La dictadura imperfecta
Tras las elecciones del domingo se abre una disputa por el control de la Asamblea Constituyente, el nuevo m¨¢ximo ¨®rgano de Gobierno en Venezuela
En su fuga autoritaria, Nicol¨¢s Maduro cruz¨® la ¨²ltima frontera. Termin¨® de sumergirse en la ilegitimidad. Las reglas que dicte la Asamblea Constituyente elegida el domingo no ser¨¢n aceptadas por la oposici¨®n y tampoco por numerosos actores de la comunidad internacional. Ser¨ªa un error, sin embargo, suponer que ese aislamiento es el costo que paga el presidente de Venezuela para conseguir la homogeneidad que requiere su dictadura. A partir de ahora se abrir¨¢ una disputa por el control de esa convenci¨®n, que ser¨¢ el m¨¢ximo ¨®rgano de Gobierno del pa¨ªs. Diosdado Cabello aspira a presidirla. Si lo logra, Venezuela quedar¨ªa en manos del chavismo m¨¢s radicalizado. Maduro quedar¨ªa bajo las ¨®rdenes de Cabello, que lo considera un tibio.
La fractura venezolana se agiganta. Las elecciones del domingo fueron sanguinarias. Costaron doce vidas. La oposici¨®n cree que en ellas particip¨® un 12% del padr¨®n. El oficialismo declara un 43%. Aunque ¨¦ste fuera el n¨²mero, ser¨ªa muy peque?o para avalar una reforma constitucional. Para Maduro son detalles. ?l necesita esa reforma. La constituci¨®n que dej¨® Hugo Ch¨¢vez le resulta demasiado democr¨¢tica. Prev¨¦ plebiscitos y proh¨ªbe usar armas para mantener el orden. Fue un texto pensado para un l¨ªder que flotaba sobre una marea de consenso. No para uno cuya aceptaci¨®n ronda el 10%.
Si el chavismo siempre fue una caricatura de la democracia, Maduro es una caricatura del chavismo. Por eso aparecen disidencias. La de la fiscal general Luisa Ortega es la que m¨¢s resuena. Acaba de decir que la Asamblea convocada por Maduro inaugurar¨¢ el totalitarismo. Con menos estridencia se mueve el general Miguel Rodr¨ªguez Torres, quien hasta 2014 fue ministro del Interior. Rodr¨ªguez Torres fue un engranaje crucial de la maquinaria oficialista. Despu¨¦s del golpe de Estado de abril de 2002, Ch¨¢vez le confi¨® los servicios de Inteligencia. Ahora ¨¦l sue?a liderar una transici¨®n despu¨¦s del derrumbe de Maduro.
El anillo internacional presiona con m¨¢s fuerza. Estados Unidos, Espa?a, Colombia, Per¨² y la Argentina fueron los primeros pa¨ªses en adelantar que no reconocer¨¢n a la asamblea. Con una voz m¨¢s d¨¦bil, Brasil solicit¨® a Maduro que no instale a los constituyentes electos. A la diferencia entre la posici¨®n argentina y la brasile?a, se agrega el silencio uruguayo. En el Mercosur no existe un consenso en relaci¨®n con Venezuela, que es uno de sus socios.
Las consecuencias de este rechazo al nuevo orden son todav¨ªa misteriosas. Pero afectar¨¢n, sin duda, los negocios. La crisis institucional que se desat¨® en marzo, cuando el Tribunal Supremo intent¨® transferir al Poder Ejecutivo facultades propias de la Asamblea Nacional, estuvo determinada por conflictos econ¨®micos. Los legisladores hab¨ªan bloqueado algunos convenios petroleros que Maduro quer¨ªa suscribir para mejorar los ingresos de PDVSA y, en consecuencia, del Tesoro. La Constituyente avanzar¨¢ sobre ese terreno. Pero los contratos que se suscriban en este nuevo marco tendr¨¢n una validez muy cuestionada. En este contexto, hay que observar la conducta de dos potencias: Estados Unidos y China.
El Gobierno de Donald Trump carece de una estrategia clara tambi¨¦n frente al drama venezolano. Thomas Shannon, a qui¨¦n Barack Obama hab¨ªa encomendado la relaci¨®n con Caracas, est¨¢ en retirada. El secretario de Estado, Rex Tillerson, tiene la cabeza puesta en otra agenda. Lo demostr¨® al ausentarse de la OEA en Canc¨²n, donde estaba prevista una condena al Gobierno de Maduro: el fracaso de esa iniciativa se atribuy¨®, sobre todo, a esa inasistencia. Como la subsecretar¨ªa de asuntos hemisf¨¦ricos sigue vacante, los opositores venezolanos, orientados por el republicano Marco Rubio, golpean la puerta de la Casa Blanca en busca de interlocutores m¨¢s receptivos y combativos. ?Habr¨¢ un bloqueo a las importaciones de petr¨®leo desde Venezuela? PDVSA provee una parte significativa del crudo que se refina en Estados Unidos. Pero varios diplom¨¢ticos de ese pa¨ªs niegan un embargo: "Ya nos equivocamos con Cuba", dijo uno de ellos.
China no ofrece la incertidumbre norteamericana. La asfixia del chavismo le abre una nueva oportunidad. Se advirti¨® hace algunos meses. Cuando los proveedores habituales de material antidisturbios, entre ellos Espa?a y Brasil, suspendieron su participaci¨®n en el negocio, los chinos aumentaron sus env¨ªos. Afinidad entre represores. Ahora, a cambio de aliviar la debilidad financiera de Venezuela, se apropiar¨¢n de m¨¢s recursos petroleros y mineros.
A Caracas s¨®lo le queda un puente con los pa¨ªses democr¨¢ticos. Es el expresidente del gobierno de Espa?a, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Convocado por el socialdem¨®crata Timoteo Zambrano, Zapatero se involucr¨® en una mediaci¨®n alentada por Barack Obama. Hoy sus gestiones se sostienen m¨¢s en el optimismo personal que en cualquier respaldo pol¨ªtico. Los interlocutores de Zapatero son la canciller Delcy Rodr¨ªguez, y su hermano Jorge, alcalde de Caracas. Esos di¨¢logos influyeron en la excarcelaci¨®n del l¨ªder opositor Leopoldo L¨®pez, sometido ahora a prisi¨®n domiciliaria. Una decisi¨®n que se concret¨® un mes despu¨¦s de lo pactado.
El papel de Zapatero ser¨¢ cada vez m¨¢s problem¨¢tico. Porque los venezolanos, desde el domingo, est¨¢n m¨¢s divididos. Un s¨ªmbolo: en el mismo palacio del Poder Legislativo habr¨¢ dos asambleas. La Nacional, elegida en un proceso transparente y con mayor¨ªa opositora, y la Constituyente, de la que s¨®lo participa el oficialismo. Ante esta fractura, cualquier mediaci¨®n queda reducida a un m¨ªnimo objetivo: ser una v¨¢lvula de escape para evitar la explosi¨®n definitiva.
Presionado desde el exterior, y enfrentado a movilizaciones cada vez m¨¢s frecuentes y multitudinarias, Maduro imagin¨® la Constituyente como un factor de cohesi¨®n para su propia base. Pero tal vez consiga lo contrario. En el seno del chavismo se abri¨® una nueva disputa por el control de la asamblea, que para el oficialismo es el poder m¨¢ximo de Venezuela. Ese desaf¨ªo al poder del presidente est¨¢ encarnado en Diosdado Cabello, quien pretende enfrentar con mayor dureza a la oposici¨®n y al cisma interno. En vez de consolidarse, con las elecciones del domingo el r¨¦gimen venezolano se volver¨¢ m¨¢s inestable, porque se astilla m¨¢s y m¨¢s. Un diplom¨¢tico radicado en Caracas suele parafrasear la cl¨¢sica definici¨®n de Vargas Llosa sobre el PRI: "Maduro ha conseguido la dictadura imperfecta".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.