Fuera burdeles, por algo se empieza
Reforzar el castigo del proxenetismo y suprimir los locales de prostituci¨®n en nuestro pa¨ªs es un buen avance
El Congreso dio luz verde esta semana a la tramitaci¨®n de una reforma del C¨®digo Penal para que se persiga el proxenetismo, se penalice la tercer¨ªa locativa, es decir, destinar de forma habitual un local a facilitar la prostituci¨®n, y se castigue al cliente, con multa o incluso con c¨¢rcel si paga por tener sexo con una menor o con una mujer en situaci¨®n de vulnerabilidad (v¨ªctimas de trata, drogadictas¡).
La tramitaci¨®n de la reforma fue apoyada por el PSOE, parte de Unidas Podemos (el sector mayoritario, incluida la vicepresidenta Yolanda D¨ªaz y las ministras Irene Montero e Ione Belarra) y el Partido Popular. Votaron en contra En Com¨², Esquerra, la CUP y Ciudadanos, y se abstuvieron Vox, el PNV y EH Bildu.
El debate fue muy agitado, aunque en realidad, salvo Junts per Catalunya, que tiene muy claro que no se deben eliminar los espacios habituales de prostituci¨®n, lo que generalmente se conoce por burdeles y puticlubes de carretera (de los que tan bien servida est¨¢ su comunidad), el resto de los portavoces no hablaron tanto de proxenetismo como de prostituci¨®n. Es conocido que existen puntos de vista diferentes respecto a la abolici¨®n de la prostituci¨®n: hay quienes creen que hay que procurar erradicarla porque no es un oficio elegido por las mujeres, sino una esclavitud a la que han sido forzadas a lo largo de la historia, y quienes piensan que es una expresi¨®n de la libertad sexual de las mujeres y que pueden ejercerla incluso por puro placer, por lo que no procede abolirla, sino obligarlas a pagar impuestos, como todos.
Pero incluso entre quienes tienen esta visi¨®n, tan liberal, de la prostituci¨®n como oficio, hay a quienes les cuesta bastante imaginar que la gran industria del sexo centralice servicios de decenas de prostitutas y coloque ofertas de trabajo en las oficinas de empleo. ¡°Se buscan 18 prostitutas rubias y 15 morenas, de entre 18 y 35 a?os, para puticlub, km X de la nacional 300. Salario m¨ªnimo interprofesional o mejora de condiciones laborales, seg¨²n capacidad de trabajo¡±. Porque ese es el problema con la gran industria del sexo, como se quieren denominar ahora a s¨ª mismos los chulos, que la pr¨¢ctica del ¡°polvo¡± se cuenta por unidades (tantos clientes a la hora o al d¨ªa), el precio por unidad lo decide el empleador y tambi¨¦n su porcentaje de beneficio por cada coito o similar. Si pones el burdel, el jab¨®n y las toallas y adem¨¢s acarreas a los clientes, el beneficio debe ser considerable, ?no?
El otro gran problema es de d¨®nde sacas a las prostitutas. Los anuncios de empleo pueden no ser suficientes para cubrir las expectativas del negocio en Espa?a (unas 45.000 mujeres son prostitutas, pero es un trabajo que requiere renovar la plantilla con cierta frecuencia). Hay que traerlas de fuera. De hecho, la mayor¨ªa de las mujeres que ejercen la prostituci¨®n en Espa?a (m¨¢s del 85%) son extranjeras. La oferta de empleo se podr¨ªa quiz¨¢s organizar en los consulados, porque, si no, se corre el riesgo de que se trate de mujeres v¨ªctimas de trata o en situaci¨®n de extrema vulnerabilidad, y eso nadie lo quiere, por supuesto. ?Recurrir quiz¨¢s a la f¨®rmula de visados para profesionales altamente cualificados cuya escasez est¨¦ perjudicando la econom¨ªa del pa¨ªs?
As¨ª que parece que la idea de suprimir el proxenetismo y los puticlubes no es tan mala, al fin y al cabo. Claro que tiene el problema de ser ¡°punitivista¡±, algo que, seg¨²n el portavoz de EH Bildu, habr¨ªa que evitar. El C¨®digo Penal solo castiga, no soluciona, y en eso tiene raz¨®n. Se castiga, por ejemplo, el sexo sin consentimiento expreso, pero eso no soluciona la creencia de algunos hombres de que tienen derechos sexuales sobre las mujeres. Mucho mejor ser¨ªa encontrar ¡°soluciones integrales¡±, dice el portavoz, para que los j¨®venes tengan otra percepci¨®n del sexo y del consentimiento. Pero qu¨¦ se va a hacer. Por algo se empieza. No es tan mala idea irles sometiendo a medidas punitivas, hasta que lo entiendan. Lo mismo puede pasar con los puteros: quiz¨¢s a base de pagar multas tengan m¨¢s cuidado a la hora de asegurarse de que la puta les recibe encantada, tiene su pasaporte y ahorros a mano, y cree que es mucho mejor tener 15 ¡°clientes¡± sexuales al d¨ªa que disponer de un permiso de trabajo y ser camarera.
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