Un informe oficial de 2008 ya alertaba del riesgo que supondr¨ªan lluvias intensas en Brasil

Crece la tragedia causada por las aguas y la incuria pol¨ªtica en Brasil, donde los muertos son ya cerca de 600. Los equipos de rescate creen que la cifra puede doblarse porque no consiguen llegar a localidades enteras que se encuentran bajo los escombros en las zonas golpeadas por las lluvias en la sierra de R¨ªo de Janeiro. El turismo en este Estado ha perdido este mes 30 millones de d¨®lares (22.410.000 millones de euros) al sufrir la cancelaci¨®n del 95% de las reservas en los hoteles- muchos de los m¨¢s lujosos del pa¨ªs- y m¨¢s de 6.000 personas permanecen a la intemperie, muchas aisladas, con sed, hambre y mucho miedo.

Tres d¨ªas despu¨¦s de la mayor tragedia ambiental de la historia de Brasil, ocurrida en una ¨¢rea de 1.522 kil¨®metros cuadrados, incluida toda la gran ciudad de S?o Paulo, sus gentes, que han visto c¨®mo se destru¨ªan la mitad de las casas, que est¨¢n sin luz ni tel¨¦fono, sin agua, comida ni medicamentos, se sienten abandonadas a su suerte a pesar de los esfuerzos de los 1.000 agentes desplegados por el Gobierno. Estas fuerzas se confiesan incapaces de llegar a muchos lugares donde ni los cad¨¢veres, ya en putrefacci¨®n, consiguen ser retirados.

Un "crimen social"

"Colapso en la sierra", titula hoy a toda p¨¢gina con caracteres de guerra, el diario O Globo, mientras el diario Folha de S?o Paulo abre con la revelaci¨®n de un estudio, realizado por el Gobierno en 2008, en el que ya se anunciaba la tragedia con datos cient¨ªficos y justamente en las tres ciudades del desastre -Teresopolis, Petropolis y Nova Friburgo-. Pero el documento se qued¨® en papel mojado. El estudio, realizado por expertos como la ge¨®grafa Ana Luiza Coelho Neto, explicaba que las tres ciudades arrasadas por las aguas conviv¨ªan con varios factores de riesgo "capaces de generar efectos de gran magnitud". De Nova Friburgo, la ciudad con mayor n¨²mero de muertos, cuyo centro pr¨¢cticamente ha desaparecido bajo un muro de agua y el lodo de hasta un metro de altura, el informe apuntaba que la mayor parte de la poblaci¨®n estaba viviendo en estado de riesgo. Datos oficiales revelan tambi¨¦n que tanto el Estado de R¨ªo como el Gobierno federal han gastado hasta 14 veces m¨¢s en reconstruir zonas desastradas por las lluvias que en prevenci¨®n estos ¨²ltimos a?os.

Mientras tanto impresionan e indignan las im¨¢genes emitidas anoche por el telediario nacional de la red Globo, con m¨¢s de 40 millones de audiencia, intercaladas con las sangrantes de la tragedia, de la primera reuni¨®n ministerial con los 37 nuevos ministros presidida por Dilma Rousseff, en la que aparec¨ªan riendo a carcajadas, algunos masticando chicle y con aire de fiesta.

Los comentarios de la prensa nacional se preguntan hoy c¨®mo es posible que un pa¨ªs que pretende ser la quinta potencia mundial no sea capaz siquiera de rescatar de las ¨¢reas devastadas los cuerpos de los muertos y hacer llegar los v¨ªveres y medicinas de primera necesidad a los aislados, sobre todo en las zonas rurales donde, desesperados, gritan a los pocos helic¨®pteros que vuelan sobre la zona pidiendo ayuda. La cat¨¢strofe anunciada ha sido mayor porque, seg¨²n los meteor¨®logos, una gran humedad llegada de la Amazonia, favorecida por condiciones de mucho calor y baja presi¨®n, choc¨® con un frente fr¨ªo llegado de la Regi¨®n Sur, lo que cre¨® la gran cantidad de lluvia. El agua cay¨® como una tromba en s¨®lo dos horas y arrastr¨® laderas abajo todo lo que encontraba a cien kil¨®metros por hora haciendo desbordar y subir hasta siete metros los numerosos r¨ªos que atraviesan las ciudades.

Sin embargo, la causa ¨²ltima de tantas v¨ªctimas humanas se ha debido a que aquella zona, como ya anunciaba el informe oficial, ha sufrido estos a?os un crecimiento de m¨¢s del 20% de la poblaci¨®n, que se amonton¨® en las ¨¢reas de riesgo y que deforest¨® los bosques y dej¨® en carne viva la tierra sin el apoyo de las ra¨ªces. De ah¨ª que la tragedia est¨¦ siendo apellidada de "crimen social" m¨¢s que meteorol¨®gico.

Un mar de barro ahoga el suroeste de Brasil