Europa mira de reojo a Estados Unidos en la recuperaci¨®n pospandemia

La ciudad de Bruselas acaba de despertar de un largo invierno. Cientos de ciudadanos se desesperaban el fin de semana pasado para encontrar mesa en una terraza de Sainte-Catherine, el Parvis o Flagey. Seis meses despu¨¦s de echar el cierre, los bares volv¨ªan a servir y sus clientes celebraban la vuelta de la vida social: hoy son las terrazas, pero dentro de un mes ser¨¢ el turno de gimnasios, cines y teatros. Y en agosto, los festivales. El coraz¨®n de Europa recobra pulsaciones a medida que la campa?a de vacunaci¨®n se acelera y el objetivo de inmunizar al 70% de la poblaci¨®n adulta en verano empieza a dejar de ser un espejismo. Aun as¨ª, la UE mira de reojo al otro lado del Atl¨¢ntico, donde la recuperaci¨®n lleva meses en marcha.

El arranque de una nueva desescalada permite a Europa dejar atr¨¢s los tropiezos iniciales del proceso de inmunizaci¨®n y la dolorosa recesi¨®n en la que recay¨® a comienzos de a?o. Ahora la UE se ve por fin con fuerzas para construir un nuevo relato sobre una salida conjunta de la crisis sanitaria y econ¨®mica que las cifras empiezan a respaldar. Sin embargo, sigue persigui¨¦ndole el fantasma de la lentitud y las dudas, sobre todo en comparaci¨®n con la actuaci¨®n r¨¢pida y contundente de Washington. A pesar de que el n¨²mero de contagios y fallecidos se hab¨ªa disparado con el negacionismo de Donald Trump, EE UU ha pisado el acelerador para salir de la crisis sanitaria y econ¨®mica.

Europa contaba con la fortaleza de su sistema sanitario p¨²blico que, aunque exhausto por la pandemia, constitu¨ªa una buena red para la campa?a de vacunaci¨®n. Y esa red no est¨¢ fallando. Washington, sin embargo, se adelant¨® en los tratos con las farmac¨¦uticas con su Operaci¨®n Warp Speed, que inyect¨® miles de millones de d¨®lares al sector para asegurar una r¨¢pida investigaci¨®n y fabricaci¨®n de vacunas. Sus reguladores, adem¨¢s, fueron m¨¢s r¨¢pidos al aprobar las primeras vacunas, cuya administraci¨®n entre los ciudadanos fue prioridad para el nuevo presidente, Joe Biden. Hasta el mi¨¦rcoles, el 46,9% de la poblaci¨®n norteamericana hab¨ªa recibido al menos una dosis y el 35,8% ten¨ªa ya la pauta completa. En la UE es el 29,58% y el 11,77% respectivamente, seg¨²n Our World in Data.

Europa, que cerr¨® acuerdos con las compa?¨ªas m¨¢s tarde que EE UU, enseguida se top¨® con problemas de producci¨®n y entregas, en particular de la brit¨¢nica AstraZeneca. Ante los continuos retrasos, el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, recibi¨® el encargo de impulsar esa fabricaci¨®n, hasta llegar a movilizar 53 f¨¢bricas que a finales de a?o habr¨¢n producido 3.000 millones de dosis. El resultado ya es palpable. Desde el lunes, la UE acelera el ritmo de inmunizaci¨®n, hasta el punto de que este supera ya al de EE UU y Reino Unido. Bruselas no disimula su optimismo y habla ya de ¡°¨¦xito¡± en un continente erigido como f¨¢brica de vacunas global. ¡°Algunos dir¨¢n: pa¨ªses como EE UU y Reino Unido han ido m¨¢s r¨¢pido al principio. Pero yo digo: Europa ha alcanzado este ¨¦xito permaneciendo abierta al mundo. Mientras otros se han guardado su producci¨®n, Europa es el mayor exportador de vacunas¡±, record¨® este 6 de mayo la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen.

Biden tambi¨¦n ha encarrilado el otro gran frente que ha abierto la pandemia, el de la econom¨ªa, al lanzar un plan de 1,9 billones de d¨®lares (1,6 billones de euros) que permite asegurar la recuperaci¨®n del PIB anterior a la pandemia a mediados de a?o. Los ciudadanos han ido recibiendo ya cheques que pueden gastar en coches o electrodom¨¦sticos. ¡°Los datos pueden irse moviendo seg¨²n lo que ocurra con el virus, pero la econom¨ªa de EE UU ha tirado antes por los planes de est¨ªmulos, las campa?as de vacunaci¨®n y su capacidad reactiva y flexible¡±, asegura Nicolas V¨¦ron, economista de Bruegel y del Peterson Institute for International Economics. Paul de Grauwe, profesor de Pol¨ªtica Econ¨®mica Europea de la London School of Economics, recuerda que el plan de Biden duplica las medidas adoptadas en Europa. ¡°La recuperaci¨®n vendr¨¢ de la mano del consumo, que el a?o pasado cay¨® dram¨¢ticamente. Y volver¨¢ a crecer cuando se tenga la percepci¨®n de que la pandemia ha terminado, lo cual tiene que ver con la campa?a de vacunaci¨®n¡±, afirma.

El plan de Biden ha ensombrecido el paquete de 800.000 millones de euros en ayudas que la UE se dispone a desplegar este a?o. Par¨ªs y Roma ya han advertido de que esa cantidad es insuficiente y pugnan por una puesta en marcha r¨¢pida del fondo comunitario, que recibi¨® la luz verde de los l¨ªderes hace 10 meses. Bruselas est¨¢ evaluando los planes de inversiones y reformas nacionales, y cree que podr¨¢ empezar a emitir deuda comunitaria en verano. En esta ocasi¨®n dif¨ªcilmente se puede echar la culpa a la burocracia comunitaria. De los 27 socios de la UE, 6 todav¨ªa no han ratificado los acuerdos alcanzados en Bruselas. Sin ese aval, la Comisi¨®n no puede empezar a regar las capitales con dinero.

Fuentes comunitarias recuerdan las dificultades de comparar el plan europeo con el estadounidense y argumentan que, al hacerlo, se obvian las medidas adoptadas por los gobiernos, como los sistemas temporales de protecci¨®n del empleo. ¡°Aun as¨ª, el plan de Biden sigue siendo mayor¡±, apunta el economista Nicolas V¨¦ron. El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, celebr¨® la semana pasada que EE UU ¡°se inspire¡± en el modelo de bienestar y cohesi¨®n europeo para salir de la crisis. Sin embargo, admiti¨® que la UE deb¨ªa tomar nota de la determinaci¨®n de Washington. ¡°Espero sinceramente que los europeos nos inspiremos en los estadounidenses para redescubrir el gusto por el futuro y la velocidad, invertir de forma masiva e ir r¨¢pido en esas inversiones¡±, asegur¨® en el Parlamento Europeo.

A pesar de haber arrancado el a?o en recesi¨®n, Europa empieza a cambiar tambi¨¦n el tono de su discurso. La confianza empresarial ha vuelto a niveles anteriores a la pandemia, en especial en la industria, y la UE encara un intenso rebote econ¨®mico en la segunda mitad del a?o. El comisario de Econom¨ªa, Paolo Gentiloni, anunci¨® que la UE volver¨¢ a los niveles de PIB anteriores a la pandemia a finales de a?o. Pero, al contrario de EE UU, no recuperar¨¢ a¨²n la trayectoria de crecimiento de antes del estallido de la crisis sanitaria y econ¨®mica. La UE afronta de nuevo que la brecha respecto a Estados Unidos se reabra.

Bruselas cree que tiene la receta para evitar que esa distancia se agrande. Y esta pasa por seguir pisando el acelerador en la vacunaci¨®n, impulsar la I+D+i y desplegar el fondo de recuperaci¨®n. Con este paquete de ayudas y reformas estructurales, Europa no solo busca la recuperaci¨®n, sino tambi¨¦n una gran transformaci¨®n social y econ¨®mica en dos direcciones: la agenda digital, en la que lleva a?os de retraso respecto a EE UU, y la verde. La UE aspira a liderar esta ¨²ltima con dr¨¢sticas medidas para prescindir de combustibles f¨®siles y crear una potente industria limpia. Biden se ha propuesto el mismo objetivo. Europa saca por ahora varios cuerpos a EE UU, pero el tramo hasta la meta a¨²n es largo.