Paul Kircher, 21 a?os, una Concha de Plata y preocupaci¨®n por el futuro: ¡°Es una edad en la que cuesta gestionar tus emociones¡±
El actor, hijo de la tambi¨¦n int¨¦rprete Ir¨¨ne Jacob, estrena ¡®Dialogando por la vida¡¯, pel¨ªcula biogr¨¢fica de Christophe Honor¨¦ por la que obtuvo el premio a mejor protagonista masculino en San Sebasti¨¢n
El cineasta franc¨¦s Christophe Honor¨¦ es una presencia habitual en el festival de Cannes, pero con su ¨²ltima pel¨ªcula, Dialogando con la vida, prefiri¨® probar suerte en Donosti. Mal no le sali¨®, porque consigui¨® algo que se le hab¨ªa resistido hasta ahora: entrar en el palmar¨¦s. El galardonado fue Paul Kircher, protagonista de este drama de autoficci¨®n en el que Honor¨¦ regresa a la muerte de su padre cuando ¨¦l era adolescente y el trauma que aquello le dej¨®. El propio director interpreta a su padre y el papel de su madre se lo ha dado a Juliette Binoche (si uno puede elegir a su madre, c¨®mo no va a ser Binoche). Y el alter ego de Honor¨¦ en Dialogando con la vida, que se estrena el 12 de mayo, es Paul Kircher. ?Qui¨¦n no querr¨ªa imaginarse a s¨ª mismo de chaval como Paul Kircher?
En una entrevista por videollamada desde su casa de Par¨ªs, Kircher (Par¨ªs, 21 a?os) todav¨ªa se emociona al recordar aquello. ¡°?Quieres ver la Concha de Plata? La tengo aqu¨ª¡±, exclama. Corre fuera de plano y regresa con el galard¨®n. ¡°Mis padres la pusieron en el sal¨®n, est¨¢n muy orgullosos porque son actores y saben lo dif¨ªcil que es abrirse camino en esta profesi¨®n¡±, explica. El actor menciona de pasada el nombre de su madre, Ir¨¨ne Jacob, porque para ¨¦l es normal haber crecido con una aut¨¦ntica leyenda del cine franc¨¦s. Jacob gan¨® el premio a la mejor actriz en Cannes a los 25 a?os por La doble vida de Ver¨®nica (1991), de Krzysztof Ki¨¦slowski, con quien repiti¨® en Tres colores: rojo (1994). Tambi¨¦n ha trabajado con Agnieszka Holland, Michelangelo Antonioni, Theo Angelopoulos, Claude Lelouch y hasta Jos¨¦ Luis Cuerda (en 2006, en La educaci¨®n de las hadas). El sal¨®n de ella es como cualquier sal¨®n (tiene infinidad de libros antiguos, que contrastan con la gorra con el logo de Nueva York que Paul lleva puesta, y la ropa en un tendedero al fondo), pero deja de parecer una casa normal cuando su hijo gira la c¨¢mara para mostrar las vistas. Par¨ªs est¨¢ nublado, pero sigue siendo Par¨ªs.
¡°Crec¨ª en un barrio al norte de la ciudad, Montmartre, que est¨¢ cerca del Sacr¨¦-Coeur¡±, explica para quien no ubique el barrio m¨¢s famoso de la ciudad m¨¢s famosa de Europa. ?Tuvo una infancia tan art¨ªstica, bohemia y rom¨¢ntica como cabr¨ªa imaginar? ¡°S¨ª, todo eso es verdad¡±, admite. ¡°He tenido mucha suerte de crecer en Par¨ªs, aqu¨ª hay muchas oportunidades de ver pel¨ªculas distintas, no solo actuales sino tambi¨¦n antiguas. De otro tiempo. Puedes ir a muchos museos, s¨ª, es genial. Par¨ªs es una ciudad con un car¨¢cter nervioso, tiene que gustarte porque todo va muy r¨¢pido, pero como yo siempre he vivido aqu¨ª me encanta¡±. En sus 21 a?os de vida, Kircher ha tenido tiempo de experimentar la turistificaci¨®n masiva de la ciudad y, en concreto, de su vecindario. ¡°Ahora el barrio est¨¢ lleno de grupos de gente que va con micr¨®fonos. Y hay muchas tiendas que son para turistas, no para los que vivimos aqu¨ª, que no estaban cuando yo era peque?o¡±, se?ala.
Paul Kircher se cri¨® en las bambalinas de los teatros. Para ¨¦l, dormirse en un camerino o pasar meses fuera de casa era tan normal como estar mucho tiempo sin trabajar. ¡°Desde ni?o entend¨ª que la interpretaci¨®n es una forma de vida en s¨ª misma. Mi madre me pon¨ªa muchas pel¨ªculas, como las de Charlie Chaplin, que me encanta, o Louis de Fun¨¨s¡±, recuerda. ¡°Luego mi relaci¨®n con el cine cambi¨® cuando desarroll¨¦ mi propio inter¨¦s por las pel¨ªculas y empec¨¦ a ir al cine solo. Har¨¢ unos dos a?os. Ah¨ª empec¨¦ a tomarme en serio la interpretaci¨®n, pero creo que desde peque?o deseaba ser Chaplin¡±.
Paul descubri¨® el escenario cuando mont¨® una banda de rock que hac¨ªa versiones de Arctic Monkeys. Un d¨ªa estaba en casa de uno de sus compa?eros de banda y el padre, director de casting, le propuso hacer una prueba para una serie. No le cogieron. Pero la siguiente intentona s¨ª le sali¨®: en 2020 protagoniz¨®, a los 17 a?os, la comedia T¡¯as pecho? Conseguir un protagonista en su segundo casting le anim¨® a fantasear con la idea de hacer carrera en el cine, pero como le daba miedo la inestabilidad de la profesi¨®n decidi¨® no abandonar sus estudios universitarios (Econom¨ªa y Geograf¨ªa), sino compaginarlos con talleres de interpretaci¨®n. ¡°Normalmente para los personajes de adolescentes no hay tantos actores, as¨ª que buscan gente no profesional. Despu¨¦s de mi primera pel¨ªcula, no me cog¨ªan y me di cuenta de que es muy dif¨ªcil que te llamen, que yo hab¨ªa tenido mucha suerte¡±.
Asegura que en Dialogando con la vida es la primera vez que se ha sentido un actor de verdad. Estaba en segundo curso cuando conoci¨® al director de casting de la pel¨ªcula, que le propuso hacer ejercicios naturalistas. ¡°De repente me ped¨ªa que le enviase un v¨ªdeo con mi familia, luego con mis amigos, luego escuchando una canci¨®n y pensando en un hombre al que amo [el personaje de Kircher es gay]. Christophe estaba buscando un chico de ahora. Y al pedirme esos ejercicios tuvo la oportunidad de observarme y de ver c¨®mo se comporta la gente joven ahora, lo cual le inspir¨® para la pel¨ªcula¡±.
Despu¨¦s de volver de Erasmus (lo pas¨® en Trieste, donde hizo muchos amigos espa?oles: tiene previsto visitar Alicante pronto), aparc¨® la universidad para zambullirse en el imaginario de Honor¨¦, un director de culto desde el ¨¦xito de Las canciones de amor en 2007. Primero rodaron la segunda parte de la pel¨ªcula, en la que el protagonista se muda a Par¨ªs con su hermano (interpretado por Vincent Lacoste) y vive sus primeras experiencias rom¨¢nticas y sexuales, y despu¨¦s rodaron la primera mitad en una aldea de la regi¨®n de Saboya. Ah¨ª Paul conoci¨® a Juliette Binoche, algo que impresionar¨ªa a cualquiera que no haya crecido con Ir¨¨ne Jacob como madre. ¡°Ella enseguida aport¨® una energ¨ªa muy maternal al rodaje, nada m¨¢s llegar cre¨® una familia. Y eso que solo rodaba diez d¨ªas. Juliette estaba feliz de trabajar con Christophe¡±. Cada noche, director y actores cenaban en la casa que Binoche hab¨ªa alquilado durante el rodaje. Ella hac¨ªa la cena. ¡°Cocinaba cenas preciosas, pollo con lim¨®n, pot¨¦e... Espera, que miro los ingredientes¡±. Coge el m¨®vil: ¡°Repollo, bacon, patatas... y aqu¨ª dice que hay que guisarlo durante mucho tiempo. El pot¨¦e es un guiso tradicional franc¨¦s pero no solemos comerlo tan a menudo. Est¨¢ riqu¨ªsimo¡±, promete.
La primera escena que rod¨® con Binoche era la m¨¢s complicada: aquella en la que la madre le cuenta a su hijo que el padre ha muerto. La actriz le abraz¨® con tanta fuerza que no le solt¨® incluso despu¨¦s de que el director terminase la toma y los operarios se pusieran a ajustar las luces. Kircher explica que Honor¨¦ trabaja de manera fluida para alcanzar el mayor naturalismo posible. ¡°No dice cu¨¢ndo empieza a rodar ni cu¨¢ndo termina, deja que todo cobre vida. Rod¨¢bamos tres tomas y no nos daba indicaciones, solo sab¨ªamos que ten¨ªamos unos objetivos que alcanzar y ¨¦l nos dejaba hacer¡±. El actor conect¨® con la angustia de su personaje porque, aunque no haya experimentado una tragedia similar, s¨ª entiende lo que se siente al verse desbordado por tus propias emociones.
¡°Justo estaba pensando en eso ayer, es algo que puede pasar en cualquier momento: a los 17 a?os o a los 21. Son edades en las que se vuelve m¨¢s dif¨ªcil vivir en el mundo y gestionar tus emociones. Ahora tengo 21, as¨ª que no s¨¦ lo que pasa despu¨¦s, pero noto que las cosas est¨¢n cambiando en mi cabeza¡±, confiesa. Para aliviar las tensiones de su personaje, Paul sal¨ªa a correr, dibujaba o tocaba la guitarra. Pero lo que m¨¢s le gustaba era jugar a Zelda. ¡°El segundo d¨ªa de rodaje fue mi cumplea?os y Christophe me regal¨® una Nintendo. ?Yo pensaba que el rodaje ten¨ªa que ser una cosa seria todo el rato! Pero ¨¦l me dijo que ten¨ªa que relajarme, as¨ª que entre tomas jugaba al Zelda, que es el juego favorito de Christophe¡±.
De momento, no ha retomado sus estudios. El a?o pasado rod¨® el drama de ciencia-ficci¨®n El regne animal junto a Ad¨¨le Exarchopoulos. ¡°Este a?o no me organic¨¦ bien para matricularme¡±, reconoce. ¡°As¨ª que me estoy dedicando a otras cosas, estoy trabajando en m¨ª mismo, boxeando, form¨¢ndome... No planeo las cosas a largo plazo y prefiero ver seg¨²n vayan pasando. Pero quiero terminar la universidad. Al menos, Geograf¨ªa¡±. En febrero acudi¨® a la gala de los C¨¦sar, donde estaba nominado como actor revelaci¨®n, y admite que no disfrut¨® del todo. ¡°Me sent¨ªa muy feliz, pero tambi¨¦n extra?o, no s¨¦. No me sent¨ªa demasiado bien. Me alegr¨¦, est¨¢ genial que te nominen, pero estaba preocupado por lo que estoy haciendo ahora. Dialogando con la vida es una peli que rod¨¦ hace un a?o. Estaba preocupado por el presente¡±.
Kircher es consciente de que ganar un premio tan importante como la Concha de Plata con su tercera pel¨ªcula no es en absoluto habitual. Tampoco es normal que un chaval de la generaci¨®n Z se sienta m¨¢s atra¨ªdo hacia el cine de autor europeo que hacia el TikTok. ?l se encoge de hombros y se limita a ofrecer una sencilla explicaci¨®n: ¡°Es que soy de Par¨ªs¡±.
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