Princeton asegura que el despido de Calvo fue procedente
La universidad recomend¨® la "suspensi¨®n inmediata" de su contrato despu¨¦s de comprobar que hubo pruebas de "conducta inadecuada".- El centro dice que ha permanecido dos semanas en silencio para proteger la intimidad y el honor del profesor
La campa?a de petici¨®n de informaci¨®n iniciada por un grupo de estudiantes del profesor de espa?ol de la universidad de Princeton Antonio Calvo, que se suicid¨® el pasado 12 de abril en Nueva York, cuatro d¨ªas despu¨¦s de ser despedido, ha tenido sus primeras consecuencias oficiales. Despu¨¦s de casi dos semanas de silencio, la presidenta [rectora] de la universidad, Shirley M. Tilghman, envi¨® este lunes una misiva a la comunidad acad¨¦mica asegurando que, en el caso del despido del profesor, seis semanas antes del fin del semestre y antes de la expiraci¨®n de su contrato de cinco a?os, se cumpli¨® con la normativa adecuada y que el hecho de que la universidad no haya dado m¨¢s informaci¨®n al respecto obedece a la voluntad de proteger la intimidad y el honor de Calvo.
"Las circunstancias espec¨ªficas que condujeron a la abrupta despedida del profesor Calvo de la Universidad obedecieron a un proceso cuyo contenido no puede ser divulgado sin cometer una violaci¨®n sin precedentes de la pol¨ªtica de confidencialidad", asegura Tilghman. "Esa pol¨ªtica est¨¢ en pie para proteger la privacidad de los profesores o los miembros del personal y a sus familias. Una consecuencia desafortunada de esta pol¨ªtica es que, en ausencia de informaci¨®n de los hechos, han estado circulando en el campus y en la blogosfera falsos rumores. Lo m¨¢s problem¨¢tico es que individuos inocentes en el campus han sido identificados y se les ha apuntado con el dedo, de un modo tremendamente injusto, da?ino y que no es digno de esta comunidad universitaria".
Se refiere la presidenta Tilghman a una serie de rumores, difundidos por diversos medios norteamericanos, que apuntaban a que el motivo del despido habr¨ªa sido una supuesta campa?a de protesta por parte de algunos estudiantes de posgrado que quer¨ªan ver a Calvo fuera de Princeton. Tilghman, sin embargo, ha explicado que la universidad estaba obligada a someter a Calvo a un proceso de renovaci¨®n antes de que expirara su contrato de cinco a?os, el pr¨®ximo verano. "En ese proceso, si aparecen alegaciones de conducta incorrecta, deben ser investigadas con exhaustividad, y se debe informar de las conclusiones pertinentes al Comit¨¦ de Asesoramiento del Profesorado sobre Selecci¨®n y Promociones de Personal", dice Tilghman.
Ese comit¨¦ lo componen la propia presidenta; el preboste [encargado del presupuesto acad¨¦mico de la universidad]; los decanos [administradores] pertinentes de la facultad, de la escuela de postgrado y del personal docente, y seis representantes del profesorado. "En muy pocos casos se recomienda la suspensi¨®n inmediata", admite la presidenta. En este caso se recomend¨®, obligando a Calvo a abandonar Princeton antes del final del semestre, algo muy pocas veces visto en la universidad. A Calvo se le dio la oportunidad de defenderse en una reuni¨®n que iba a tener lugar el 11 de abril. No se present¨® y al d¨ªa siguiente se suicid¨®.
Enfado de los alumnos
La universidad, en principio, y durante 13 d¨ªas, evit¨® comentar sobre el suicidio, manteniendo una pol¨ªtica de silencio. Aquello provoc¨® el enfado entre los alumnos de Calvo, un grupo de los cuales se qued¨® esperando al profesor en clase los d¨ªas 8 y 11 de abril. Una carta abierta de uno de ellos, Philip Rothaus, de cuarto a?o, que ped¨ªa explicaciones a la universidad sobre el despido, llev¨® a una reuni¨®n en el campus, celebrada el pasado s¨¢bado, a la que acudieron unas 25 personas. En ella, los estudiantes decidieron exigir a los administradores que detallaran los procedimientos por los que consideraron pertinente el despido de Calvo.
Ahora, la propia presidenta les ha respondido, diciendo que en el caso de Calvo hubo pruebas "de conducta inadecuada", a?adiendo que "nunca es posible entender al completo las circunstancias que le llevan a alguien a tomar una decisi¨®n tan irreversible". Calvo, un profesor muy popular entre sus alumnos, fund¨® el programa de Princeton de visita acad¨¦mica a Toledo, y dirig¨ªa el departamento de espa?ol de la facultad. Seg¨²n la oficina forense de Nueva York falleci¨® por heridas efectuadas en el cuello y el brazo izquierdo.
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