Corea del Norte cancel¨® una reuni¨®n con Pence en el ¨²ltimo minuto

Delante de las c¨¢maras se hicieron caso omiso. Detr¨¢s de ellas, ten¨ªan apalabrada una reuni¨®n secreta en Se¨²l. Pero el encuentro entre el vicepresidente de EE UU, Mike Pence, y Kim Yo-jong durante los Juegos Ol¨ªmpicos de Pyeongchang, en Corea del Sur, nunca lleg¨® a producirse: la influyente hermana del l¨ªder norcoreano Kim Jong-un lo cancel¨® apenas dos horas antes de celebrarse, el s¨¢bado 10 de febrero, molesta por las ¨¢speras declaraciones de su potencial interlocutor.

Tanto el Departamento de Estado de EE UU como la oficina de Pence han admitido este mi¨¦rcoles que la reuni¨®n estuvo prevista. Durante el viaje del vicepresidente para asistir a la inauguraci¨®n de los Juegos, "surgi¨® la posibilidad de un breve encuentro con los l¨ªderes de la delegaci¨®n norcoreana", ha declarado la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert. Pence ¡°estaba preparado a aprovechar esa oportunidad y plantear la necesidad de que Corea del Norte renuncie a sus programas il¨ªcitos nucleares y de misiles bal¨ªsticos¡±, pero ¡°en el ¨²ltimo momento, los funcionarios (norcoreanos) decidieron no seguir adelante con la cita¡±, ha declarado Nauert.

La presencia de los dos dirigentes en la ceremonia de inauguraci¨®n de los Juegos el d¨ªa 9 hab¨ªa desatado las expectativas sobre posibles contactos entre las delegaciones de EE UU y Corea del Norte, despu¨¦s de un a?o de tensiones en torno al programa de armamento norcoreano, pruebas de misiles y nucleares, amenazas e insultos mutuos y la posibilidad de una guerra en el horizonte.

Ninguna de las partes hab¨ªa desmentido tajantemente que pudiera ocurrir un encuentro. Corea del Sur, el pa¨ªs anfitri¨®n, y su presidente Moon Jae-in, partidario del di¨¢logo con Pyongyang, ten¨ªa un gran inter¨¦s en que Washington entablara contacto directo con el pa¨ªs hostil para tratar de consumar el deshielo en la pen¨ªnsula. Corea del Norte hab¨ªa declarado que no buscar¨ªa un encuentro, pero no hab¨ªa dicho que no fuera a tener lugar. A su partida de Estados Unidos para una gira de cinco d¨ªas por Corea del Sur y Jap¨®n, y al tiempo que insist¨ªa en la pol¨ªtica de su gobierno de mantener la m¨¢xima presi¨®n sobre el Norte, Pence dej¨® la puerta abierta de manera m¨¢s expl¨ªcita: ¡°veremos qu¨¦ pasa¡±.

La reuni¨®n estaba pactada para el s¨¢bado en Se¨²l, en un lugar discreto: la Casa Azul, el palacio presidencial al que Moon ya hab¨ªa invitado a la delegaci¨®n norcoreana para un almuerzo informal. Un almuerzo durante el cual Kim Yo-Jong invit¨®, en nombre de su hermano, al jefe de Estado surcoreano a visitar Pyongyang ¡°tan pronto como le resulte conveniente¡±.

A la cita secreta iban a asistir, por parte estadounidense, no solo Pence, sino tambi¨¦n un representante del Consejo de Seguridad Nacional, otro de los servicios de inteligencia estadounidenses y Nick Ayers, el portavoz del vicepresidente, seg¨²n ha indicado un alto funcionario de la Casa Blanca citado por ¡°The Washington Post¡±. Por parte norcoreana se esperaba a Kim, al jefe de Estado nominal Kim Jong-nam y posiblemente un tercer alto funcionario.

Pero antes de llegar a Corea del Sur, Pence anunci¨® la pr¨®xima imposici¨®n de nuevas sanciones contra el Norte. E insisti¨® en que su presencia en la ceremonia inaugural de los Juegos en los que las dos Coreas iban a desfilar juntas ten¨ªa con objeto contrarrestar la propaganda norcoreana.

Ya en suelo del Sur, sus primeros actos tuvieron calculadamente ese objetivo: se reuni¨® con desertores del Norte y visit¨® un monumento a las v¨ªctimas del Cheonan, un barco de guerra surcoreano hundido en 2010 aparentemente por un torpedo norcoreano. Pence viajaba acompa?ado de Fred Warmbier, el padre de Otto Warmbier, el estudiante detenido por Corea del Norte y muerto a los pocos d¨ªas de ser devuelto a Estados Unidos en estado de coma.

Durante la ceremonia de inauguraci¨®n en el Estadio Ol¨ªmpico, el vicepresidente y la subdirectora del Departamento de Propaganda del r¨¦gimen norcoreano se ignoraron mutuamente, pese a que el protocolo les hab¨ªa colocado a muy poca distancia. Todo el palco, incluida la delegaci¨®n del Norte, se puso en pie para aplaudir al paso de los atletas de uno y otro lado de la pen¨ªnsula, bajo una misma bandera. Pence y su esposa, Karen, se mantuvieron sentados, mirando al frente.

Al d¨ªa siguiente, cuando los preparativos ya estaban en marcha, llegaba el mensaje norcoreano: la reuni¨®n se cancelaba. Moon acompa?¨® a la delegaci¨®n del Norte a un partido de la selecci¨®n intercoreana de hockey femenino. Pence y su esposa asistieron a una competici¨®n de patinaje.

¡°Corea del Norte puso delante una reuni¨®n con la esperanza de que el vicepresidente suavizara su mensaje, lo que hubiera supuesto ceder el escenario mundial a su propaganda durante los Juegos Ol¨ªmpicos¡±, ha indicado Ayers en un comunicado.

Seg¨²n ha apuntado la oficina del vicepresidente, al cancelar la reuni¨®n los norcoreanos hab¨ªan dejado claro su malestar con las declaraciones y los actos p¨²blicos de Pence en Corea del Sur.

¡°Corea del Norte hubiera preferido firmemente que el vicepresidente no usara el escenario mundial para atraer la atenci¨®n (sobre las violaciones de los derechos humanos en ese pa¨ªs) o para mostrar nuestra firme alianza con los que est¨¢n comprometidos con una campa?a de m¨¢xima presi¨®n. Pero como hemos dicho desde el primer d¨ªa sobre este viaje: la Administraci¨®n obstaculizar¨¢ el deseo de Kim de blanquear su r¨¦gimen asesino con fotos agradables en los Juegos¡±, ha indicado Ayers.

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