Solo el Joker supo explicarme la victoria de Trump

Despu¨¦s de haber le¨ªdo todas las interpretaciones a mi alcance sobre la victoria de Donald Trump, el mejor an¨¢lisis que he encontrado ha sido el de un payaso, en concreto Joaquin Phoenix en la ¨²ltima del Joker. ?l me ha ense?ado que, antes de opinar sobre el tema, deber¨ªamos cambiar nuestro punto de vista y adoptar el de todos aquellos que ven como territorios remotos las instituciones sociales, tales como los departamentos de justicia, las normas de convivencia, el valor de las leyes o los medios de comunicaci¨®n. Es decir, el punto de vista de los norteamericanos con derecho a voto a quienes el sistema ha maltratado o ha decepcionado: el punto de vista de la mayor¨ªa.

Buena parte del establishment europeo ha juzgado la victoria de Donald Trump como si fuera producto de una mala interpretaci¨®n de la realidad de los votantes (producto a su vez de una fuerte desinformaci¨®n) y no como la consecuencia de la exclusi¨®n social, pol¨ªtica y econ¨®mica sostenida a lo largo de d¨¦cadas sin ninguna consideraci¨®n para demasiadas personas. Una exclusi¨®n que es dif¨ªcil mitigar con argumentos o informaci¨®n, pues se ha convertido en un sentimiento inconsciente. Por eso Trump no ha perdido un minuto en hilar un discurso coherente: ni sabe hacerlo ni lo necesita.

En vez de eso, igual que el Joker que ha dirigido Todd Phillips, se muestra completamente inconsciente de que represente un s¨ªmbolo de ese alejamiento o anomia respecto de las instituciones de convivencia social. Tampoco lo son las multitudes que lo aplauden (en la peli, digo), pues lo que aplauden es la popularidad de alguien que no se diferencia en nada de ellos. Igual que ¨¦l, quienes lo celebran carecen de ideales y han dejado de buscarlos. Se sienten habitantes de un planeta que no tiene ning¨²n contacto con el de los jueces, los periodistas, los polic¨ªas y no digamos los intelectuales o profesionales bien pagados de cualquier rama. El Joker en cambio s¨ª tiene contacto con su vida. Es un asesino, de acuerdo, pero es real. Su fuerza y su virtud empiezan y terminan en la lucha por la vida y su campo sem¨¢ntico es: ganar, perder, ser duro, resistir. As¨ª como su mundo emocional es absolutamente b¨¢sico y reactivo: amor-odio, pasi¨®n-miedo y, en general, desbordamiento. Los sentimientos y las pasiones no tienen consistencia ni sustancia sino que se desbordan, salvo cuando se expresan en lo que sencillamente son: violencia.

Podr¨ªa parecer un manipulador, pero el m¨¦rito de la pel¨ªcula es demostrar que el Joker no maneja a las masas, igual que no se maneja a s¨ª mismo. Es una especie de inconsciente colectivo que se rebela contra la certeza de que ha sido excluido del mundo, del mismo modo que Trump se siente excluido de las ¨¦lites pol¨ªticas, financieras e intelectuales de Estados Unidos. A m¨ª la pel¨ªcula me ha encantado. Y a Tarantino tambi¨¦n. ¡°Todd Phillips es el Joker¡±, ha dicho.?¡°Phillips est¨¢ diciendo a todos que se jodan. Que le jodan a la audiencia de la pel¨ªcula. Que le jodan a Hollywood.?Que le jodan a todos aquellos que poseen acciones en DC y en Warner Bros.¡±. Y yo me pregunto, qu¨¦ votante de Trump no tendr¨ªa ganas de decir ¡°que le jodan a la pol¨ªtica y a los pol¨ªticos, que le jodan a Wall Street y a las instituciones¡±. Pues con eso, te guste o no, entiendes al Joker.