Los ¡®menas¡¯ son ni?os

La palabra mena (que se origina en las iniciales de ¡°menores extranjeros no acompa?ados¡±) esconde una de las m¨¢s escandalosas manipulaciones del lenguaje de los ¨²ltimos a?os, pero a la vez constituye un term¨®metro que permite evaluar la catadura moral o religiosa (cada cual escoja) de quienes la utilizan con ¨¢nimo perverso. Es decir, principalmente el partido Vox y sus secuaces.

Este tecnicismo se potencia en 2011 a partir de la creaci¨®n del Registro de Menores Extranjeros no Acompa?ados, derivado a su vez del art¨ªculo 215 del Reglamento de Extranjer¨ªa. La sigla, convertida ya en palabra neol¨®gica, se aplica a los extranjeros menores de 18 a?os que procedan de un Estado ajeno al r¨¦gimen de libre circulaci¨®n en la Uni¨®n Europea y que no se hallen tutelados por un adulto.

Las normas espa?olas prev¨¦n la protecci¨®n de estos menores, dobles v¨ªctimas de la situaci¨®n en sus lugares de origen y en su propia familia; y est¨¢n encaminadas al regreso de los ni?os a su pa¨ªs. Mientras se cumplen esos tr¨¢mites, el Estado espa?ol ¨Cal que mueven impulsos humanitarios, gracias a que no gobierna Vox¨C se hace cargo de su situaci¨®n.

Estamos hablando de ni?os, de adolescentes, de personas que no tienen culpa de nada. Si miramos dentro del significado de la palabra ¡°ni?o¡±, vemos criaturas todav¨ªa cercanas en el tiempo a las nanas destinadas a hacerlos dormir (de la expresi¨®n cantada ninna-nanna parece venir la palabra ¡°ni?o¡±, a partir de ninna, seg¨²n los lexic¨®grafos Corominas y Pascual; de modo que el femenino fue primero). Si analizamos la etimolog¨ªa de ¡°adolescente¡±, encontramos el tiempo latino adulesco: crecer, desarrollarse; del verbo latino adulescere, que enfrenta adulescens (participio presente: el que est¨¢ creciendo) con adultus (participio pasado: el que ha crecido).

El t¨¦rmino mena consigue enfriar toda esa trayectoria de las palabras, al partir de unas siglas y de un prolijo concepto t¨¦cnico que hace felices a r¨¢bulas y leguleyos pero que desprovee a la expresi¨®n de historia y significado, que cosifica lo que menciona. La palabra mena est¨¢ destinada en el uso de Vox y de sus c¨®mplices a ver como objetos a esos ni?os y muchachos. ¡°Muchachos¡± viene de ¡°mocho¡± (hace siglos se dec¨ªa ¡°mochachos¡±, vocablo que Corominas y Pascual documentan en 1251): es decir, mocho, rapado, esquilado; y que nombraba as¨ª a los j¨®venes porque en aquella ¨¦poca llevaban el pelo muy corto.

En las palabras que forman la sigla mena ni siquiera aparecen ¡°ni?o¡±, ¡°adolescente¡± o ¡°muchacho¡±. Solamente ¡°menor¡±, adjetivo sin sustancia propia que se usa para comparar dos t¨¦rminos. ¡°Menor de edad no acompa?ado¡± constituye, en fin, una f¨®rmula deshumanizadora: ninguna de sus palabras transmite por s¨ª misma que se trata de personas.

Si a eso se a?ade la falsa relaci¨®n de mena con la delincuencia o con el despilfarro del Estado, se forma un combinado explosivo contra los seres m¨¢s indefensos de la Tierra, los ni?os que est¨¢n fuera de su pa¨ªs, sin padres, sin dinero, sin ternura.

Hace falta ser muy inhumano para deshumanizar a un ni?o. Hace falta desproveerlos de la carne y de los huesos para evitar que el racismo contra ellos active de inmediato la misericordia en las personas de buena voluntad, y lograr de ese modo, contra todo pron¨®stico, que el entramado ideol¨®gico de la ultraderecha conviva con las ideas cristianas o sociales. Si as¨ª es su piedad, c¨®mo ser¨ªa su justicia.