Dos familias ajustan cuentas a balazos y ponen en jaque a Rosario
Las pandillas se pierden en venganzas y agrandan la tasa de homicidios en lo que va de 2018
En 2013, un ajuste de cuentas ultim¨® a Claudio el p¨¢jaro Cantero y termin¨® con la banda narco Los Monos, due?os del negocio de la droga en la ciudad de Rosario, la tercera en importancia en Argentina. Un a?o m¨¢s tarde, el ejecutivo entonces a cargo de Cristina Fern¨¢ndez, decidi¨® una intervenci¨®n en la ciudad que despleg¨® 1.500 gendarmes y 500 prefectos y dur¨® ocho meses, aunque al poco tiempo, las fuerzas nacionales tuvieron que volver a la regi¨®n. ¡°Rosario es la ciudad m¨¢s violenta del pa¨ªs¡±, argument¨® el entonces secretario de Seguridad Sergio Berni y la actualidad le da la raz¨®n. En lo que va de 2018 se contabilizan 12 homicidios en la ciudad, de los cuales cuatro son atribuidos a la puja por el control de la venta pero, sobre todo, a venganzas entre las familias que se disputan la torta: los Camino y los Funes.
¡°Hermano por hermana¡±. As¨ª explic¨® una fuente judicial lo ocurrido el pasado domingo, cuando Marcela D¨ªaz, de 36 a?os, fue asesinada de un disparo efectuado desde un auto mientras viajaba junto a su pareja montada en una motocicleta. Era la hermana de Ariel tubi Segovia, quien desde la c¨¢rcel orden¨® tres cr¨ªmenes a integrantes de la familia Funes. El 9 de enero cay¨® abatido Ulises Funes -otro de los hermanos- mientras conversaba con su novia en el pasillo de una casa y le dispararon desde un auto. Sin embargo, las cuentas no est¨¢n saldadas: la pareja de Marcela D¨ªaz asegura que dentro del auto que los atac¨® viajaba Alan Funes, de 18 a?os, y con pedido de captura nacional e internacional. ¡°A mi hermano no me lo devuelve nadie. Pero ellos van a tener que hacer fila para velar la de muertos que voy a dejar¡°, escribi¨® Lautaro lamparita Funes desde su celda en Facebook y la Provincia reforz¨® los operativos para contener el avance de la violencia
La historia de los Funes y los Camino no tiene nada que ver con la de los Capuletto y los Montesco, aunque el final parece que ser¨¢ el mismo: la muerte de ambos. El odio?comenz¨® en 2009, con el asesinato de Pimpi Caminos, exjefe de la barra de Newell¡¯s. Luego, las familias supieron operar bajo la sombra de Los Monos pero, ca¨ªdos estos, mantienen una guerra desde hace m¨¢s de tres a?os por el control del negocio. Una batalla que, a pesar de los inocentes ca¨ªdos, se ha hecho personal y auto destructiva. ¡°Es una disputa muy violenta, no una guerra entre bandas narcos. De todos modos para nosotros es un problema grave¡±, dice a EL PA?S Maximiliano Pullaro, ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe.
Seg¨²n el cargo, los enfrentamientos ¡°tienen m¨¢s que ver con peleas hist¨®ricas entre estas familias, viene de los abuelos, que con problemas del narcotr¨¢fico. Son grupos chicos y preorganizados y no lo que el contexto comprende. No tiene la misma complejidad que tuvo lo de Los Monos, que eran 300 tipos y estos a lo sumo son 15 de cada lado¡±. Sin embargo, el cruce de balas ha causado muertes de inocentes, como la de un joven futbolista al que le toc¨® en suerte un proyectil que estaba dirigido al padre del clan Funes.
¡°No digo que no puedan tener, en alg¨²n caso, con la venta de drogas pero en todo caso es micro tr¨¢fico, muy distinto a lo de Los Monos que lavaban su dinero con la venta de veh¨ªculos. Hay un trabajo en especial sobre los lugares de conflicto para evitar m¨¢s enfrentamientos y fundamentalmente para preservar v¨ªctimas civiles que no tienen nada que ver con esto. Tenemos controlada la zona y la violencia. Cuando detengamos a Alan y a los que quedan de los Camino esto va a estar resuelto¡±, promete Pullaro.
Con todo, Rosario sigue siendo un caldo de cultivo para la proliferaci¨®n de estas pandillas que, muchas veces, consiguen protecci¨®n pol¨ªtica y connivencia policial para crecer hasta convertirse en bandas. ¡°Lo atractivo de Rosario son las rutas (que conectan a la ciudad con las fronteras del pa¨ªs, por donde ingresa la droga) pero fundamentalmente los puertos. Tenemos 30 puertos entre privados y p¨²blicos donde se exporta el cereal de la Rep¨²blica Argentina. Indudablemente eso debe ser atractivo para quienes sacan la droga del pa¨ªs¡±, analiza el cargo.
Y reconoce: ¡°Como toda instituci¨®n democr¨¢tica tenemos niveles de corrupci¨®n, pero en el ultimo a?o exoner¨¦ y destitu¨ª a mas de 200 polic¨ªas y pase a disponibilidad a cerca de 700, ademas de llevar adelante 3.000 sanciones administrativas. Estamos muy encima del funcionamiento de la polic¨ªa de Santa Fe y creo que la hemos mejorado much¨ªsimo. No obstante, aparecen episodios de corrupci¨®n institucional¡±. No obstante, parece que ser¨¢ el propio rencor de los narcos lo que ayude a solucionar el problema, ya que, como explica un colaborador de Pullaro a este diario, ¡°no quedan muchos m¨¢s Funes ni Camino dando vueltas¡±.
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