Sam Neill: ¡°En ¡®Parque Jur¨¢sico¡¯ todos los decorados eran naturales, ahora en el plat¨® solo hay pantallas verdes a tu alrededor¡±
El actor neozeland¨¦s ha rodado m¨¢s de 85 pel¨ªculas en 60 pa¨ªses. Entre ellas, la m¨¢s taquillera de la historia y el mayor fracaso jam¨¢s visto. Ahora estrena en Movistar el drama familiar ¡®La decisi¨®n¡¯
Hollywood est¨¢ lleno de hombres hechos a s¨ª mismos, pero pocos en un sentido tan literal como Sam Neill. El actor irland¨¦s considera que su primera interpretaci¨®n fue a los siete a?os, cuando su familia se mud¨® a Nueva Zelanda, por una cuesti¨®n de supervivencia: el peque?o Nigel decidi¨® fingir que era neozeland¨¦s, corregir su tartamudez y cambiarse de nombre. ¡°Creo que en retrospectiva aquello fue una reordenaci¨®n de m¨ª mismo. Una vez escuch¨¦ que actuar es fingir que eres otra persona, pero fingirlo con mucha sinceridad. Yo al principio fing¨ªa ser neozeland¨¦s, pero lo fing¨ªa con mucha sinceridad porque era un ni?o delgado y tartamudo llamado Nigel en un lugar en el que si sonabas como un Nigel te daban una colleja. As¨ª que decid¨ª dejar de sonar como un Nigel, cambi¨¦ la voz y me comport¨¦ de forma distinta¡±, recuerda. ?Tan mal lo ten¨ªan los Nigel en la Nueva Zelanda de los cincuenta? ¡°Es dif¨ªcil transmitir las implicaciones del nombre Nigel... no es un nombre que quieres tener cuando eres ni?o. Mi mejor amigo se llamaba Nigel tambi¨¦n y nos gustaban las novelas de vaqueros, que estaban llenas de tipos llamados Sam o Bill. Pero ning¨²n Nigel. Las ¨²nicas personas a¨²n vivas que me siguen llamando Nigel son mi hermano y mi hermana. Y todav¨ªa me molesta¡±, reconoce. Y as¨ª fue como Sam Neill empez¨® a cumplir los sue?os del peque?o Nigel.
Cuando mir¨® de reojo las notas de un director de casting neozeland¨¦s, vio que solo hab¨ªa una frase escrita junto a su nombre: ¡°Podr¨ªa funcionar en papeles de homosexual¡±. La observaci¨®n no le ofendi¨®, pero s¨ª le hizo comprender que no ten¨ªa futuro como actor en su pa¨ªs de acogida (apenas se hac¨ªa cine en Nueva Zelanda en los setenta, pero menos todav¨ªa con personajes gais) as¨ª que en cuanto consigui¨® su primer papel de enjundia en Australia a los 30 a?os, en Mi brillante carrera, dej¨® su trabajo y puso su casa en venta.
La repercusi¨®n internacional de Mi brillante carrera le trajo una ristra de papeles de marido (heterosexual) de actrices de car¨¢cter: de Meryl Streep en Un grito en la oscuridad, de Nicole Kidman en Calma total, de Holly Hunter en El piano. Neill ha descrito su debut en Hollywood, La caza del octubre rojo, como su experiencia menos agradable en un rodaje, pero tres d¨¦cadas despu¨¦s matiza sus quejas: ¡°Solo me result¨® un poco extra?o porque todo el equipo eran hombres y yo estoy acostumbrado a trabajar con muchas mujeres. Fue como estar en un equipo de f¨²tbol¡±. Protagonizar Parque jur¨¢sico ser¨ªa el equivalente a ganar la Champions. En 1993, Neill explicaba su perplejidad ante la pericia de interactuar con dinosaurios que no estaban ah¨ª y ser¨ªan a?adidos digitalmente despu¨¦s. Hoy esa es la nueva normalidad en Hollywood y, comparada con los blockbusters actuales, Parque jur¨¢sico parece arte y ensayo. ¡°Al menos entonces ten¨ªamos marionetas gigantes, aunque en otras escenas la ¨²nica referencia a la que ten¨ªamos que mirar era una pelota de tenis atada a un palo que Steven Spielberg sujetaba e iba moviendo. De hecho, en Parque jur¨¢sico todos los decorados eran naturales, pero ahora entras en el set y solo hay pantallas verdes a tu alrededor. Te ponen en una plataforma verde y tienes que imaginarte todo lo que ser¨¢ a?adido digitalmente despu¨¦s. No es muy divertido. Yo lo odio un poco¡±, confiesa.
Tiene que ser alg¨²n tipo de r¨¦cord haber protagonizado la, en su d¨ªa, la pel¨ªcula m¨¢s taquillera de la historia (Parque jur¨¢sico) y dos d¨¦cadas despu¨¦s uno de los fracasos m¨¢s ridiculizados. United Passions era un proyecto de vanidad con el que la FIFA pretend¨ªa contar en clave ¨¦pica su propia historia, pero su estreno coincidi¨® con un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que culmin¨® con la destituci¨®n de su presidente Sepp Blatter. ¡°No voy a decirte nada malo sobre Sepp, ?eh?¡±, avisa el actor entre risas. ¡°Fue hilarante. Rodamos en lugares preciosos, el director era encantador, todos los actores eran encantadores. La FIFA nos pag¨® muy bien. Nos pagaron muy bien¡±. Por supuesto que lo hicieron. Las risas se vuelven carcajadas mientras el actor a?ade que a ¨¦l ni siquiera le interesa el f¨²tbol. ?Se lo coment¨® a los de la FIFA? ¡°Habr¨ªa sido maleducado dec¨ªrselo a ellos. Pero estuve con Sepp Blatter un par de veces y me pareci¨® un hombre fascinante que contaba historias incre¨ªbles. Le pregunt¨¦ qu¨¦ tipo de hombre era Joao Havelange, su mentor [y presidente de la FIFA entre 1974 y 1998, al que Neill interpretaba en la pel¨ªcula] y me dijo ¡®cuando Havelange entraba en una habitaci¨®n, la temperatura bajaba diez grados¡¯. Me pareci¨® fant¨¢stica esa observaci¨®n, muy perspicaz. Joao Havelange me pareci¨® un personaje bastante interesante. Y el sueldo era bueno¡±. Ya ha repetido esto ¨²ltimo tres veces, as¨ª que debi¨® de ser realmente bueno. Las carcajadas empujan al actor a recostarse en la silla. ¡°Por cierto, ?c¨®mo de malo es ese t¨ªtulo? Pasiones unidas. ?A qui¨¦n se le ocurri¨®? Adem¨¢s, es una distinci¨®n estar en uno de los fracasos m¨¢s caros de la historia¡±, bromea. United Passions, vilipendiada por la cr¨ªtica como un panfleto de propaganda, ostenta el r¨¦cord de la peor recaudaci¨®n en el primer fin de semana en Estados Unidos: 848 euros. Las p¨¦rdidas totales ascendieron a 25 millones, pero Sam Neill sali¨® de aquella debacle con su prestigio intacto y una inyecci¨®n de capital para sus vi?edos. ?l es el la quinta generaci¨®n de Neills que se dedica al vino, pero el primero en cultivarlo (antes de ¨¦l, su familia trabaj¨® en el comercio de vino durante 150 a?os): ¡°Me fascina el vino, su proceso de crianza y la cultura que lo rodea. Y eso ha sido... no lo llamemos ¡®pasi¨®n¡¯, que no le tengo demasiada estima a esa palabra, pero es algo que encuentro muy atractivo¡±, explica.
Aquel 1993, el a?o de Parque jur¨¢sico y El piano, no se le subi¨® a la cabeza porque desde sus inicios ha sido consciente de que siempre habr¨¢ alguien m¨¢s de moda que ¨¦l. Con el cheque de Spielberg plant¨® su primer vi?edo, ahora tiene cuatro y cuando no est¨¢ rodando una pel¨ªcula est¨¢ en su granja, con sus uvas y sus cerdos. ¡°Ya que antes habl¨¢bamos de El piano, acabo de terminar un rodaje con Anna Paquin. La conoc¨ª con nueve a?os y ahora es la productora y la estrella de esa serie. Es mi jefa. Pues uno de los actores j¨®venes me pidi¨® consejo y le dije ¡®mira, no es que mi consejo sea v¨¢lido pero lo que me ha resultado ¨²til es no identificarme a m¨ª mismo como un actor. Me veo como alguien que vive, y vive bien, de actuar. El problema de decir ¡®yo soy un actor¡¯ es que cuando no est¨¢s actuando ?qu¨¦ eres? Eres el caparaz¨®n de un insecto que ha sido reemplazado. Esta profesi¨®n tiene muchos altos y bajos, as¨ª que mi segundo consejo es que encuentres otra cosa que hacer¡±, concluye. Sus v¨ªdeos con los animales de su granja, que incluyen una gallina llamada Meryl Streep, una vaca llamada Helena Bonham Carter y una oveja llamada Susan Sarandon, causan sensaci¨®n en redes sociales.
¡°Ya no disfruto Twitter tanto como antes¡±, aclara. Lo cierto es que nadie disfruta Twitter tanto como antes. ¡°Hay mucha gente grit¨¢ndose, se supon¨ªa que Internet iba a acercarnos como comunidad y lo que est¨¢ ocurriendo es que hay m¨¢s sitios donde tratar mal a los dem¨¢s¡±, lamenta. ?Pero qui¨¦n querr¨ªa tratar mal a Sam Neill? ¡°Prefiero Instagram, aunque nadie me ha ense?ado c¨®mo se usa ni c¨®mo encontrar a la gente o etiquetarla. Pero me gusta que se puedan escribir textos m¨¢s largos. Ah y Facebook. Odio Facebook¡±, exclama. Su nuevo pasatiempo virtual es charlar a diario con los compa?eros de su ¨²ltima pel¨ªcula, La decisi¨®n, que abrieron un grupo de WhatsApp durante el rodaje del que ninguno ha querido irse.
En La decisi¨®n, Neill interpreta, claro, al marido de una actriz de car¨¢cter, Susan Sarandon (la humana, no la oveja), durante la ¨²ltima reuni¨®n familiar de la matriarca antes de su muerte. Se trata de un remake de la danesa Coraz¨®n silencioso, escrito por el mismo guionista de aquella pero dirigido por el brit¨¢nico Roger Mitchell con un reparto de americanos (Sarandon), ingleses (Kate Winslet), australianos (Mia Wasikowska) y neozelandeses (Neill). Una aut¨¦ntica cumbre de pasiones unidas. ¡°Ninguno de nosotros quiso ver la pel¨ªcula original. En mi caso, no quer¨ªa ver a otro actor hacer el mismo papel mejor que yo. Nos convertimos en una familia loca y especial, con muy buenos actores y ninguno comport¨¢ndose como una estrella ni nada parecido¡±, admira. Su personaje se pasa la pel¨ªcula conteniendo sus emociones para ¡°mantener un orden, cierto civismo, y que las cosas no se derrumben¡±. Suena a una actitud muy brit¨¢nica, quiz¨¢ por influencia del director. ¡°Correcto, as¨ª es¡±, coincide, ¡°si se tratase de una familia espa?ola las cosas saldr¨ªan de forma diferente¡±.
Sam Neill presume de haber hecho muchas pel¨ªculas (87, la pr¨®xima ser¨¢ Jurassic World: Dominion) y en muchos pa¨ªses (60) pero est¨¢ a¨²n m¨¢s orgulloso de haber hecho muchos amigos. ¡°Soy una persona muy poco competitiva, me alegro cuando a los dem¨¢s les va bien. No me preocupa. Y conozco gente que se deja consumir por pensamientos como ¡®las cosas no est¨¢n saliendo bien¡¯, ¡®no me dan mi gran oportunidad¡¯ o ¡®le han dado el papel a otro¡¯. ?A qui¨¦n le importa? A m¨ª me da igual¡±, asegura. Dice que en lo ¨²nico que nota el paso del tiempo es que, como le van dando m¨¢s papeles de abuelo, ahora le piden que se ponga el pijama en las escenas de cama en vez de aparecer desnudo. Considera que sus vi?edos son el proyecto m¨¢s grandioso de su vida y por eso reinvierte todas sus ganancias en ellos en vez de comprarse un avi¨®n privado o un yate. Y no tiene la menor curiosidad por imaginar c¨®mo habr¨ªa sido su vida si el (desastroso) casting para 007: Alta tensi¨®n (que se puede ver en YouTube) le hubiera atado a James Bond durante un pu?ado de pel¨ªculas en los 80. ?l ha bromeado que cada vez que le preguntan por aquel casting siente ganas de suicidarse, que aprendi¨® la lecci¨®n de no volver a dejarse convencer por su agente y que habr¨ªa sido un Bond lamentable. Quiz¨¢ de haber conseguido el papel no le habr¨ªa quedado m¨¢s remedio que aceptar el t¨ªtulo de Sir, que ¨¦l ha declinado en varias ocasiones. ?Lo aceptar¨¢ alg¨²n d¨ªa? ¡°No¡±. ?Tan seguro est¨¢? ¡°Es solo un t¨ªtulo. Y me ha costado mucho hacerme un nombre, Sam Neill, como para cambiarlo ahora¡±.
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