ofrecen en sus conciertos, m¨¢s abundantes en los de Liam que en los de Noel) y en eternas diatribas sobre cu¨¢l es el Gallagher malo y qui¨¦n la v¨ªctima, los rumores de reuni¨®n han sido tan constantes como sus desmentidos. ¡°No me importan los fans de Oasis¡±, dijo Noel Gallagher a EL PA?S antes de su actuaci¨®n en la cuarta edici¨®n de Mad Cool, en una entrevista en la que aseguraba que ya solo ¡°los taxistas¡± le preguntaban por el regreso del grupo. Liam s¨ª ha alimentado la bola pidiendo en varias ocasiones de forma p¨²blica la vuelta de Oasis, pero sin cosechar m¨¢s ¨¦xito que varios cientos de miles de retuits y la decepci¨®n de unos seguidores que reciben cada supuesto acercamiento con el mismo choteo con que recibieron su ruptura. Ni el cuarto de siglo de sus dos discos m¨¢s emblem¨¢ticos, Definitely Maybe (1994) y (What¡¯s the Story) Morning Glory? (1995), ni el triplete del Manchester City ¨Cel equipo de f¨²tbol del que los Gallagher son hinchas¨C, han conseguido de momento materializar la aseguradamente lucrativa vuelta.
The Beatles
Los Beatles lo inventaron todo, tambi¨¦n ¡°el concepto de romper un grupo¡±, como dijo Rolling Stone en un reportaje que explicaba que ¡°la fealdad¡± alrededor del fin de la banda de Liverpool ¡°sent¨® el tono que tendr¨ªa en adelante cada separaci¨®n¡±. El trauma por la disoluci¨®n de los Beatles en 1970, hace ya 53 a?os, fue tan grande que sus razones siguen discuti¨¦ndose en la actualidad. Con los miembros cada vez m¨¢s distanciados y orientados a su sensibilidad art¨ªstica individual, como la serie documental The Beatles: Get Back (2021) ilustr¨®, el reparto de culpas es tan complejo de realizar como fue para sus fans de todo el planeta asumir que el grupo no seguir¨ªa adelante. ¡°Ringo, John, George y Paul est¨¢n vivos, sanos y en paz. El mundo contin¨²a girando, y nosotros y ustedes con ¨¦l. Cuando la rotaci¨®n se detenga, ser¨¢ el momento de preocuparse. No antes¡±, escribi¨® el publicista Derek Taylor, de Apple, esperando infructuosamente apagar los llantos.
No falt¨® de nada en la ca¨ªda de aquel imperio: hubo denuncias, declaraciones desagradables, diferentes versiones de la historia e incluso propuestas exc¨¦ntricas (George Harrison, que abandon¨® los Beatles durante las sesiones de Let it be para despu¨¦s volver, casi es reemplazado por Eric Clapton). La muerte del m¨¢nager Brian Epstein en 1967 hab¨ªa cambiado el equilibrio de poder en el grupo, con Paul McCartney asumiendo poco a poco el liderazgo e intentando controlar algo que se hab¨ªa vuelto incontrolable. ?ltimo beatle vivo junto a Ringo Starr, el artista todav¨ªa tiene que salir a mitigar el odio existente hacia Yoko Ono, la pareja de John Lennon, y negar que tuviera responsabilidad en la ruptura de la banda, creencia que forj¨® el tropo mis¨®gino por excelencia a la hora de interpretar los desenlaces fatales de distintos grupos de m¨²sica (v¨¦ase lo que algunos seguidores de Nirvana piensan de Courtney Love y la ca¨ªda en desgracia de Kurt Cobain). Por no hablar de quienes consideran que la explicaci¨®n es que Paul McCartney lleva muerto desde 1966.
One Direction
Uno de los fen¨®menos m¨¢s preocupantes del fandom moderno tuvo lugar en 2015 con la salida de Zayn Malik de One Direction, que inspir¨® el hashtag #CutForZayn (¡®me corto por Zayn¡¯) animando a seguidoras a autolesionarse en repulsa por el abandono del artista. Algunas im¨¢genes perturbadoras y mensajes de tendencias suicidas aparecieron en diferentes redes sociales, si bien en la difusi¨®n de la tendencia tuvo gran peso el foro 4Chan y su subcultura incel, donde ya se hab¨ªa originado a?os atr¨¢s el hashtag #CutForBieber tras la filtraci¨®n de unas im¨¢genes de Justin Bieber bajo los efectos de la marihuana. El peligro real que encerraba lo que para algunos era una broma (en la cabeza de algunos, inducir a un suicidio parece serlo) hizo que diferentes medios de comunicaci¨®n y especialistas siguieran los acontecimientos con atenci¨®n.
M¨¢s all¨¢ de lo escabroso, el fin de One Direction, que lleg¨® algunos meses despu¨¦s de la salida de Malik, se desarroll¨® como cab¨ªa esperar. Hubo paralelismos con el fin de Take That, y tambi¨¦n, por supuesto, con el de los Beatles (a la entonces prometida del miembro saliente, Perrie Edwards, se la compar¨® con Yoko Ono), as¨ª como declaraciones cruzadas, mientras las seguidoras realizaban en Twitter sus particulares viajes de la negaci¨®n a la ira y, finalmente, a la aceptaci¨®n de que ¡°pausa¡± era un evidente eufemismo de ¡°ruptura¡±. Tambi¨¦n hubo, con la salida de Malik, quien acometi¨® su duelo organizando vigilias con velas.
BTS
Lo de BTS no es, en principio, una pausa como la de One Direction, sino una raz¨®n de fuerza mayor. En 2022, el grupo anunci¨® que deten¨ªa su actividad. Aunque alegaron cansancio y el deseo de explorar sus trayectorias en solitario, as¨ª como de fomentar su crecimiento personal, la raz¨®n ¨²ltima pareci¨® estribar en que los miembros deben cumplir el servicio militar obligatorio en Corea del Sur. Se prev¨¦ que BTS se re¨²na en 2025, cuando todos lo hayan completado (de momento, de los siete, J-Hope y Jin ya est¨¢n en ello e inminentemente se les va a unir Suga). Que nadie dijera una palabra m¨¢s alta que otra ayud¨® a evitar que se desatase la mayor oleada antimilitarista y llamada a la insumisi¨®n de la historia, visto el poder¨ªo de Army, el nombre del conjunto de fans. De su capacidad organizativa pueden dar buena fe, entre otros, Donald Trump, que vio saboteada la reserva virtual de asientos para sus m¨ªtines de campa?a en 2020, o Pablo Motos, que el pasado enero sufri¨® un aluvi¨®n de cr¨ªticas al comparar el aspecto de J-Hope con el del excolaborador de El hormiguero Flipy.
Comunidad marcada por la positividad y los buenos sentimientos, los seguidores y seguidoras de BTS recibieron bien la noticia y, lejos de expresar su rechazo, llenaron sus redes de palabras de agradecimiento, ¨¢nimo y promesas de que esperar¨ªan el tiempo necesario. Como prevenir nunca est¨¢ de m¨¢s, en cualquier caso, el ministro de Defensa de Corea del Sur anunci¨® que no impedir¨ªa a BTS actuar mientras hac¨ªan la mili en caso de que as¨ª lo desearan.
Extremoduro
Alejados, a priori, de los c¨®digos de las boy bands, el fin de Extremoduro acab¨® siendo bastante m¨¢s tortuoso de lo previsto para sus seguidores a ra¨ªz de la pandemia del coronavirus. En 2019, seis a?os despu¨¦s del ¨²ltimo disco y con su l¨ªder, Robe Iniesta, volcado en su carrera en solitario, el grupo anunci¨® su separaci¨®n y una gira de despedida por todo el territorio nacional. Extremoduro bati¨® el r¨¦cord de entradas despachadas en solo 24 horas por un artista en Espa?a, con 200.000. Pero la gira nunca sucedi¨®: con el estallido de la crisis sanitaria, las fechas fueron aplaz¨¢ndose de tanto en cuando hasta quedar en un incierto limbo que preocup¨® a su numeroso p¨²blico, especialmente por la falta de noticias. Por sorpresa y para echar m¨¢s le?a al fuego, Robe, harto de esperar, public¨® un nuevo disco en solitario y anunci¨® que sal¨ªa de gira por su cuenta.
A partir de ah¨ª, la incomodidad fue en aumento. Un comunicado del vocalista en la p¨¢gina oficial de Extremoduro, publicado sin conocimiento de sus compa?eros, abr¨ªa la puerta a que la gira del grupo no se celebrase nunca por no tener sentido y expresaba su deseo de que la promotora Live Nation devolviese el dinero de las entradas. El guitarrista I?aki Uoho Ant¨®n respondi¨® con otro comunicado en su perfil de Facebook, desmarc¨¢ndose de las palabras de Iniesta e insistiendo en su intenci¨®n de sacar la gira adelante. Finalmente, en agosto de 2021, la promotora anunci¨® la cancelaci¨®n definitiva de la gira ¡°como consecuencia de la negativa de Robe Iniesta¡±, en un comunicado donde dejaban constancia de ¡°su asombro ante la persistente obsesi¨®n¡± del cantante ¡°en sembrar la duda acerca de la devoluci¨®n de entradas¡±, acus¨¢ndole de ¡°escurrirse sin devolver las cantidades anticipadas en su poder¡±. Con seguidores y miembros enfadados, y Robe y Live Nation envueltos en un litigio (por el que la promotora reclama, seg¨²n el l¨ªder de Extremoduro, tres millones de euros), todos, arriba y abajo del escenario, parecen haber perdido las ganas de que la gira en cuesti¨®n tenga lugar. ¡°Si te entusiasmara tocar con un grupo, no te despedir¨ªas¡±, dijo Iniesta en una entrevista el pasado a?o, para m¨¢s se?as.
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