Slobodan Praljak, criminal de guerra, ingeniero, acad¨¦mico y dramaturgo
El exgeneral bosniocroata, que se suicid¨® este mi¨¦rcoles en el Tribunal para la antigua Yugoslavia, se consideraba un patriota y fue amigo de los musulmanes bosnios que luego mand¨® perseguir
Ingeniero el¨¦ctrico, licenciado en Filosof¨ªa y Sociolog¨ªa, escritor y director de cine y teatro en Croacia, Slobodan Praljak, el exgeneral bosniocroata que se suicid¨® este mi¨¦rcoles ante los at¨®nitos jueces del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), era uno de los condenados m¨¢s contradictorios de la guerra de los Balcanes. Profesor universitario y responsable de varias series y documentales en su pa¨ªs, sab¨ªa que su gesto ser¨ªa recogido por las televisiones del mundo. Aunque el pulso le tembl¨® y su mirada reflejaba horror, apur¨® un frasco que conten¨ªa ¡°un veneno mort¨ªfero¡±, seg¨²n ha acreditado la Justicia holandesa. La confusi¨®n del momento ha oscurecido el hecho de que la muerte en directo de Praljak fue presenciada tambi¨¦n por su familia, que se encontraba entre el p¨²blico presente en la sala de vistas.
Condenado a 20 a?os de c¨¢rcel en 2013 por cr¨ªmenes de guerra contra los musulmanes bosnios, y a igual pena en la apelaci¨®n durante la cual se quit¨® la vida, Praljak se refiri¨® a s¨ª mismo en tercera persona para negar a gritos haber sido un criminal de guerra. Un ¨²ltimo acto antes de que Carmel Agius, el juez que volv¨ªa a condenarlo, ordenara correr un prosaico tel¨®n: la cortinilla que separa el banquillo de los acusados de la sala.
Fue un final inesperado para un hombre que hab¨ªa pisado la universidad y los escenarios y que naci¨® en 1945 en Capljina, una localidad de Herzegovina situada cerca de la frontera croata. All¨ª se relacion¨® con las ¨¦lites nacionalistas y, aunque su trayectoria inicial nada tuvo que ver con la milicia, en 1991, al estallar la guerra croata de independencia contra los serbios, se sum¨® a las reci¨¦n creadas Fuerzas Armadas Croatas. Lleg¨® a general y represent¨® luego al Ministerio de Defensa en la Rep¨²blica Croata de Herzeg-Bosnia, proclamada en 1991 como una entidad aut¨®noma en el territorio de Bosnia Herzegovina. Temperamental e independiente, fuentes de la comunidad croata en La Haya que piden mantenerse en el anonimato se?alan que ¡°tuvo unos encontronazos con sus correligionarios que pudieron llevarle a dejar el uniforme¡±. Praljak llevaba 13 a?os en prisi¨®n, desde que en 2004 decidi¨® entregarse voluntariamente al tribunal, junto con otros cinco pol¨ªticos y militares bosniocroatas. Entre ellos figura Jadranko Prlic, ex primer ministro de la Rep¨²blica de Herzeg-Bosnia. Estaban seguros de contar con el apoyo de la comunidad internacional, cuyos planes de paz, propuestos antes y durante la guerra de Bosnia (1992-1995) la divid¨ªan en tres entidades ¨¦tnicas: croatas, serbias y bosnias.
Aunque Praljak hab¨ªa cumplido las dos terceras partes de sus 20 a?os de condena, y podr¨ªa haber pedido su liberaci¨®n dentro de poco, 13 a?os de encierro han pesado mucho, seg¨²n las mismas fuentes. ¡°Es posible que no resistiera la presi¨®n, como tampoco pudo hacerlo Milan Babic, primer presidente de la Rep¨²blica Serbia de Krajina, que se ahorc¨® en 2006 en su celda¡±. La gran diferencia es que Babic pidi¨® perd¨®n por los cr¨ªmenes contra la humanidad cometidos en Croacia, por los cuales le condenaron a 13 a?os de encierro. Praljak, por el contrario, mantuvo siempre su inocencia. Dijo que luchaba por su patria croata, primero contra los serbios con ayuda de los musulmanes bosnios. Luego, entre 1993 y 1995, contra estos ¨²ltimos a los que ¡°aplicaron la limpieza ¨¦tnica para crear una Gran Croacia sin ellos¡±, seg¨²n el pliego acusatorio del tribunal. ¡°Sin embargo, tambi¨¦n es verdad que no los atac¨® al modo de Radovan Karadzic, el exl¨ªder pol¨ªtico serbobosnio, o su jefe militar, el exgeneral Ratko Mladic [condenados a 40 a?os y cadena perpetua, respectivamente, por el genocidio de Srebrenica]. Creci¨® con los musulmanes y ten¨ªa amigos en dicha comunidad, as¨ª que su idea era echarlos para que ocuparan un espacio fuera de los l¨ªmites croatas¡±, siguen las mismas fuentes.
Su muerte ha sido uno de los sucesos m¨¢s chocantes de la historia del tribunal. De momento, se sabe que los d¨ªas anteriores al suicidio Praljak no quiso ver a su mujer e hijos. La Fiscal¨ªa presume que hab¨ªa planeado con cuidado quitarse la vida, y trata ahora de averiguar qui¨¦n le proporcion¨® el veneno. Y d¨®nde, porque solo hay dos posibilidades: en la c¨¢rcel o en el propio TPIY.
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