Carlos Bardem: ¡°Defender que si a ti te va bien no tienes derecho a criticar es un argumento perverso¡±
Empez¨® como azafato en Iberia, lleg¨® al cine tarde -cuando escuch¨® la llamada de la sangre- y sin propon¨¦rselo se acab¨® especializando en papeles de villano como el que interpreta en ¡®El Cid¡¯. Tambi¨¦n domina el arte de posicionarse pol¨ªticamente sin miedo a nada
¡°Estoy seguro de que veremos la Tercera Rep¨²blica pronto¡±, es lo ¨²ltimo que Carlos Bardem dice justo antes de apagar la grabadora por segunda y ¨²ltima vez (hace apenas un par de minutos se hab¨ªa concluido la charla, pero al actor le hab¨ªa quedado esto por decir, adem¨¢s de que se siente profundamente optimista porque ¡°estamos presenciando c¨®mo Espa?a se est¨¢ liberando de muchos cors¨¦s). As¨ª pues, como ocurre en Ciudadano Kane, American Beauty o Forrest Gump, esta entrevista est¨¢ empezando por un final que define a la perfecci¨®n la idiosincrasia de este madrile?o de 57 a?os. ¡°Yo me siento un privilegiado porque vivo de mis dos trabajos, de escribir y actuar, pero soy una excepci¨®n. El glamur de esta profesi¨®n es un espejismo. Solo el 8% de los actores de este pa¨ªs viven ¨²nicamente de actuar. Sin embargo, en plena pandemia este pa¨ªs no se ha parado gracias a la gente que ha seguido trabajando en condiciones precarias y la gente de la cultura, que proporcionaba evasi¨®n y diversi¨®n. Me gustar¨ªa que esto sirviera para que mucha gente organice sus prioridades y se mejoren las condiciones de muchos trabajadores¡±.
Descendiente de una saga de actores, el hijo mayor de Pilar Bardem no quiso saber nada de la profesi¨®n familiar hasta que ?lex de la Iglesia se cruz¨® en su camino ofreci¨¦ndole algo que con 34 a?os no pudo rechazar: viajes, frenes¨ª y la oportunidad de formar parte de la que en su momento, 1997, fue la pel¨ªcula m¨¢s cara del cine espa?ol, Perdita Durango. ¡°Fruto de la inconsciencia m¨ªa y de Alex afront¨¦ ese rodaje desde la m¨¢s absoluta falta de preparaci¨®n. Pero una vez me puse delante de la c¨¢mara reconoc¨ª algo en mi interior que supongo que era el poso que hab¨ªa dejado mi infancia. Y o¨ª la llamada de la sangre. Entonces fue cuando decid¨ª aplicarme para mejorar como actor¡±, recuerda. Pero no fue f¨¢cil llegar ah¨ª, el actor y escritor se crio en un ¡°sano escepticismo¡± que le impidi¨® ver el lado rom¨¢ntico de la profesi¨®n. Su madre apenas dorm¨ªa para poder compaginar sesiones de Radiotelevisi¨®n Espa?ola con el rodaje de varias pel¨ªculas y ¨¦l creci¨® viendo la angustia de que no sonara el tel¨¦fono de casa con alguna oferta de trabajo nueva. ¡°Por eso yo o¨ªa la palabra actor o actriz y sal¨ªa corriendo para otro lado. Pero cuando te has criado en los camerinos viendo a los grandes actores del pa¨ªs, y en tu familia solo se habla de esto, algo se te tiene que quedar¡±.
Pero antes de aceptar la llamada de la sangre opt¨® por licenciarse en Historia, hacer un m¨¢ster en Relaciones Internacionales, marchar a Londres para mejorar su ingl¨¦s y ser azafato de Iberia durante varios a?os en una ¨¦poca en la que volar no se hab¨ªa democratizado y no era algo muy frecuente. ¡°Lo mejor que le pudo pasar a Iberia es que se separaran nuestros caminos y que yo encontrara mi vocaci¨®n por otro lado. Creo que he sido uno de los peores azafatos de la compa?¨ªa y me alegra que sobrevivieran a mi paso por all¨ª¡±, asegura riendo. ¡°Siento un cari?o y un respeto enormes por toda la gente que trabaja en los aviones porque hasta que no lo haces no sabes lo que es. Hab¨ªa d¨ªas que hac¨ªas cinco vuelos y, teniendo en cuenta la presi¨®n que hay al volar, eso era como trabajar todo el d¨ªa en una monta?a. Me fascinaba la buena disposici¨®n de mis compa?eros, no la m¨ªa¡±.
Bardem, probablemente uno de los actores espa?oles que m¨¢s villanos ha interpretado, se ha metido en la piel del conde de Le¨®n, el gran antagonista de El Cid, la nueva serie de Amazon. ¡°Es muy ambiciosa, sube mucho los est¨¢ndares de las producciones hist¨®ricas de este pa¨ªs. Es una historia muy bien narrada desde un punto de vista muy original: las mocedades del Cid. Mi personaje es muy complejo, fue un leon¨¦s patriota con cierta fobia de lo castellano¡±, explica. ?Ha aprendido algo sobre la maldad del ser humano habiendo sido el malo de la pel¨ªcula en tantas ocasiones? ¡°Que es compleja, porque no existe nadie monol¨ªticamente malvado. Puede haber alguien predominantemente malvado, de hecho lo hay, pero hasta el mayor de los hijos de puta tiene rasgos de humanidad¡±. Algo que muchos espectadores aprendieron gracias Tony Soprano, personaje al que se termina amando a pesar de todas sus sombras. ¡°Somos ciudadanos de la era de Los Soprano y hemos aprendido a querer a personajes complejos. Cada vez nos enfrentamos a protagonistas y antagonistas m¨¢s contaminados los unos de los otros, y creo que esto se aproxima m¨¢s a la vida real¡±. Como novelista, actor y guionista, opina que es muy dif¨ªcil empatizar con los personajes 100% buenos porque resultan ajenos y poco reales.
El int¨¦rprete, que tambi¨¦n es historiador, cree que la historia de Espa?a se ha contado poco en el cine porque no ha tenido una industria cinematogr¨¢fica potente para poder recrear la magnitud de los acontecimientos. ¡°Nos ha faltado Hollywood, pero ahora que los avances tecnol¨®gicos lo permiten creo que merecer¨ªa la pena una vuelta a revisar momentos espectaculares de nuestra historia, que es fascinante¡±. Eso s¨ª, advierte, hay que desconfiar de las leyendas negras y de las blancas porque en la historia no existen los buenos ni los malos. Recuerda, por ejemplo, que la figura del Cid fue reescrita durante el franquismo con el objetivo de dotarse de un relato nacional de grandes mitos. ¡°Nosotros tuvimos 40 a?os de historiograf¨ªa imperial, nacional y cat¨®lica, donde se revisaron todos estos mitos y el Cid se reconvirti¨® en un palad¨ªn de la Reconquista, cuando en realidad era un soldado de fortuna, un tipo que combati¨® a cristianos y ¨¢rabes mientras se iba aliando con unos y con otros. Creo que es mucho m¨¢s interesante superar la lectura infantil e interesada de ciertos mitos y ver la complejidad que hab¨ªa¡±, reflexiona.
Si hay algo que caracterice al actor es el poco reparo que ha tenido siempre a la hora de posicionarse pol¨ªticamente. Y esta actitud, claro, despierta las mismas hostilidades que aparecen en una cena de Nochebuena al hablar de pol¨ªtica, pero las de Bardem van acompa?adas de un altavoz medi¨¢tico que las hace p¨²blicas. Por ejemplo, que le vaya bien profesionalmente, y por tanto econ¨®micamente, ha sido usado en su contra cada vez que se muestra cr¨ªtico con la desigualdad y la precariedad. ¡°Defender que si a ti te va bien no tienes derecho a criticar es un argumento perverso. Para sostener una sociedad basada en un discurso neoliberal agresivo criminalizan al que no tiene ¨¦xito para instalar en la mente de la gente que si no ha triunfado en la vida es porque es tonto o es malo. Por tanto, si alguien que ha triunfado se preocupa de pedir justicia para quien ha tenido menos suerte hay que desacreditarle alegando que le gusta comer jam¨®n de jabugo o irse de vacaciones¡±.
Bardem cuenta a Icon que es votante de uno de los dos partidos que componen el Gobierno de coalici¨®n, pero reconoce que no aplaude la pol¨ªtica cultural: ¡°La cultura siembra preguntas y da motivos para reflexionar, y privarla de medios garantiza que no florezca el pensamiento cr¨ªtico y por consiguiente la impunidad. Los votantes de una sociedad culta no permitir¨ªan el nivel de corrupci¨®n que ha habido en este pa¨ªs durante d¨¦cadas¡±. ?Cu¨¢l ser¨ªa la soluci¨®n entonces? ¡°Una sociedad donde la gente a la que le va muy bien empatizara con aquellos a los que les va mal. Ser¨ªa mucho mejor un mundo donde la gente rica fuera de izquierdas, ser¨ªa mucho m¨¢s justo¡±.
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