Cinco j¨®venes hablando durante hora y media: c¨®mo ¡®El club de los cinco¡¯ se convirti¨® en un cl¨¢sico inesperado
Hace 40 a?os se estren¨® una pel¨ªcula de bajo presupuesto, rostros desconocidos y pr¨¢cticamente un solo escenario que dinamitaba todo lo que la industria de Hollywood cre¨ªa saber sobre el cine adolescente

Un cerebro, un atleta, una inconformista, una princesa y un criminal. Hace 40 a?os, cinco estudiantes que pasaron su castigo sabatino en la biblioteca del Shermer High School cambiaron el cine adolescente en 93 minutos. M¨¢s desesperanzada y menos autocomplaciente de lo que se esperar¨ªa de una cinta juvenil ochentera, ha influido de manera invaluable en a ficci¨®n que a posteriori reflej¨® esa franja de edad. Fue un ¨¦xito de taquilla, Bret Easton Ellis la consider¨® ¡°una sesi¨®n de terapia de hora y media¡± y aunque funcion¨® bien en las pantallas de cine, fue un ¨¦xito en los videoclubs que empezaban a cambiar la manera de consumir el entretenimiento. Los adolescentes la ve¨ªan en grupo, se reflejaban en uno de sus personajes y recitaban los di¨¢logos. Como define la cr¨ªtica Kaia Placa, ten¨ªa m¨¢s que ver con el indie que con el cine mainstream en el que sol¨ªan englobarse las pel¨ªculas de y para adolescentes.
¡°El club de los cinco es la versi¨®n cinematogr¨¢fica indie del sue?o americano: a pesar de todos los obst¨¢culos, se convirti¨® en una historia de ¨¦xito¡±, afirm¨® Placa en un largo an¨¢lisis en Film Independent. ¡°Esta pel¨ªcula es a la vez arquet¨ªpica y subversiva, con la cantidad justa de sentimentalismo para dejar un sabor dulce en tu boca sin abrumarte. John Hughes hizo, sin grandes recursos de estudio, lo que todo cineasta sue?a con hacer: un cl¨¢sico¡±.
Ya se hab¨ªa hecho cine adolescente en Estados Unidos. Los j¨®venes se hab¨ªan enamorado de la atormentada arrogancia de James Dean en Rebelde sin causa y dos novelas de S.E.Hinton, Rebeldes y La ley de la calle, se hab¨ªan adaptado con ¨¦xito. Pero lo que John Hughes ofrec¨ªa era una visi¨®n contempor¨¢nea, personajes reales con los que cualquier adolescente se pod¨ªa identificar. ¡°Hablan como nosotros¡±, dec¨ªan los que la ve¨ªan. Y hablaban como ellos porque la persona que estaba al frente no era mucho mayor que ellos. Cuando empez¨® a desarrollar el guion, John Hughes era un veintea?ero no muy alejado de los personajes que escrib¨ªa.


Hugues ya hab¨ªa escrito los guiones de ?Socorro! Llegan las vacaciones uno de los grandes ¨¦xitos de Chevy Chase, y Las locas aventuras de un se?or mam¨¢, dos taquillazos (ambos de 1983) que ayudaron a que lo escucharan cuando ofreci¨® una historia sobre un grupo de adolescentes recluidos en una biblioteca, un argumento casi teatral y m¨¢s parecido a 12 hombres sin piedad (1957) que a Desmadre a la americana, la pel¨ªcula que en 1978 hab¨ªa fijado el canon de las comedias adolescentes. Para demostrarles su val¨ªa como realizador hizo antes la mucho m¨¢s convencional Diecis¨¦is velas (1984), historia de una adolescente que vive inmersa en un tri¨¢ngulo amoroso mientras su familia, demasiado ocupada por la boda de su hermana, olvida su cumplea?os.
En ella ya hab¨ªa mucho de lo que defini¨® su cine: inadaptados, amores imposibles y Molly Ringwald. Hughes ten¨ªa claro que no quer¨ªa resultar par¨®dico porque, como sentenci¨® en Vanity Fair, ¡°nadie se toma a s¨ª mismo m¨¢s en serio que los adolescentes¡±. A Universal le entusiasm¨® Diecis¨¦is velas y le dio carta blanca para rodar El club de los cinco aunque no la entend¨ªan porque ¡°no hab¨ªa pechos desnudos, ni escena de fiesta, ni chicos bebiendo cerveza, las cosas que pensaban que necesitaba una foto pel¨ªcula sobre adolescentes¡±. S¨®lo cinco j¨®venes hablando. Pero era barata: el presupuesto fue apenas un mill¨®n de d¨®lares. Hughes se lo puso f¨¢cil a s¨ª mismo: tan s¨®lo hab¨ªa una localizaci¨®n y un vestuario, Lo importante eran los di¨¢logos y dar con cinco actores que encajaran en los arquetipos que hab¨ªa dise?ado. Sab¨ªa que el reparto era tan esencial que prefiri¨® perder dinero, pero asegurarse que ten¨ªa la ¨²ltima palabra sobre el elenco. ¡°Solo tengo cinco personas, as¨ª que tiene que haber alguna qu¨ªmica interesante entre ellas. O funciona o falla por completo¡±, afirm¨® a?os despu¨¦s en una larga historia oral sobre el rodaje.


Adem¨¢s de Ringwald, Hughes ten¨ªa claro que quer¨ªa en el reparto a Anthony Michael Hall, con quien hab¨ªan trabajado en Diecis¨¦is velas, y ?Socorro! Llegan las vacaciones. El papel de Emilio Est¨¦vez estaba pensado como un jugador de f¨²tbol americano, pero una vez que Estevez estuvo en el proyecto, Hughes lo convirti¨® en un luchador, deporte que requiere menos envergadura. El papel m¨¢s complicado para el casting fue el de Bender ¨Csi alguien se pregunta si el robot deslenguado de Futurama se llama as¨ª por este personaje, la respuesta es s¨ª¨C, estaba destinado a Nicolas Cage. Universal quer¨ªa alg¨²n rostro famoso en la pel¨ªcula, pero Hughes no lo consider¨® suficientemente atractivo. Tambi¨¦n estuvo a punto de interpretarlo John Cusack, pero lo descartaron por parecer demasiado buen chico. Cuando apareci¨® Judd Nelson, el papel fue suyo. Era duro, pero vulnerable, tosco pero atractivo. Y peligroso, quiz¨¢s demasiado: llev¨® el personaje tan lejos y fue tan despreciable con todo el reparto (especialmente con Ringwald) que estuvieron a punto de despedirlo varias veces.
Molly Ringwald, Ally Sheedy y la coproductora Michelle Manning se opusieron firmemente a un desnudo femenino que seg¨²n ellas no aportaba nada al gui¨®n. Para ganarse las simpat¨ªas de Universal, Hughes hab¨ªa escrito una secuencia en la que los chicos espiaban en las duchas a una atractiva profesora de nataci¨®n sincronizada, un tipo de gamberrada que ya se hab¨ªa visto en comedias desmadradas como Porky¡¯s. ¡°Es sexista y mis¨®gino¡±, le dijeron. Y Hughes la elimin¨®.


¡°Y estos ni?os a los que escup¨ªs mientras intentan cambiar sus mundos son inmunes a vuestras consultas. Pero son conscientes de lo que est¨¢n pasando¡±. Que una cita de Changes de David Bowie de inicio a la pel¨ªcula dejaba claro que para Hughes la m¨²sica era capital. En plena eclosi¨®n de la MTV sab¨ªa que un tema principal potente era esencial y que en la adolescencia la m¨²sica tiene un poder cat¨¢rtico. ¡°Empec¨¦ a pensar en la m¨²sica cuando todav¨ªa estaba escribiendo el gui¨®n. Quer¨ªa que se sustentase en la bater¨ªa y el bajo porque hab¨ªa relojes haciendo tic tac y emociones haciendo tic tac. Eleg¨ª a Keith Forsey como compositor porque era baterista. Keith entr¨® y vio el ensayo, habl¨® con los actores, y Don¡¯t You (Forget About Me) fue lo que sac¨® de aquello¡±, declar¨® a la revista Premiere. Como fans de la nueva ola brit¨¢nica, volaron a Inglaterra para encontrar a alguien que la interpretase. ¡°Literalmente camin¨¢bamos por las calles por la noche, diciendo: ¡®Vale, ?a qui¨¦n podemos ir ma?ana?¡¯. Chrissie Hynde, de The Pretenders, era su primera opci¨®n, pero estaba embarazada. Convenci¨® a su entonces marido Jim Kerr, cantante de Simple Minds, para que lo hiciera¡±, explic¨® Michelle Manning. Si la canci¨®n se ha convertido en un himno de los ochenta no fue menos inspirador su p¨®ster, con una foto de Annie Leibovitz que ha sido tan imitada como parodiada.
Se estren¨® el 15 de febrero de 1985 y debut¨® en el tercer puesto de la taquilla, por debajo de la imbatible Superdetective en Hollywood y ?nico testigo de Harrison Ford. Pero su verdadero impacto se demostr¨® gracias al v¨ªdeo (se vendieron m¨¢s de un mill¨®n de copias en Estados Unidos) y a sus reposiciones en televisi¨®n. El p¨²blico la ador¨® y la cr¨ªtica se dividi¨®. Hubo quien se?al¨® lo obvio: estaba llena de clich¨¦s y hay pocos lugares para la sorpresa. Si al empezar a verla nos hubieran preguntado c¨®mo terminar¨ªa, todos habr¨ªamos dicho que la princesa se quedar¨ªa con el mat¨®n y que a medida que se quitasen las capas que defin¨ªan a sus personajes sus debilidades los igualar¨ªan. Hasta sab¨ªamos que Allyson vivir¨ªa uno de esos momentos en los que una mujer guapa y con personalidad se transforma en vulgar gracias a un cambio de imagen innecesario.
La pel¨ªcula que Entertainment Weekly considera la n¨²mero uno de su lista de las cincuenta mejores pel¨ªculas de instituto influy¨® de manera invaluable no s¨®lo a los adolescentes sino tambi¨¦n a los creadores. Es imposible pensar en los adolescentes parlanchines de The OC (2003-2007) o de Dawson crece (1998-2003) sin el precedente de Hughes. ¡°John Hughes fue vital para ayudarnos a todos a entender que los adolescentes no eran ni?os grandes y que la adolescencia est¨¢ separada de la infancia¡±, dijo el novelista John Green cuando Rolling Stone pidi¨® a un grupo de creadores que hablasen de la influencia de Hughes entre los que escrib¨ªan para adolescentes. Diablo Cody, guionista de Juno y Young Adult, fue m¨¢s all¨¢. ¡°Las pel¨ªculas de Hughes, m¨¢s que influirme como cineasta, me influyeron como persona¡±.

El club de los cinco dio el pistoletazo de salida a un nuevo fen¨®meno, antes de que Charlie XCX se apropiase del t¨¦rmino brat, los ochenta tuvieron al brat pack, el atajo de mocosos, la inspirada etiqueta que el periodista David Blum hizo uniendo a los j¨®venes actores de los ochenta y el rat pack de Frank Sinatra y Dean Martin. Cuarenta a?os despu¨¦s, el actor Andrew McCarthy, protagonista junto a Ringwald de La chica de rosa (el siguiente proyecto de Hughes tras El club de los cinco y estrenada en 1986) intent¨® reunirse con los actores que se vieron en ese grupo a pesar de que su trayectorias ten¨ªan or¨ªgenes muy distintos, en el documental Brats: las j¨®venes estrellas de los 80, recientemente estrenado en Movistar. Por ¨¦l desfilan Anthony Michael Hall, Ally Sheedy, Emilio Est¨¦vez, Demi Moore o Rob Lowe. Todos llevan cuatro d¨¦cadas luchando contra aquella etiqueta que a sus ojos los devaluaba, algunos con ¨¦xito como Moore y otros sin haberlo aceptado todav¨ªa, como McCarthy.
Las carreras de los protagonistas fueron dispares. Tras La chica de rosa, que Hughes escribi¨® pero no quiso dirigir, la relaci¨®n entre el creador y su musa se rompi¨®. Sucedi¨® lo mismo con Anthony Michael Hall, que no volvi¨® a trabajar con el director tras La mujer explosiva. Hall sospecha que se debi¨® al romance que ambos actores vivieron durante el rodaje de El club de los cinco y que hizo que el director se sintiese traicionado por sus pupilos, lo que llev¨® a que el papel de Ferris Buller en Todo en un d¨ªa (1986) no fuese para ¨¦l sino para Matthew Broderick. Tanto Ringwald como Hall han tenido carreras por debajo de lo que se esperaba. Ella se fue a Europa y trabaj¨® con Godard en una extra?a versi¨®n de El rey Lear junto a Woody Allen, es escritora y ha vuelto a la palestra gracias a Feud: Capote vs. The Swans. Hall termin¨® en producciones de serie B y cap¨ªtulos televisivos, al igual que Judd Nelson, que s¨®lo brill¨® en la telecomedia De repente Susan (1996-2000) al lado de Brooke Shields. Ally Sheedy tan s¨®lo tuvo un ¨¦xito posterior, High Art, que en 1999 la hizo ganar el Independent Spirit Award a la mejor actriz. La imparable carrera de John Hugues tambi¨¦n fue decayendo paulatinamente, m¨¢s por su propio desinter¨¦s que por el de Hollywood, que lo ve¨ªa como una mina de oro. Todo en un d¨ªa fue un ¨¦xito incuestionable y la gigantesca Solo en casa le permiti¨® vivir desahogadamente hasta su prematura muerte a los cincuenta y nueve a?os. Dej¨® tras de s¨ª un pu?ado de pel¨ªculas que explican a la juventud estadounidense blanca y acomodada de los ochenta mejor que ning¨²n tratado de sociolog¨ªa.
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