El obispo de Tr¨ªpoli denuncia los ataques a los africanos
Centenares de subsaharianos esperan a que mejore el estado del mar para huir de un pa¨ªs que ahora los ve como mercenarios
El obispo y vicario apost¨®lico de Tr¨ªpoli, Giovanni Martinelli, ha lanzado la alerta sobre los crecientes ataques, en las dos partes de la Libia dividida entre rebeldes y fieles a Gadafi -pero sobre todo en la zona liberada-, contra los ciudadanos africanos subsaharianos. "Tienen cada vez m¨¢s miedo, porque se est¨¢ extendiendo por el pa¨ªs el prejuicio de que africano significa mercenario", afirm¨® el obispo, recordando adem¨¢s que muchos caseros libios est¨¢n expulsando a los inquilinos de color de sus viviendas porque temen posibles represalias de los rebeldes. La ONG italiana EveryOne afirm¨® ayer que tienen noticias de "innumerables episodios de agresiones, robos, expropiaciones e intimidaciones contra los inmigrantes subsaharianos", y se?al¨® que varios centenares de ellos est¨¢n esperando que mejore el estado del mar para dejar el pa¨ªs rumbo a Europa.
Martinelli y el nuncio apost¨®lico, Tommaso Caputo, lanzan adem¨¢s una llamada de socorro para que la UE ayude a salir de Tr¨ªpoli y del pa¨ªs a unos 2.000 refugiados de guerra eritreos, muchos de ellos mujeres y ni?os. "Se encuentran en una situaci¨®n grav¨ªsima, son verdaderamente los ¨²ltimos del Evangelio", dijo Martinelli, "y nosotros no podemos hacer nada por ellos salvo ayudarles a pagar el alquiler. Pido que alguien les asista y les d¨¦ refugio, porque ahora nadie se est¨¢ preocupando por ellos".
El obispo cont¨® a la agencia vaticana Fides que los eritreos acudieron el domingo a la catedral cat¨®lica de Tr¨ªpoli y que 54 de ellos tienen documentos de ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, y viajar¨¢n en las pr¨®ximas horas en avi¨®n a Italia. Los dem¨¢s, dijo el prelado, no tienen papeles.
Italia, el pa¨ªs europeo m¨¢s cercano a Libia, deber¨¢ afrontar en primera l¨ªnea la emergencia migratoria, aunque la suspensi¨®n del Tratado de Amistad con Libia y la restrictiva Ley de Seguridad aprobada hace dos a?os por el Gobierno de Silvio Berlusconi no facilitar¨¢n la tarea.
Ayer se supo que la Fiscal¨ªa del Estado de Agrigento (Sicilia) ha abierto una investigaci¨®n contra los cerca de 6.000 inmigrantes llegados desde T¨²nez a la isla de Lampedusa en los ¨²ltimos dos meses huyendo de las revueltas que hicieron caer al presidente Ben Ali. El supuesto delito cometido por los refugiados es el de inmigraci¨®n clandestina.
El fiscal jefe Renato Di Natale, explic¨® ayer que la ley (dise?ada por el ministro del Interior, Roberto Maroni, de la Liga del Norte) obliga a controlar a todos los desembarcados que entran en el pa¨ªs sin documentos "y a interrogarles para tratar de hallar a los inductores de la inmigraci¨®n clandestina". La fiscal¨ªa lleva semanas dedicada en exclusiva a incautarse de las embarcaciones, anotar los nombres de los pr¨®fugos e interrogarlos. Sin Gadafi, la ley Maroni parece inaplicable.
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