El negociador de la UE advierte de que el pacto sobre la transici¨®n del Brexit no est¨¢ garantizado
Michel Barnier constata ¡°desacuerdos sustanciales¡± sobre la etapa intermedia del divorcio, tras concluir otra ronda de negociaciones con su hom¨®logo brit¨¢nico
La etapa que se antojaba m¨¢s sencilla en el tortuoso proceso del Brexit corre el riesgo de frustrarse. El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, ha alertado este viernes de que los ¡°desacuerdos sustanciales¡± que mantienen Bruselas y Londres pueden hacer descarrilar el periodo de transici¨®n entre la salida brit¨¢nica y el futuro acuerdo bilateral. ¡°Si persiste el desacuerdo, sin duda habr¨¢ un problema y el pacto [sobre la transici¨®n] no est¨¢ garantizado¡±, ha subrayado en conferencia de prensa. El reloj de los plazos sigue corriendo. Casi 11 meses despu¨¦s de iniciar el di¨¢logo ¡ªy 20 meses despu¨¦s del refer¨¦ndum¡ª, las principales inc¨®gnitas est¨¢n por despejar. La UE quiere zanjarlo para el mes de octubre, de forma que el Parlamento Europeo pueda aprobarlo antes de la fecha oficial de salida, el 30 de marzo de 2019.
Como colof¨®n a la ronda negociadora que se ha desarrollado esta semana en Bruselas ¡ªla primera despu¨¦s de cerrar en diciembre la fase del divorcio¡ª, Barnier se ha declarado ¡°sorprendido¡± por las reticencias brit¨¢nicas a aceptar las condiciones de transici¨®n. M¨¢s a¨²n cuando el dise?o de este periodo intermedio fue una petici¨®n del Gobierno de Theresa May para evitar un abismo el d¨ªa de salida de la UE. Bruselas exige que los ciudadanos europeos que recalen en Reino Unido ¡ªe igualmente los brit¨¢nicos que se muden a otro pa¨ªs comunitario¡ª entre marzo de 2019 y diciembre de 2020 puedan acumular derechos id¨¦nticos a los de quienes se desplacen antes del Brexit. May tambi¨¦n es reacia a aceptar un elemento delicado para quienes defendieron vivamente abandonar la Uni¨®n: la tutela del Tribunal de Justicia de la UE durante ese plazo. La mayor sorpresa de Barnier deriva de que Reino Unido plantea ahora participar en las pol¨ªticas de justicia e interior durante esos meses. Este es, precisamente, un ¨¢mbito en el que Reino Unido se autoexcluy¨® de la regulaci¨®n europea durante su pertenencia al club comunitario. Parad¨®jicamente, al salir desea adherirse al menos a algunas de esas pol¨ªticas.
La falta de claridad brit¨¢nica sobre el tipo de relaci¨®n que quiere mantener con la UE en el futuro irrita cada vez m¨¢s a la Comisi¨®n Europea y a los Estados miembros. Barnier ha indicado, con cierta sorna, que la ronda de esta semana hab¨ªa abordado todos los asuntos previstos salvo el marco posterior al Brexit. El excomisario franc¨¦s lo ha atribuido a problemas de agenda brit¨¢nicos, pero ha recalcado que se trataba de ¡°la ¨²nica reuni¨®n anulada hasta el momento¡±.
Otro elemento que contamina el di¨¢logo es el encaje de Irlanda del Norte. Tal y como qued¨® pactado en el acuerdo de divorcio, en caso de que Londres y Bruselas no alcancen una soluci¨®n ¨®ptima, la parte brit¨¢nica se compromete a garantizar un ¡°pleno alineamiento¡± con la regulaci¨®n europea para evitar una frontera r¨ªgida entre la Rep¨²blica de Irlanda, perteneciente a la UE, e Irlanda del Norte, parte del reino brit¨¢nico. Barnier ha advertido de que las opciones para salvar ese escollo son muy limitadas: ¡°Es importante decir la verdad. Si Reino Unido no desea formar parte del mercado ¨²nico ni de la uni¨®n aduanera, los controles aduaneros son inevitables¡±.
Pactos comerciales con terceros
Cada vez m¨¢s acorralado por los plazos, Reino Unido intenta a toda costa evitar una salida brusca en marzo de 2019. De forma paralela a la negociaci¨®n en Bruselas, Londres lanz¨® a ¨²ltima hora del jueves una propuesta que la UE deber¨¢ mirar con lupa. Se trata de una pr¨®rroga autom¨¢tica y sin m¨¢s tr¨¢mites legales de todos los acuerdos que el club comunitario tiene suscritos con el resto del mundo. Es decir, que el centenar de pa¨ªses cubiertos por estos pactos (comerciales, de aviaci¨®n, de intercambio de datos¡) siguieran aplic¨¢ndose a Reino Unido durante la fase de transici¨®n (presumiblemente, hasta diciembre de 2020).
La justificaci¨®n de Londres para plantear esta peculiar lectura del divorcio es que ¡°preserva la integridad del orden legal de la UE¡± y permite una continuidad beneficiosa para todos. Los representantes brit¨¢nicos dejan caer que ya se han puesto en contacto con muchos de estos terceros pa¨ªses y que respaldan plenamente la iniciativa. Para la UE, el riesgo es que Londres emplee como base esa extensi¨®n del statu quo para replicar unos acuerdos patrimonio de la familia comunitaria que Reino Unido abandona pero que, con esta f¨®rmula, podr¨ªan perpetuarse para los brit¨¢nicos. Los socios europeos ¡ªen particular Francia y Alemania¡ª insisten en que cualquier arreglo alcanzado con Londres debe implicar la p¨¦rdida de todos los derechos inherentes a la UE. De lo contrario, argumentan, el incentivo para que otros miembros de la UE planteen encajes espec¨ªficos que excluyan los elementos que consideren perjudiciales es enorme.
Londres ve contradicciones en la UE
El negociador brit¨¢nico para el Brexit, David Davis, evit¨® comparecer con Barnier al final de la ronda, pero no quiso perder la ocasi¨®n para lanzar su mensaje. Devolvi¨¦ndole el reproche al responsable europeo, Davis tambi¨¦n consider¨® "sorprendente" que Barnier no tenga clara la posici¨®n brit¨¢nica para la fase de transici¨®n. Y acus¨® a la Comisi¨®n de incurrir en una "contradicci¨®n fundamental" al pedir un mecanismo de resoluci¨®n de posibles disputas bilaterales, pero sin aceptar la propuesta brit¨¢nica, seg¨²n un comunicado emitido este viernes.
Davis se aferr¨® a la difusa f¨®rmula de reclamar "un acuerdo amplio" con la UE que los sit¨²e como "los aliados y amigos m¨¢s cercanos". Bruselas espera impaciente que Londres detalle esa declaraci¨®n de intenciones.
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