El impacto de la crisis migratoria en Escandinavia

Suecia, un pa¨ªs tradicionalmente generoso con los que necesitan refugio, ha puesto en marcha un cambio legal para rebajar, al menos temporalmente, su pol¨ªtica de asilo. Los 163.000 migrantes que Suecia recibi¨® el a?o pasado han puesto en aprietos su robusto sistema de acogida e integraci¨®n. Durante tres a?os, los refugiados s¨®lo podr¨¢n recibir la residencia temporal y no podr¨¢n traer a su familia si no tienen ingresos, un revolucionario cambio en la pol¨ªtica de asilo en el pa¨ªs que fue consensuada por seis partidos

En Noruega, el apoyo a la inmigraci¨®n ha ca¨ªdo diez puntos en un a?o (al 45%) y el Gobierno, integrado por los conservadores y el antiinmigraci¨®n Partido del Progreso, est¨¢ embarcado en una campa?a para disuadir a los refugiados para que busquen amparo en otro pa¨ªs. El Estado escandinavo, con cinco millones de habitantes, sol¨ªa recibir unas 10.000 peticiones de asilo al a?o; en 2015 recibi¨® m¨¢s de 31.000. En oto?o, en uno de los momentos de m¨¢s afluencia, llegaban a sus fronteras unos 2.000 migrantes o refugiados a la semana. En invierno, cuando empezaron a arribar tambi¨¦n por la frontera del ?rtico en bicicleta, Noruega cort¨® el paso y deport¨® a una veintena de refugiados sirios a Rusia.

En Dinamarca, unas 300 personas han sido condenadas a sanciones econ¨®micas por transportar o dar refugio a refugiados. El pa¨ªs, el primero en ratificar (en 1951) la Convenci¨®n del Refugiado, ha puesto en marcha una reforma en su pol¨ªtica migratoria destinada a disuadir y ahuyentar a los que huyen de las guerras. Desde su llegada al poder en Dinamarca el pasado junio, el Gobierno de centro derecha ha restringido los derechos de los asilados. Adem¨¢s de recortar las ayudas econ¨®micas, ha aumentado el tiempo necesario para la reunificaci¨®n familiar.