Radiograf¨ªa en datos: Egipto intenta salir a flote del lastre de la austeridad econ¨®mica y la amenaza terrorista
El terrorismo ha infligido un da?o terrible a la sociedad y la econom¨ªa egipcias, un pa¨ªs con enormes carencias democr¨¢ticas
Egipto, que afronta su tercera y ¨²ltima jornada electoral, se ha visto sacudido por el azote terrorista en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas, m¨¢s a¨²n en los ¨²ltimos a?os. A eso se suma la inestabilidad pol¨ªtica que sucedi¨® a la revoluci¨®n de 2011 y la consiguiente ca¨ªda del presidente Hosni Mubarak, que tras 30 a?os en el poder parec¨ªa sempiterno. De resultas de los atentados y los cambios en el poder, cayeron tanto la inversi¨®n como el turismo extranjeros de una naci¨®n que presenta enormes carencias en libertades civiles y calidad democr¨¢tica. Este es un r¨¢pido retrato de la realidad de Egipto a trav¨¦s de algunas de sus variables econ¨®micas y sociales.
Tierra castigada por los atentados islamistas
El pa¨ªs ha sufrido el auge del terrorismo islamista desde los a?os noventa. Al menos 2.200 personas perdieron la vida en atentado entre 1990 y 2016, sin contar las muertes de 600 atacantes, seg¨²n la Global Terrorism Database de la universidad de Maryland. El relato de los ¨²ltimos 20 a?os dibuja una escalada creciente de terror. En 1997, 62 turistas fueron masacrados en Luxor a manos de una posible c¨¦lula de Al Qaeda. En 2004, un cami¨®n arras¨® la entrada de un hotel en la pen¨ªnsula de Sina¨ª, a lo que se sum¨® la explosi¨®n de dos bombas: murieron 34 personas. M¨¢s mort¨ªfero fue el atentado del a?o siguiente, tambi¨¦n con explosivos, en un complejo tur¨ªstico de Sharm el-Sheij: fallecieron 88 personas. En 2006, en otro complejo, de la ciudad de Dahab, un grupo precursor del ISIS se cobr¨® 24 vidas.
Como muestra la gr¨¢fica, en 2013 se produjo un punto de inflexi¨®n. La imagen del pa¨ªs como destino seguro qued¨® comprometida en 2015, un posible explosivo a bordo hizo estallar un vuelo ch¨¢rter con unos 200 turistas rusos poco despu¨¦s de despegar de Sharm el-Sheij. Un a?o m¨¢s tarde, una de las minor¨ªas m¨¢s perseguidas del pa¨ªs, los cristianos coptos, sufri¨® varios ataques. Desde ese a?o son m¨¢s de 100 las v¨ªctimas de atentados que profesaban ese credo, el de 1 de cada 10 egipcios. El a?o pasado, la celebraci¨®n del Domingo de Ramos se cobr¨® 45 v¨ªctimas en dos explosiones en sendas iglesias, y en otra m¨¢s, cerca de El Cairo, sucumbieron 10 personas. Pero tambi¨¦n padecen la violencia las mezquitas: el ataque a la de Al Rawda, en el Sina¨ª, se sald¨® con la muerte de tres centenares de personas en noviembre de 2017. [Pulse sobre los gr¨¢ficos de este reportaje para ver las cifras concretas]
El turismo, muy da?ado pero en recuperaci¨®n
El temor a los atentados y la inestabilidad pol¨ªtica de los ¨²ltimos a?os disuadi¨® la inversi¨®n extranjera y espant¨® a millones de potenciales turistas. Desde 2009, el a?o en que el pa¨ªs super¨® con creces los 13 millones de visitantes, las cifras han sido siempre menores y especialmente bajas en los dos ¨²ltimos periodos con datos oficiales (las temporadas 2015-2016 y 2016-2017).
No todo es turismo
Adem¨¢s del turismo, el pa¨ªs ingresa dinero por sus exportaciones de oro, crudo, petr¨®leo refinado (en estos dos casos, tambi¨¦n los importa, junto al gas y coches) y fertilizantes nitrogenados. Emiratos ?rabes Unidos es el principal destino de su producci¨®n y China, el primer origen de la que trae de fuera. La balanza comercial es negativa en 224.000 millones de d¨®lares (dato de 2016).
Pero otros c¨¢lculos m¨¢s recientes alientan cierta esperanza. En 2017 el pa¨ªs ingres¨® casi 9.000 millones de euros por la contribuci¨®n directa de viajes y turismos, seg¨²n el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC en sus siglas inglesas), una cifra que pr¨¢cticamente se dobla si se tienen en cuenta tambi¨¦n los beneficios indirectos. 11 de cada 100 libras que produjo el pa¨ªs ese a?o se debieron al turismo, un aporte mayor que en 2016 (7,2%). M¨¢s all¨¢ de la cifra, 2017 supuso un cambio de tendencia tras dos a?os de descenso en el porcentaje del PIB por turismo: la contribuci¨®n directa del turismo en la riqueza del pa¨ªs creci¨® un 73% y la total, un 57%.
Tambi¨¦n va aumentando el dinero que gastan los turistas, tanto por negocios como por viajes de placer, que creci¨® en 2017 un espectacular 265%, hasta los 141,7 miles de millones de libras egipcias (6.460 millones de euros), y este a?o seguir¨¢ en alza, aunque a menor ritmo, hasta los 147,5 miles de millones de libras (6.750 millones de euros). Para 2028, seg¨²n proyecciones del WTTC, se prev¨¦ que sean m¨¢s de 214 millones (9.794 millones de euros). Esos mismos c¨¢lculos apuntan a que, en el escenario de los pr¨®ximos?10 a?os, la riqueza del pa¨ªs seguir¨¢ dependiendo en la misma medida que ahora de la actividad tur¨ªstica.?
Del turismo dependen directamente 3,9 de cada 100 empleos en el pa¨ªs, a¨²n m¨¢s (8,5) si se incluye su influencia indirecta, aunque es dif¨ªcil medir la actividad laboral de los egipcios, porque la mitad del empleo depende de empresas irregulares.?La econom¨ªa informal, la que escapa del control fiscal, supone hasta el 40% del total?o unos?1,6 billones de libras (unos 730.000 millones de euros), seg¨²n sendas mediciones del Gobierno.??
Un respiro en la econom¨ªa
Las elecciones se celebran mientras la inflaci¨®n da un respiro, que ya empez¨® a aflojar con el cambio de a?o. La inflaci¨®n de precios al consumo en las ciudades cay¨® de diciembre a enero casi cinco puntos. La variable se hab¨ªa disparado desde que el Banco Central devalu¨®?la libra un 13% en 2016, una de las condiciones para amarrar un pr¨¦stamo de 12.000 millones de d¨®lares del Fondo Monetario Internacional, y luego dej¨® flotar la divisa. La llegada del dinero, a lo largo de tres a?os, ha salvado por los pelos las maltrechas reservas de divisas del pa¨ªs, dependientes en gran medida del aporte econ¨®mico de pa¨ªses ¨¢rabes vecinos. Al Sisi promueve con pr¨¦stamos extranjeros megaproyectos como el nuevo canal de Suez y la nueva capital administrativa, y eso ha hecho aumentar la deuda externa. Pero pr¨¦stamos como los del FMI conllevan el recorte de las subvenciones p¨²blicas al combustible y la electricidad, lo que contribuy¨® al encarecimiento de los precios.
El coste galopante de los productos b¨¢sicos penaliza en especial a los egipcios pobres. Los problemas econ¨®micos extremos afectan a m¨¢s de uno de cada cuatro ciudadanos del pa¨ªs: el 28% de la poblaci¨®n no supera el umbral de la pobreza, una situaci¨®n que ha ido empeorando en los ¨²ltimos a?os. En 1999, solo un 16% de los ciudadanos se encontraban en esa situaci¨®n. Ese mismo porcentaje es el de los egipcios que viven con menos de 3,20 d¨®lares al d¨ªa (dato de 2015, ¨²ltimo del Banco Mundial disponible).
Para contener la inflaci¨®n, Egipto ha mantenido unos tipos de inter¨¦s altos, que han suscitado el atractivo de la compra de deuda p¨²blica, pero tambi¨¦n ha frenado la actividad econ¨®mica privada. El alivio con que arranca este 2018 ha permitido que, en febrero, la instituci¨®n bancaria rebajara el tipo de inter¨¦s a un d¨ªa de los dep¨®sitos un punto porcentual (del 18,75% al 17,75%) y tambi¨¦n baj¨® un punto (del 19,75% al 18,75%) el mismo tipo para los pr¨¦stamos. Esta senda expansiva podr¨ªa verse ampliada este mi¨¦rcoles, si, como apuntan analistas, la instituci¨®n emisora reduce a¨²n m¨¢s los tipos.
Un r¨¦gimen cruel
El ¨ªndice de democracia de The Economist ubica a Egipto en el puesto 130 de 167 (una posici¨®n peor que Etiop¨ªa y una mejor que Cuba), propio de reg¨ªmenes autoritarios. Penaliza especialmente su carencia de libertades civiles el funcionamiento del Gobierno y la participaci¨®n pol¨ªtica, pero tampoco obtiene buenos resultados en pluralismo o cultura pol¨ªtica, otro de los sub¨ªndices del estudio. No sale mejor parado el pa¨ªs de otros ¨ªndices de calidad democr¨¢tica, como Freedom House, que ubica en el segundo peor escal¨®n al pa¨ªs en libertades, derechos pol¨ªticos y libertades civiles. La organizaci¨®n acusa en especial las leyes restrictivas contra las ONG y la mano dura contra los sindicatos no reconocidos por el Gobierno.
En el pa¨ªs, adem¨¢s, la aplicaci¨®n de la pena de muerte es un hecho extendido. En 2017 se ejecutaron al menos 44 personas, seg¨²n consta a Amnist¨ªa Internacional. Durante los dos ¨²ltimos meses, 28 personas han sido ahorcadas, la mayor¨ªa por "violencia pol¨ªtica", y m¨¢s de 30 se hallan en el corredor de la muerte.
El r¨¦gimen egipcio, con 20 nuevos encarcelamientos de periodistas en 2017, es uno de los mayores perseguidores de los profesionales de la informaci¨®n. Tan solo Turqu¨ªa y China, con 73 y 41, encarcelados el a?o pasado, superan a Egipto. Juntos, estos tres pa¨ªses concentran m¨¢s la mitad de todos los reporteros tras las rejas, seg¨²n datos recopilados por el Comit¨¦ para la Protecci¨®n de los Periodistas (CPJ, en sus siglas inglesas).
CPJ atribuye parte de las cifras a la aplicaci¨®n extensiva de la ley antiterrorista del Gobierno Al Sisi. "[La ley] permite que las autoridades puedan poner a periodistas absueltos de cargos de terrorismo en una lista de vigilancia que restringe sus derechos financieros y de otro tipo". El Ejecutivo instaur¨® por decreto en 2016 el Consejo Supremo para la Regulaci¨®n de los Medios de Comunicaci¨®n, que establece que las cr¨ªticas al los militares o polic¨ªas que se consideren difamatorias ser¨¢n consideradas muestras de traici¨®n y no de libertad de opini¨®n. En prisi¨®n, seg¨²n denuncia CPJ, hay un periodista que entrevist¨® a un miembro de una candidatura opositora, un autor de documentales acusado de difundir bulos, o un periodista digital arrestado por posesi¨®n de herramientas fotogr¨¢ficas que podr¨ªan contribuir a difundir noticias falsas. La represi¨®n excede a los profesionales de los medios y alcanza tambi¨¦n a los artistas.
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