Cordones sanitarios para evitar males mayores
Triunfos como el de Le Pen en Francia cuestionan la eficacia de las estrategias para bloquear el ascenso al poder de los ultras
El triunfo de Reagrupamiento Nacional en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia ha supuesto el hito m¨¢s grande de la extrema derecha en Europa en los ¨²ltimos 70 a?os. Adem¨¢s de enviar un claro mensaje a los partidos d¨ªscolos de los pa¨ªses vecinos (su paciencia puede ser recompensada), pone de manifiesto el fracaso del llamado cord¨®n sanitario, la estrategia con la que se ha intentado, en los ¨²ltimos tiempos, evitar males mayores, es decir, impedir que formaciones incompatibles con los principios democr¨¢ticos tomen el poder.
A¨²n no est¨¢ claro si el partido ultra acceder¨¢ al Gobierno franc¨¦s, pero una posible victoria hoy domingo en la segunda ronda pondr¨ªa en duda la estrategia del cord¨®n. Es el m¨¦todo al que han recurrido a ¨²ltima hora el centro y la izquierda francesa para intentar impedir la escalada ultra al poder. Dos d¨¦cadas atr¨¢s, funcion¨® para mantener fuera del El¨ªseo a Jean-Marie Le Pen. Pero ahora, su hija y sucesora, Marine, se perfila con fuerza para las presidenciales de 2027. ?Estamos acaso asistiendo al ocaso de esta estrategia en Europa?
Para Roger Griffin, experto en fascismo y catedr¨¢tico en la Universidad Oxford Brookes, la popularidad de los ultras surge del descuido de los partidos tradicionales: ¡°No han abordado las preocupaciones existenciales sobre el cambio cultural, el desempleo y, por supuesto, el tema identitario¡±. Esa desatenci¨®n es terreno f¨¦rtil para las formaciones de extrema derecha, a la que la sociedad ya le ha perdido el miedo, seg¨²n sugiere el experto, autor de Fascismo (Alianza Editorial, 2019). ¡°El lema tras el final de la Segunda Guerra Mundial era ¡®Nunca m¨¢s¡¯. Pero ahora, con las posturas divididas sobre la guerra de Ucrania y en un contexto de crisis econ¨®mica y migratoria, el populismo de derechas ya no se percibe como algo extra?o, sino como una reacci¨®n natural¡±, apunta Griffin.
Lejos han quedado los d¨ªas del acuerdo de cord¨®n sanitario en B¨¦lgica a finales de los a?os ochenta ¡ªuno de los primeros acuerdos que se han dado en este sentido en Europa¡ª en contra del nacionalista Vlaams Blok, al no cumplir este partido con los valores democr¨¢ticos. O de cuando los jefes de Estado de la UE advirtieron a Austria en 2000 de que suspender¨ªan las relaciones con ese pa¨ªs si el euroesc¨¦ptico Partido de la Libertad (FP?) entraba en la coalici¨®n gubernamental.
Guillermo Fern¨¢ndez-V¨¢zquez, autor de Qu¨¦ hacer con la extrema derecha en Europa. El caso del Frente Nacional (Lengua de Trapo, 2019), se?ala que ¡°los partidos ultras han pasado en 10 a?os de impulsar un Brexit en sus propios pa¨ªses a proponer cambios desde dentro de la UE¡±. ¡°Ya no se consideran euroesc¨¦pticos, sino eurocr¨ªticos¡±, afirma.
La resistencia del cord¨®n sanitario ha aguantado mejor en unos pa¨ªses que en otros. En Alemania demostr¨® ser clave cuando en 2020 los conservadores prefirieron aceptar un Gobierno de izquierdas antes que apoyar junto con los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD) a un candidato liberal en Turingia. Sin embargo, tras los buenos resultados el 9-J, AfD se pone ahora como objetivo ¡°derribar¡± estas barreras ¡°inconstitucionales¡±. Al otro lado del espectro se encuentra Espa?a, en donde no se ha planteado un cord¨®n sanitario alrededor de Vox. Esta formaci¨®n cogobierna con el PP en cinco comunidades aut¨®nomas. Adem¨¢s, los ultras ya forman parte de seis gobiernos de la UE, y sostienen a otros dos (Pa¨ªses Bajos y Suecia).
Para Fern¨¢ndez-V¨¢zquez, el cl¨¢sico cord¨®n sanitario ya no funciona. En buena parte porque la nueva estrategia de la derecha tradicional es la de adoptar los postulados extremistas en temas como la inmigraci¨®n o el liberalismo econ¨®mico para frenar la fuga de votos a los ultras. ¡°Figuras como Isabel D¨ªaz Ayuso o Boris Johnson se parecen tanto a la extrema derecha que la acaban sustituyendo¡±, ejemplifica. ?Y qu¨¦ nombre tiene esa estrategia? ¡°Es el anticord¨®n sanitario por excelencia¡±.
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