?Se disfraza la xenofobia de seguridad sanitaria?
La medida de cerrar la entrada a Espa?a a algunos extranjeros omite el hecho de que los viajeros hayan sido vacunados o de que hayan pasado la covid
El ingreso a Espa?a por parte de personas procedentes de algunos pa¨ªses sigue temporalmente suspendido. La medida, que ampli¨® su cobertura el pasado 27 de julio, no deja de sorprender, pues hace caso omiso de que los viajeros que deseen entrar hayan sido vacunados o demuestren que han estado contagiados de covid-19 .
Cabe preguntarse si el inter¨¦s de cerrar la entrada a nacionales de algunas de los pa¨ªses sancionados, en particular de los latinoamericanos, se fundamenta en motivaciones diferentes a la sanitaria. Hay quienes ven en lo sucedido un intento de ponerle trabas a posibles migrantes.
En 2015, el gobierno espa?ol aprob¨® otorgar la nacionalidad a quienes demostraran tener al menos un apellido de origen sefard¨ª en su ¨¢rbol geneal¨®gico. La ley surgi¨® como mecanismo de desagravio por los oscuros sucesos ocurridos durante la Inquisici¨®n. En respuesta, un amplio n¨²mero de latinoamericanos inici¨® un proceso dispendioso y costoso, que para muchos se ha traducido en inexplicables negativas en meses recientes.
Y es que para nadie es un secreto que las buenas intenciones se hacen m¨¢s ariscas en tiempos de dificultad. Frente a la contracci¨®n econ¨®mica, la migraci¨®n pasa a ser una carta definitiva que, hoy de nuevo, los gobiernos buscan jugar a su favor. Mientras que en Estados Unidos los pandemic tours han hecho que varios miles de latinoamericanos hayan viajado a vacunarse en lo que va corrido de este a?o en desarrollo de una estrategia de enganchar planes tur¨ªsticos con la emergencia sanitaria y la revitalizaci¨®n econ¨®mica, en otros pa¨ªses como Espa?a, la coyuntura econ¨®mica, la exacerbaci¨®n de grandes y peque?os nacionalismos, y la llegada masiva de nuevos ciudadanos, temporales y definitivos, puede sentirse como una carga social demasiado alta.
Seg¨²n report¨® en d¨ªas pasados el diario New York Times, durante el verano una oleada de rechazos a solicitudes de pasaportes espa?oles por cuenta de la ley sefard¨ª. Dice el diario que m¨¢s de 3000 solicitudes han sido denegadas en meses recientes, cuando de las primeras 34.000, solo una se encontr¨® con objeciones.
Esto ocurre en un contexto donde hemos puesto a prueba las relaciones personales, el contacto personal y la libertad en la movilidad. Hemos visto lo que es vivir en un mundo sin escuelas, restaurantes, teatros ni aeropuertos. La tragedia humana y social ha estado a la medida particular de las desgracias, carencias y fortalezas de cada naci¨®n, algo que cada una ha padecido o explotado como mejor ha podido.
Hoy por hoy, las restricciones en la movilidad persisten para muchos, al igual que la urgencia de millones por buscar una salida a sus necesidades en otra parte del mundo. Lo cierto es que cada pa¨ªs acomoda las reglas de juego a su antojo, como sucede con las interpretaciones individuales al marco que establece la Uni¨®n Europea.
C¨®mo y hasta d¨®nde esta nueva pol¨ªtica del vaiv¨¦n migratorio en funci¨®n de la pandemia acabar¨¢ por beneficiar a unos y afectar a otros, est¨¢ por verse. Al d¨ªa de hoy, lo cierto es que estamos viviendo en un mundo incierto, donde las reglas cambian de un d¨ªa al siguiente, y donde las certezas de hace un par de a?os parecen algo muy antiguo, ocurrido en tiempos A.C., l¨¦ase, para el caso, antes del Coronavirus.
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