Turqu¨ªa y EE UU endurecen su pulso con la suspensi¨®n rec¨ªproca de visados
La decisi¨®n de Washington responde a la detenci¨®n, la semana pasada, de un empleado del consulado estadounidense en Estambul acusado de espionaje
Las relaciones entre Turqu¨ªa y Estados Unidos, anta?o socios estrat¨¦gicos, han alcanzado un nuevo m¨ªnimo hist¨®rico. Washington ha anunciado a ¨²ltima hora de este domingo que sus legaciones diplom¨¢ticas en Turqu¨ªa dejar¨¢n de emitir visados a los ciudadanos turcos (excepto aquellos de reagrupaci¨®n familiar), a lo que sigui¨® una decisi¨®n similar del Gobierno de Ankara. Este incremento en la tensi¨®n se enmarca en el giro hacia el este emprendido por el Ejecutivo islamista turco, que ha reforzado sus lazos con Rusia desde el fallido intento de golpe de Estado del pasado a?o, y en el apoyo que da la Casa Blanca a los kurdos de Siria, enemigos de Ankara. Todo ello ha provocado tal nerviosismo que la divisa turca ha registrado fuertes p¨¦rdidas respecto al d¨®lar.
En un comunicado emitido en la tarde de este domingo, la Embajada de Estados Unidos ha justificado la decisi¨®n de cancelar la emisi¨®n de visados en la necesidad de "reconsiderar el compromiso del Gobierno de Turqu¨ªa respecto a la seguridad de las instalaciones y el personal de las misiones de EE UU", en referencia a la detenci¨®n la semana pasada de un empleado del consulado estadounidense en Estambul. El hombre, de nacionalidad turca, est¨¢ acusado de "espionaje pol¨ªtico y militar" e "intento de derrocar al Gobierno de la Rep¨²blica de Turqu¨ªa" por sus presuntos contactos telef¨®nicos con destacados miembros de la cofrad¨ªa de Fethullah G¨¹len, a la que Ankara acusa de la fallida sublevaci¨®n militar de julio de 2016. Este lunes, los medios turcos informaron de que otra orden de arresto ha sido emitida contra un segundo trabajador del consulado, cuyo paradero se desconoce, pero cuya mujer e hijo habr¨ªan sido llevados a comisar¨ªa para tomarles declaraci¨®n.
La decisi¨®n estadounidense sobre los visados fue seguida por una equivalente de Turqu¨ªa, que a modo de mofa la ha anunciado mediante un comunicado calcado palabra por palabra al emitido por EE UU, a excepci¨®n de una frase. "Dejaremos de emitir visados (a los ciudadanos de Estados Unidos) en las fronteras, por Internet o en nuestros consulados. S¨®lo aquellos que ya posean un visado en vigor podr¨¢n viajar. El resto, no podr¨¢n entrar en Turqu¨ªa a partir de esta noche (del lunes)", ha afirmado una fuente del Ministerio de Exteriores turco en declaraciones a EL PA?S, aunque ha matizado que quiz¨¢s se puedan reconsiderar peticiones a nivel individual y por razones humanitarias. "La reacci¨®n turca es m¨¢s dura", ha admitido una fuente de una legaci¨®n diplom¨¢tica estadounidense a este diario, explicando que los ciudadanos turcos a¨²n podr¨ªan solicitar visados de turismo, negocios, estudios o trabajo en consulados de EE UU situados en terceros pa¨ªses, mientras que "ning¨²n estadounidense podr¨¢ viajar a Turqu¨ªa". La fuente gubernamental turca ha reconocido que el paso dado por ambos pa¨ªses tendr¨¢ "consecuencias adversas". "Sabemos que no es algo bueno y nosotros siempre hemos abogado por la libertad de movimiento. Pero se trata de una decisi¨®n rec¨ªproca que continuar¨¢ hasta que las autoridades americanas reconsideren su postura", ha a?adido.
Una de esas consecuencias ya se ha hecho sentir y ha sido el desplome de la lira. En la apertura de las bolsas asi¨¢ticas, la divisa turca ha ca¨ªdo este lunes hasta un 6% respecto a la estadounidense, aunque posteriormente ha moderado las p¨¦rdidas y a media ma?ana ca¨ªa un 2,14% respecto al d¨®lar y un porcentaje similar respecto al euro. El Banco Central de Turqu¨ªa ha informado este lunes en un comunicado que sigue "de cerca" los acontecimientos y est¨¢ preparado para intervenir, aunque sus armas de poco han servido en los ¨²ltimos dos a?os y medio, cuando la inestabilidad pol¨ªtica en el pa¨ªs euroasi¨¢tico ha provocado que la lira haya perdido un tercio de su valor.
Los anuncios sobre visados confirmaron el r¨¢pido viraje que ha dado la relaci¨®n entre Estados Unidos y Ankara tras el deshielo vivido con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. El presidente recibi¨® en mayo en el Despacho Oval a su hom¨®logo turco, Recep Tayyip Erdogan. La reuni¨®n se interpret¨® como un aval a Erdogan aunque en ese momento el presidente turco ya advirti¨® de que no tolerar¨ªa la entrega de armas a las milicias kurdas, informa Joan Faus. La voluntad de cercan¨ªa de Trump ya se exhibi¨® en abril cuando felicit¨® a Erdogan por su victoria en el refer¨¦ndum de reforma constitucional pese a que el Departamento de Estado se hab¨ªa mostrado cauto tras las denuncias de supuestas irregularidades en el proceso.
La deriva autoritaria de Ankara en los ¨²ltimos a?os le hab¨ªa costado severas cr¨ªticas de la anterior Administraci¨®n de Barack Obama y el entonces presidente se hab¨ªa resistido a recibir en Washington a Erdogan, al que en su d¨ªa consider¨® un ejemplo de moderaci¨®n.
Ankara y Washington est¨¢n divididas por sus intereses en diversos conflictos de Oriente Medio, principalmente por la decisi¨®n estadounidense de armar a las milicias kurdas de Siria, hermanadas con el grupo armado kurdo PKK, que act¨²a en Turqu¨ªa y es considerado terrorista por EE UU y la UE. Ello ha provocado un evidente acercamiento de Ankara a Mosc¨², a la que ha comprado un sistema de defensa antimisiles y con la que ha pactado una hoja de ruta para Siria. Pero adem¨¢s, las autoridades turcas est¨¢n enfadadas porque ven cierta mano de Washington, por acci¨®n u omisi¨®n, en el golpe de Estado del pasado a?o. En especial por la negativa estadounidense de extraditar al cl¨¦rigo Fethullah G¨¹len, al que Ankara acusa de idear el plan golpista y que reside en Pensilvania desde finales de la d¨¦cada de los noventa. Erdogan lleg¨® a proponer el mes pasado que Estados Unidos entregue a G¨¹len a cambio de la excarcelaci¨®n del pastor protestante estadounidense Andrew Brunson, detenido en Turqu¨ªa y acusado de lazos con los g¨¹lenistas, lo que ha llevado a los medios norteamericanos a acusar al mandatario islamista de utilizar a los ciudadanos estadounidenses detenidos como "rehenes". La portavoz del Departamento de Estado de EE UU, Heather Nauert, rechaz¨® categ¨®ricamente la propuesta de Erdogan y exigi¨® la liberaci¨®n de Brunson, "encarcelado injustamente".
No es este el ¨²nico tema que ha enfrentado a ambos Gobiernos. Erdogan acusa a la Justicia de EE UU de estar politizada y de odiarle por haber encausado al empresario turco-iran¨ª Reza Zarrab (actualmente detenido en EE UU), al director de un banco p¨²blico y a un exministro ¡ªtodos ellos personajes muy cercanos al presidente turco¡ª en un caso de corrupci¨®n y conspiraci¨®n para violar el embargo a Ir¨¢n. Tambi¨¦n le ha molestado enormemente la decisi¨®n de un tribunal estadounidense de aceptar la imputaci¨®n a sus guardaespaldas por los enfrentamientos violentos que protagonizaron contra manifestantes prokurdos durante una visita de Erdogan a Washington.
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