Francia M¨¢rquez, la portavoz de ¡®los nadies¡¯ que se convirti¨® en vicepresidenta
La primera mujer afro del primer Gobierno de izquierdas de Colombia, que toma posesi¨®n ma?ana, encarna la llegada al poder de los ninguneados
Francia M¨¢rquez, que ma?ana asumir¨¢ la vicepresidencia de Colombia, estaba el pasado 30 de julio en el escenario del Centro Cultural Kirchner en Buenos Aires, en uno de los actos de su gira latinoamericana, mientras en un altavoz sonaba la voz del poeta uruguayo Eduardo Galeano. Con su voz acompasada, le¨ªa su poema Los nadies: ¡°Lo...
Francia M¨¢rquez, que ma?ana asumir¨¢ la vicepresidencia de Colombia, estaba el pasado 30 de julio en el escenario del Centro Cultural Kirchner en Buenos Aires, en uno de los actos de su gira latinoamericana, mientras en un altavoz sonaba la voz del poeta uruguayo Eduardo Galeano. Con su voz acompasada, le¨ªa su poema Los nadies: ¡°Los nadies, los hijos de nadie, los due?os de nada. / Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la Liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos¡±. La primera vicepresidenta afro de Colombia no revel¨® su expresi¨®n. Es una mujer recia, inexpugnable. Apenas esboz¨® una sonrisa y pidi¨® un aplauso para el poema.
Podr¨ªa decirse de ella que ha transformado ese poema en un programa pol¨ªtico. Su llegada al poder representa, en efecto, el aterrizaje de los llamados nadies. Ahora, su desaf¨ªo es concretar esas esperanzas en el primer Gobierno de izquierda de Colombia, que presidir¨¢ Gustavo Petro.
M¨¢rquez naci¨® hace 40 a?os en Yolomb¨®, una vereda de Su¨¢rez, un municipio de Cauca, en el suroccidente colombiano. Ha conocido el miedo. El de no tener con qu¨¦ alimentar a sus dos hijos, cuyos padres desaparecieron; el de las amenazas de muerte en un pa¨ªs que mata activistas medioambientales como ning¨²n otro. Fue minera artesanal, pele¨® contra mineros ilegales que estaban acabando con un r¨ªo en su tierra y pon¨ªan en riesgo de desplazamiento a sus paisanos.
Trabaj¨® limpiando casas; estudi¨® Derecho, aunque so?aba con ser cantante y poeta; lider¨® una marcha de 80 mujeres con turbantes que caminaron durante 10 d¨ªas y 350 kil¨®metros hasta Bogot¨¢ para exigirle al Gobierno de turno que quitara los t¨ªtulos mineros a empresas que llegaban de la mano de paramilitares, y obtuvo el Premio The Goldman Environmental 2018, el Nobel ambiental.
El camino no ha sido corto, ni f¨¢cil. La han llamado resentida, ¡°igualada¡±, poco preparada. ¡°Cuando me dicen que soy una aparecida, pues s¨ª y qu¨¦. Hoy aparecemos, aunque siempre hab¨ªamos estado. Toda la vida escuch¨¦ eso, hoy demostramos que s¨ª podemos¡±, ha dicho con sorna. Viene form¨¢ndose como l¨ªder desde su adolescencia cuando descubri¨® el orgullo de ser negra, dej¨® de alisar su pelo rizado y se vincul¨® al Proceso de Comunidades Negras (PCN). Sabe bien las expectativas que despierta ahora desde la otra orilla: ¡°He luchado contra proyectos minero-energ¨¦ticos. Ahora que soy gobierno me tocar¨¢ mirar c¨®mo es que vamos a hacer. Son proyectos que se ven como desarrollo, pero no generan bienestar¡±.
Sus posiciones pol¨ªticas no siempre son bien recibidas. Suele decir las cosas como las piensa, es desconfiada y se espera que sea una voz radical y disidente dentro del mismo Gobierno. Su presencia como feminista adquiri¨® peso ante el nuevo presidente, Gustavo Petro, quien reci¨¦n comenz¨® la campa?a hab¨ªa tenido desavenencias con un sector del feminismo. El ascenso de M¨¢rquez ha dejado en evidencia tambi¨¦n un racismo enquistado en la sociedad colombiana. La han caricaturizado como un mono y ella, sin temor a la pol¨¦mica, ha demandado a influenciadores y a una cantante popular por racismo y discursos de odio.
Una de sus reivindicaciones es que en Colombia es momento de ¡°vivir sabroso¡±. ¡°Se refiere a vivir sin miedo, en dignidad, en garant¨ªa de derechos. Vivir sabroso es que yo pudiera vivir en mi propia casa, que tuviera las garant¨ªas de seguridad y tal vez no con un poco de gente armada¡±, seg¨²n ella.
La nueva vicepresidenta ha puesto palabras en el debate p¨²blico que Colombia no quer¨ªa escuchar: habla de un pa¨ªs clasista, racista y patriarcal. Habla del feminismo que conoci¨®, no desde la teor¨ªa, sino desde la vida misma, teniendo como referentes a su abuela y a su madre, as¨ª como otras mujeres de su comunidad. ¡°Aprend¨ª de mujeres que a¨²n sin tener nada hacen lo que sea por sacar a sus hijos adelante, por que sus hijos no se acuesten con el est¨®mago vac¨ªo o vayan con los zapatos rotos a la escuela o que no sean arrebatados por los actores armados¡±.
Y tambi¨¦n de feminismo antirracista, cuya inspiraci¨®n le viene tambi¨¦n de su amiga la fil¨®sofa estado?unidense Angela Davis, autora de Mujeres, raza y clase (Akal). ¡°Las mujeres negras no est¨¢n haciendo la lucha para romper el techo de cristal, sino para ponerse de pie y caminar con sus hermanas junto a las mujeres ind¨ªgenas que siempre han estado de rodillas¡±, seg¨²n M¨¢rquez.
El mensaje de Francia M¨¢rquez potencia con su historia y su voz el discurso de Petro. Viste con estampados africanos y colores vivos, con siluetas y faldas campesinas y unos aretes de oro con la forma de Colombia. No habla de personas pobres, sino empobrecidas por un ¡°modelo neoliberal que pone en riesgo la vida¡±. De gobernar como un acto colectivo, bajo la filosof¨ªa ubuntu, defendida en su d¨ªa por Nelson Mandela, y cuya esencia da nombre al movimiento, Soy porque somos.
¡°Yo represento a los nadies y las nadies de Colombia¡±, declar¨® M¨¢rquez en abril, al principio de la carrera electoral. Representa, en palabras de la fil¨®sofa Laura Quintana, la ¡°rabia digna¡± de un sector de movilizaci¨®n social que reclama por fin tener una vida mejor. Francia M¨¢rquez insiste, repite y canta que trabajar¨¢ ¡°hasta que la dignidad se vuelva costumbre¡±.
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