Otra victoria de Orb¨¢n en Hungr¨ªa consolida el contrapeso del nacionalismo en el Este de Europa
El partido del l¨ªder ultraconservador ha obtenido el 49% de los votos, con el 95% escrutado
Defensor de lo que ha llamado ¡°democracia no liberal¡±, el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n, logr¨® este domingo en las urnas la aprobaci¨®n de sus discursos cada vez m¨¢s nacionalistas y ultraconservadores. Con una de las participaciones m¨¢s altas de los ¨²ltimos a?os, su victoria, con el 49% de los votos con un 95% escrutado, consolida el contrapeso del nacionalismo en el Este de Europa y refuerza su alianza regional, a la que lidera contra una mayor integraci¨®n con Bruselas. S¨ªmbolo del populismo, el resultado de su partido, Fidesz, es el term¨®metro que muestra que esos discursos est¨¢n en auge en la Uni¨®n Europea.
El l¨ªder h¨²ngaro ha logrado un tercer mandato consecutivo (ser¨ªa su cuarto, ya que estuvo en el poder entre 1998 y 2002). Exultante, Orb¨¢n ha comparecido ante miles de seguidores en un evento organizado por su partido en Budapest, donde ha declarado la victoria. Jaleado, ha entonado una canci¨®n tradicional h¨²ngara y ha dado las gracias a los electores. "Esta ha sido una victoria decisiva, en el futuro podremos defender nuestra patria", ha clamado.
Orb¨¢n, el l¨ªder estudiantil que luch¨® contra la dictadura comunista h¨²ngara, el pol¨ªtico que fue durante un tiempo la gran promesa liberal de las reci¨¦n estrenadas democracias de Europa Oriental pero que se ha transformado en una de las voces m¨¢s ultraconservadoras de la UE, ha logrado una victoria fuerte. Los h¨²ngaros han premiado sus pol¨ªticas populistas y xen¨®fobas otorg¨¢ndole ese tercer mandato consecutivo. Con el complejo sistema electoral h¨²ngaro es dif¨ªcil traducir los votos en esca?os se calcula que puede haber obtenido 133 de los 199. Esto podr¨ªa todav¨ªa cambiar, pero con estas cifras el Fidesz podr¨ªa llegar a obtener una supermayor¨ªa que le permitir¨ªa emprender, de nuevo, cambios constitucionales.
Los resultados son un fracaso para la oposici¨®n y han generado una cascada de dimisiones. Jobbik, el partido ultraderechista y xen¨®fobo que ha tratado de reinventarse movi¨¦ndose hacia el centro, aumenta un poco. Sin embargo, no lo hace con los resultados que esperaba. Su l¨ªder, Gabor Vona, ha anunciado su dimisi¨®n. El l¨ªder de los socialistas y su c¨²pula han seguido sus pasos y tambi¨¦n dejar¨¢ su cargo. Aunque han pactado en una treintena de distritos, la oposici¨®n, desunida y fragmentada, no ha sido capaz de llegar al acuerdo que les reclamaban los ciudadanos y no ha presentado un frente com¨²n contra Fidesz.
El primer ministro h¨²ngaro, que se presenta a s¨ª mismo como el gran defensor y el salvador de los valores cristianos tradicionales, sigue siendo as¨ª un modelo para sus vecinos. Pionero en las reformas de las instituciones ¡ªcomo el sistema electoral o la Constituci¨®n y el sistema de Justicia¡ª y en el rechazo a la pol¨ªtica migratoria com¨²n, su triunfo da fuelle a v¨ªnculo con los pa¨ªses de la regi¨®n, donde otros han seguido sus pasos. ¡°La UE no est¨¢ en Bruselas. La UE est¨¢ en Berl¨ªn, en Budapest, en Praga y en Bucarest¡±, recalc¨® nada m¨¢s depositar su voto en uno de los distritos ricos de la capital h¨²ngara.
Las elecciones de marzo en Italia ya se interpretaron como un ¨¦xito para los partidos populistas y de extrema derecha en ese pa¨ªs. En diciembre, el ultraderechista Partido de la Libertad de Austria se convirti¨® en socio de la coalici¨®n junto al Partido Popular. Y lo ocurrido en Hungr¨ªa es otro espaldarazo a esas corrientes.
Tambi¨¦n refuerza el llamado Grupo de Visegrado (V4), que incluye a Polonia, Eslovaquia y Rep¨²blica Checa. Algo que puede abrir m¨¢s grietas en una Uni¨®n Europea que ha observado casi impasible las reformas que Orb¨¢n ha llevado a cabo desde que lleg¨® al poder en 2010, vali¨¦ndose de la supermayor¨ªa que ten¨ªa en el Congreso. Modificaciones que han modelado el Estado h¨²ngaro para convertirlo en una naci¨®n que promueve y prima los valores cristianos y el nacionalismo. Reformas que los m¨¢s cr¨ªticos creen que han socavado la democracia en Hungr¨ªa donde, han llegado a decir, se ha instituido una forma suave de autocracia. Medidas muy similares aunque m¨¢s veladas que las que ha puesto en marcha en Polonia el ultraconservador Ley y Justicia (PiS). Los polacos de Ley y Justicia consideran a Orb¨¢n uno de sus aliados. Solo les separa las posturas que el h¨²ngaro mantiene hacia Rusia. Para el l¨ªder de Fidesz, el ruso Vlad¨ªmir Putin es uno de sus referentes, como tambi¨¦n lo son el turco Recep Tayyip Erdogan o Xi Jinping.
Hungr¨ªa y Orb¨¢n fueron los primeros en oponerse al sistema de cuotas acordado por mayor¨ªa en la UE y que Orb¨¢n se ha negado tajantemente a acatar. El pa¨ªs del Este tendr¨ªa que acoger a unos 1.200 asilados que hoy ya viven en Italia o Grecia, para aflojar un poco la presi¨®n migratoria que tienen estos pa¨ªses. No ha acogido a uno solo. Despu¨¦s le siguieron todos los pa¨ªses de la regi¨®n y alg¨²n aleda?o. ¡°El Fidesz es muy cr¨ªtico con la UE y con una mayor integraci¨®n. Los ¨²ltimos ocho a?os de su Gobierno han sido destructivos con campa?as que minan la legitimidad de las instituciones, mientras que al mismo tiempo es uno de los mayores beneficiarios de los fondos comunitarios¡±, remarca la analista del think tank Political Capital Edit Zgut.
En juego est¨¢n tambi¨¦n sus relaciones con la UE. Bruselas ha abierto varios procedimientos de infracci¨®n contra Hungr¨ªa por sus leyes sobre ONG ¡ªque recuerdan mucho a las rusas¡ª con las que atenaza a la sociedad civil. Tambi¨¦n est¨¢ en la diana por una ley con la que persigue a la Universidad Centroeuropea, una instituci¨®n liberal con sede en Budapest financiada por el magnate George Soros, a quien Orb¨¢n ha convertido en su enemigo n¨²mero uno. Sin embargo, pese a que Bruselas ha amenazado con retirar a Hungr¨ªa su derecho de voto ¡ªtambi¨¦n a Polonia¡ª, de momento no lo ha hecho. Sus aliados en la regi¨®n apoyan a Budapest y Varsovia.
Parece que, adem¨¢s de sus medidas econ¨®micas, del crecimiento del PIB y de la reducci¨®n del desempleo, ha calado en la ciudadan¨ªa su discurso radical contra la inmigraci¨®n en el que ha centrado toda su campa?a electoral. Orb¨¢n considera a los inmigrantes irregulares como ¡°invasores¡± y afirma que son una amenaza para soberan¨ªa de Hungr¨ªa y para el mantenimiento de su identidad. Un discurso xen¨®fobo, en un pa¨ªs poco acostumbrado a los extranjeros (solo un 1,5% lo es). Con el tel¨®n de fondo de la crisis migratoria, que en 2015 llev¨® a las puertas de Hungr¨ªa a decenas de miles de refugiados, que escapaban de la guerra en Siria o Irak y que buscaban cruzar el pa¨ªs para seguir hacia el Norte de Europa o Alemania, el discurso del miedo le ha funcionado. Sus mensajes sobre el riesgo de ¡°hordas¡± de indocumentados musulmanes aguardando para entrar en el pa¨ªs han asustado a muchos.
Pese a que la jornada electoral se desarroll¨® sin incidentes, algunos colegios tuvieron que cerrar sus puertas m¨¢s all¨¢ de la hora oficial prevista ante la avalancha de votantes, especialmente j¨®venes. Los analistas interpretaban las largas colas como un intento de contrarrestar la mayor¨ªa que se perfilaba aplastante de Fidesz pero, a la vista de los resultados, la marea resultaba imparable.
Ocho a?os para modelar Hungria a su antojo
La medida m¨¢s visible del Gobierno de Fidesz ha sido la construcci¨®n de una valla electrificada para blindar sus fronteras de la inmigraci¨®n. Tambi¨¦n una pol¨ªtica migratoria severa que contempla detenciones sistem¨¢ticas y devoluciones en caliente. Es la tarjeta de presentaci¨®n de Orb¨¢n, que tambi¨¦n presume de una mejora econ¨®mica (el PIB ha crecido un 4%). Con sus medidas, que el propio Gobierno ha llamado ¡°Orbanomics¡±, ha logrado tambi¨¦n reducir el desempleo (de m¨¢s del 11% a un 3,8%) a base de un programa de empleo p¨²blico en tareas como limpieza de escuelas o carreteras. Trabajos por los que se recibe solo un poco m¨¢s que la prestaci¨®n por desempleo que, seg¨²n la oposici¨®n no solo no ofrecen ning¨²n tipo de desarrollo a la persona trabajadora sino que son innecesarios. Jobbik, la segunda fuerza pol¨ªtica y su principal rival, afirma que son en realidad una burbuja para maquillar las cifras. Tambi¨¦n han apostado por un programa de apoyo a las familias para aumentar la natalidad.
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