El ¨²ltimo concierto del jefe
El d¨ªa del fin del mundo la cr¨®nica que buscar¨ªa ser¨ªa la de Enric Gonz¨¢lez, para que al menos me hiciera ver d¨®nde est¨¢ la gracia
Temo no ser hoy de gran compa?¨ªa, estoy muy deprimido por la marcha de Enric Gonz¨¢lez, mi compa?ero de columna, al que ya no leer¨¢n m¨¢s en estas p¨¢ginas. Para m¨ª es un desastre, es una opini¨®n personal, no s¨¦ a qui¨¦n voy a tratar de copiar a partir de ahora. He tenido pocos privilegios en este oficio, gracias a este diario, como el de compartir con ¨¦l un tiempo el mismo espacio. Se est¨¢ yendo todo a la mierda, cada vez hay m¨¢s cafre suelto, m¨¢s articulitos vacuos de gente pontificando, y encima pierdes las referencias. El d¨ªa del fin del mundo la cr¨®nica que buscar¨ªa ser¨ªa la suya, aunque solo fuera para que me hiciera ver d¨®nde est¨¢ la gracia. Cuando le leemos nos hace sentirnos m¨¢s inteligentes de lo que somos, marcaba el nivel. Hoy deber¨ªan dar con el peri¨®dico una pastilla de biodramina para las ca¨ªdas bruscas de altitud, siento la desagradable sorpresa para el lector de encontrarme en su lugar (en la edici¨®n de papel). No dir¨¦ mucho m¨¢s de uno de los mejores columnistas y periodistas de Espa?a, si no el mejor, a ¨¦l no le gustar¨ªa.
Lo malo es que lo pagu¨¦ con otro. Sucedi¨® en un bar, por un asunto marginal. Ya saben la pol¨¦mica que hay con los conciertos de Bruce Springsteen, que si las entradas son demasiado caras, que si ya no merece la pena. Pues bien, yo voy a verle a Barcelona este fin de semana y, al contarlo all¨ª, uno de los presentes empez¨® a hacer comentarios en esa l¨ªnea, diciendo que el rock no es lo que era, que est¨¢ en crisis, que estas viejas glorias no son para tanto. Empezamos a discutir y al final le dije que no ten¨ªa ni idea de nada, y lo que es peor, que tampoco ten¨ªa coraz¨®n, que este hombre es el jefe, un mito, un maestro, representa el esp¨ªritu del rock, y que ha mantenido viva esa llama durante d¨¦cadas, buscando siempre su camino sin hacer concesiones, manteni¨¦ndose fiel a sus ideas y a la autenticidad de su vocaci¨®n, y nos ense?¨® lo que es a millones de chavales, y ha hecho miles de kil¨®metros, ha actuado en todo el mundo, y siempre ha sido el mejor, toca todos los palos, y todo lo hace bien, y transmite profundidad y alma en cada tema, y encima sin cre¨¦rselo ni yendo de divo, con una complicidad humana ¨²nica, con simpat¨ªa por los perdedores, y que todo eso no tiene precio. S¨ª, de acuerdo, perd¨ª los papeles. No deb¨ª decirle luego algunas barbaridades sobre su familia. Seguramente tampoco deb¨ª romperle una botella en la cabeza, ni lanzarle una silla, ni pisarle las costillas en el suelo y hacerle repetir diez veces ¡°soy un mentecato¡±, y obligarle a cantar Born in the USA, aunque el hombre era de Guadalajara. Son reacciones absurdas, imperdonables, que no llevan a ninguna parte y pido disculpas por este desahogo tan fuera de lugar, pero creo que miles de fans me comprender¨¢n.
Este fin de semana estar¨¦ en Barcelona en el concierto de Bruce Springsteen, quiz¨¢ el ¨²ltimo que har¨¢ en Espa?a. Me tomar¨¦ un martini a su salud en el bar donde mejor los hacen, que tambi¨¦n es una rareza de otra ¨¦poca, a¨²n resiste en medio del declive de la Rambla. Es un bar que me descubri¨® Enric, y donde me invit¨® a mi primer martini, y me explic¨® c¨®mo hay que tom¨¢rselo, eso y todas las dem¨¢s cosas. Con clase y con criterio, y un punto ¨¢crata. S¨ª, desde luego, no s¨¦ qu¨¦ vas a hacer hoy con un tipo as¨ª, en la era de la ginebra sin alcohol y del reguet¨®n. Y que adem¨¢s es del Espanyol y del Inter, solo fiel a las causas perdidas. Ciao bello.
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