Georges Didi-Huberman, te¨®rico del arte: ¡°En Israel y Gaza tenemos a fascistas contra fascistas¡±
El fil¨®sofo e historiador del arte franc¨¦s, ha escrito 60 ensayos. Es especialista en los usos de las im¨¢genes en la cultura contempor¨¢nea y busca en estas la sorpresa, como los ni?os
Georges Didi-Huberman (Saint-?tienne, 1953), fil¨®sofo e historiador del arte franc¨¦s, es una eminencia en el uso y significados de las im¨¢genes en la cultura contempor¨¢nea, en su dimensi¨®n ¨¦tica, pol¨ªtica y simb¨®lica. Ha escrito 60 ensayos centrados en este asunto, pero sobre todo tipo de tem¨¢ticas: nuestra visi¨®n de la locura ¡ªLa invenci¨®n de la histeria: Charcot y la iconograf¨ªa fotogr¨¢fica de la Salp¨ºtri¨¨re¡ª, el beneficio de exponer las im¨¢genes de la cremaci¨®n de jud¨ªos que logr¨® hacer el miembro de un Sonderkommando, esos prisioneros que deb¨ªan llevar hacia la soluci¨®n final a sus cong¨¦neres ¡ªIm¨¢genes pese a todo: memoria visual del Holocausto¡ª, la importancia de nuestros gestos en las revueltas sociales (en la exposici¨®n Soul¨¨vements, levantamientos) o incluso sobre las coreograf¨ªas rupturistas del premio Nacional de Danza sevillano Israel Galv¨¢n ¡ªEl bailaor de soledades¡ª. Su ¨²ltimo libro, Imaginar. Recomenzar (Abada Editores, mayo 2023), ahonda en la antropolog¨ªa de la imaginaci¨®n pol¨ªtica.
El pasado d¨ªa 21 protagoniz¨® un encuentro del ciclo de Pensamiento del Centro de Cultura Contempor¨¢nea Condeduque ¡ªIm¨¢genes, formas de mirar y de pensamiento¡ª, en el que estuvo muy cercano. Horas despu¨¦s, en el vest¨ªbulo de su hotel, pide un cambio de butaca en la que va a ser retratado (demasiado pomposa) y se muestra tajante, rebosante de precisiones pero tambi¨¦n de ideas.
PREGUNTA.?Hay algo en la norma del mundo del arte que a usted no le convence. Cree que el arte debe abrirse a otros posicionamientos.
RESPUESTA.?El discurso del arte tiene una historia larga, es tradici¨®n. Mi prop¨®sito no es de?sem?barazarme de la tradici¨®n. Para m¨ª la clave es superar el conformismo. Cuestionar algo no significa considerar todo lo anterior obsoleto. Nada es obsoleto. Pero cuando una tradici¨®n se fosiliza y se vuelve conformista, se problematiza. Me interesa releer temas diversos, hacerlo como un ni?o, desprendi¨¦ndolos de conformismo.
P. Usted dice que ¡°releer es un acto pol¨ªtico¡±.
R.??Qu¨¦ dijo Lacan? Releo a Freud. ?Deleuze? Releo a Spinoza y a Nietzsche. Releo a la b¨²squeda de lo novedoso. Recomiendo a Miguel Abensour, que permite redescubrir a Marx. ?Todav¨ªa no hemos agotado a Plat¨®n!
¡°Hay que defender la utop¨ªa. Nunca se cumple, pero nos pone en el camino¡±
P.??Qu¨¦ es para usted una imagen?
R.?Una imagen nunca es ¨²nica, su pregunta est¨¢ mal planteada. Siempre es una entre tantas. Lo que cuenta es su lugar en la serie. No existe una ontolog¨ªa de la imagen. Mi posici¨®n es muy modesta, miro dos o tres fotograf¨ªas e intento deducir algo concreto. Me niego a responder a su pregunta.
P.?Reformulo: ?en qu¨¦ se fija al mirar una serie de im¨¢genes?
R.?Es como si le preguntara qu¨¦ espera de alguien. Si buscara algo concreto, ir¨ªa a una aplicaci¨®n de citas para saber si le gusta correr, la equitaci¨®n¡ No, lo que esperas de alguien es una sorpresa. Vivimos en un exceso de im¨¢genes pero, cuando te encuentras con una pasa lo mismo que con las personas, buscamos lo inesperado. Eso es lo que yo busco. Sentimiento, escapar del conformismo.
P.?En Condeduque afirm¨® que los seres humanos a menudo nos dirigimos hacia la belleza porque tenemos miedo, por nuestro rechazo al horror del mundo.
R.?Si visitas el Prado para admirar a Botticelli, te encontrar¨¢s a un hombre detr¨¢s de una mujer a la que le abre la piel con un cuchillo, le arranca el coraz¨®n y se lo da de comer a un perro. Cuando observamos im¨¢genes nos damos cuenta de que su belleza est¨¢ hecha del horror del mundo, lo que nos atrae y lo que nos repele se entremezclan siempre en el arte. Otro ejemplo es Goya. Goya, ?es bonito o no lo es?
P.?Dec¨ªa tambi¨¦n que con Goya naci¨® la imaginaci¨®n pol¨ªtica.
R.?Nunca hay que decir que algo nace en un momento concreto¡ Pero si comparas Los desastres de la guerra, de Goya, con Las grandes miserias de la guerra, de Jacques Callot, nos encontramos con que Callot representaba el horror desde lejos. Goya se acerca al m¨¢ximo, como Capa, introduce una nueva forma esencial de relacionarse con la violencia, de representarla. Al tiempo que Kant, Goya hace su cr¨ªtica a trav¨¦s de la imagen. Lo que necesitamos es lograr criticar. No hay que ser conformista ni tampoco rechazar. Criticar es muy dif¨ªcil. Un fil¨®sofo siempre intenta criticar con justicia.
P.?Usted defendi¨® en un ensayo que se expusieran las terribles im¨¢genes de la cremaci¨®n de inocentes tomadas por el miembro de un Sonderkommando, los prisioneros que se encargaban de aplicar la soluci¨®n final a otros jud¨ªos. Con la invasi¨®n de Israel en Gaza, este es un debate al que se enfrentan los medios de comunicaci¨®n. ?Se debe mostrar la realidad en su crudeza?
R.?Cuando mostramos algo, nunca debemos hacerlo sin un contexto. Hay que intentar explicar o sensibilizar hacia la mirada de quien ha realizado esa fotograf¨ªa. Hay miradas de cabr¨®n, miradas tiernas¡ Pero no conozco las fotograf¨ªas de las que habla. No he visto las im¨¢genes del ataque de Ham¨¢s.
P.?Pero quiz¨¢ s¨ª la de los ataques de Israel en Gaza.
R. A priori nunca estoy a favor de la censura. Pero un error habitual es no tener en cuenta las circunstancias que han llevado hasta esa imagen.
P.?Usted es de origen jud¨ªo. ?Qu¨¦ opina de la actuaci¨®n de Israel en Gaza?
R.?El Gobierno israel¨ª es un Gobierno de locos fascistas. El fascismo ha invertido al Gobierno israel¨ª. Cuidado que no digo a los israel¨ªes. El Estado de Israel est¨¢ en peligro, es cierto. Ham¨¢s es una milicia fascista, as¨ª que en esencia lo que tenemos es a fascistas contra fascistas y, en medio, al pueblo. Se trata de un encadenamiento fatal y temo tanto por unos como por los otros. No me animo a firmar tribunas¡ Pero perm¨ªtame se?alar que esto filos¨®ficamente es cero interesante. Hoy es habitual que a los intelectuales se les pida que opinen sobre todo, se les otorga un poder enorme, demasiado grande. ?No le resulta extra?o pedirle a un historiador del arte su opini¨®n sobre la guerra entre Gaza e Israel?
P.?Mencionaba la emoci¨®n fascista. ?En qu¨¦ consiste?
R.?Le doy un ejemplo real: un alem¨¢n escucha a Hitler y se emociona, su emoci¨®n es pol¨ªtica. Un a?o despu¨¦s, mata a beb¨¦s desprovisto de sentimiento. ?Qu¨¦ ha pasado? La emoci¨®n de ese joven nazi se ha disociado de la de los dem¨¢s. Solo le importa la propia. Ha perdido el sentido de la ¨¦tica. Ah¨ª es donde el fascismo se construye. Trump es emotivo, Milei, Le Pen¡ Emociones, pero disociadas del resto.
P.?Dice: ¡°La ternura abre puertas¡±.
R.?Ternura es estrecharle la mano a alguien. Un hombre pol¨ªtico dir¨¢ que lo que digo es completamente ut¨®pico. Pero la utop¨ªa tiene un papel pol¨ªtico necesario. Hay que defenderla. Nunca se cumple, pero nos pone en el camino.
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