India toma conciencia: las denuncias de cr¨ªmenes contra menores se disparan un 500% en 10 a?os
El desbordamiento del sistema judicial y la falta de inversi¨®n impiden la aplicaci¨®n de la ley
Los cr¨ªmenes infantiles conmocionan India con indeseable frecuencia y ensa?amiento. El ¨²ltimo y m¨¢s flagrante, la violaci¨®n y asesinato de una menor en Cachemira sacudi¨® el pa¨ªs esta semana. Cuando no son violaciones, son secuestros o incestos; las denuncias han aumentado un 11% con respecto al a?o anterior. Y a m¨¢s barbarie criminal, m¨¢s barbaridades de los pol¨ªticos; movidos por el electoralismo o la ignorancia. As¨ª, la ministra de Mujer y Desarrollo de la Infancia anunciaba su intenci¨®n de endurecer la ley del menor con penas de muerte. Mientras que un diputado local recomend¨® abandonar ¡°la idea occidental del noviazgo¡± para proteger a las indias. Los expertos, en cambio, subrayan la necesidad de m¨¢s educaci¨®n sexual y mejor aplicaci¨®n de la normativa existente para reforzar la creciente sensibilizaci¨®n social ante esta lacra.
Seg¨²n el ¨²ltimo informe?de la Oficina Nacional de Registro Criminal (NCBR, en sus siglas en ingl¨¦s), la violencia contra menores aument¨® en 2016; concretamente 12.786 sucesos m¨¢s que los 95.000 del a?o anterior. Los m¨¢s numerosos son desapariciones y violaciones; el 48,9% y el 18% del total, respectivamente. Las cifras, adem¨¢s, indican un aumento del 500% en las denuncias de estos delitos desde la pasada d¨¦cada.
¡°India se esfuerza por atajar la violencia infantil. Aprueba leyes decisivas y la sociedad se ha concienciado de la gravedad del problema¡±, explica Javier Aguilar, responsable de protecci¨®n del menor de UNICEF; quien subraya el papel catalizador de la violaci¨®n m¨²ltiple de una joven en 2012. ¡°Ahora se denuncia m¨¢s. Por ejemplo, hace diez a?os, el registro criminal apenas contaba 300 matrimonios infantiles, aunque las encuestas anuales de los servicios de salud estimaban 1,5 millones de casos¡±. Esta agencia de la ONU sit¨²a a India como el tercer pa¨ªs del mundo con m¨¢s homicidios infantiles.
¡°La urbanizaci¨®n y los movimientos migratorios aumentan la vulnerabilidad de los ni?os¡±, apunta Komal Ganotra, directora de investigaci¨®n en Child Rights and You (CRY), organizaci¨®n nacional con d¨¦cadas de experiencia en la defensa del menor. La falta de oportunidades en la India rural hace que ¨¢reas empobrecidas, superpobladas y fronterizas como Uttar Pradesh, Madhya Pradesh y Bengal Occidental encabecen la lista de regiones con m¨¢s cr¨ªmenes. Tambi¨¦n el desamparo infantil y las migraciones convierten a ¡°Delhi, y otros Estados, en un potencial mercado para la adquisici¨®n y explotaci¨®n de ni?os¡±, a?ade en referencia a la capital; que completa ¨C junto a Maharashtra ¨C los 5 Estados con m¨¢s denuncias de violencia infantil de India.
Bombay, capital de Maharashtra, es paradigma de la lucha contra el crimen. El centro financiero de India acoge a m¨¢s de 22 millones de habitantes ¨C muchos migrantes; de los que el 42% viven en la marginalidad de los slums. Pero sus cifras la avalan como una de las ciudades con mejor aplicaci¨®n de la ley. En Bombay, el ¨ªndice de condenas por cr¨ªmenes contra menores es del 62%; muy por encima del escaso 22% de Delhi. ¡°Nuestra polic¨ªa registra las denuncias por desaparici¨®n como casos de secuestro o tr¨¢fico tras las primeras 72 horas, para acelerar la b¨²squeda en esos momentos cruciales¡±, ejemplifica Praveen S. Ghuge, presidente de la Comisi¨®n Estatal para la Protecci¨®n de los Derechos del Menor en Maharashtra.
La nueva legislaci¨®n tambi¨¦n ha contribuido al aumento de las denuncias; como la Ley de Atenci¨®n del Menor de 2015 o la Ley de Protecci¨®n de Menores ante Delitos Sexuales (POCSO) de 2012. Esta ¨²ltima, por ejemplo, obliga a la denuncia de cr¨ªmenes sexuales; lo que supone que todo agente que no registre dichas agresiones se enfrenta a una pena criminal.
Sin embargo, un reciente an¨¢lisis de la efectividad de la POCSO tambi¨¦n subraya las lagunas. Esclarece, por ejemplo, por qu¨¦ la mayor¨ªa de secuestros registran como v¨ªctimas a mujeres de 16 a 18 a?os. A menudo, dicen los expertos, las chicas se fugan con sus parejas porque no tienen la aprobaci¨®n de sus familias; que los denuncian para limpiar su imagen. ¡°Hay que reducir la edad de consentimiento. Penalizar la actividad sexual de un menor de 18 es nocivo en una sociedad dividida en castas y religiones, que considera las relaciones amorosas como manchas en el honor familiar¡±, argumenta Bharti Ali, fundadora del Centro por los Derechos del Menor HAQ. Esto explica los casos de Uttar Pradesh o Madhya Pradesh; Estados empobrecidos y patriarcales, donde la elevada presencia de castas bajas y tribales hace que los padres denuncien como secuestros lo que son relaciones consentidas entre miembros de diferentes comunidades.
Educaci¨®n y protecci¨®n para paliar las lagunas de la legislaci¨®n
En un pa¨ªs vasto y desigual como India, los retrasos en las investigaciones policiales y el desbordamiento del sistema judicial obstaculizan la aplicaci¨®n de la ley. En 2016, solo 226 denuncias fueron resueltas (quedando 101.326 pendientes de juicio), a pesar de que la mencionada ley POCSO ten¨ªa como misi¨®n resolver los casos en menos de un a?o despu¨¦s de la denuncia. ¡°Existe un presupuesto especial. ?C¨®mo se van a crear los juzgados aptos para menores si no hay inversi¨®n econ¨®mica?¡±, se queja Bharti Ali. La falta de juzgados especiales para cr¨ªmenes contra menores discapacitadas, convierte a estos casos en dramas insalvables como denuncia un estudio de Human Rights Watch (HRW).
A las carencias en inversi¨®n, se unen la falta de autoridades conocedoras de la nueva legislaci¨®n; incluidos polic¨ªas o juristas. As¨ª lo reconoce el abogado Anant K. Asthana, quien subraya otros aspectos desfavorables de la ley. ¡°Algunas v¨ªctimas no denuncian porque entienden que ten¨ªan que haberlo hecho antes; ya que no informar de estos casos tambi¨¦n se considera una ofensa¡±, razona este defensor del menor de Delhi, el territorio de India que m¨¢s cr¨ªmenes de este tipo registra en relaci¨®n a su poblaci¨®n.
Anant K. Asthana tambi¨¦n explica el elevado n¨²mero de juicios que terminan con la absoluci¨®n o la libertad bajo fianza, m¨¢s del 70% de los procesos registrados en la capital. ¡°La ley POCSO impone castigos m¨ªnimos obligatorios; raz¨®n principal del sobreseimiento de muchos casos¡±. Esta medida es contraproducente en un pa¨ªs en que muchos de los responsables de las agresiones sexuales son miembros de la propia familia; como ocurri¨® en la violaci¨®n de un beb¨¦ de ocho meses por parte de su primo en Delhi, a principios de a?o. ¡°Los castigos m¨ªnimos obligatorios no tienen sentido en estos casos. Incapacitados para ejercer la ley bajo su discreci¨®n e imponer penas menores, los jueces tienden a prolongar la custodia judicial del procesado hasta su puesta en libertad. La situaci¨®n empeora en los juicios por incesto, porque las familias dependen econ¨®micamente del acusado y los jueces evitan sentencias mayores¡±, detalla Bharti Ali.
Los expertos sostienen que la mayor protecci¨®n y compensaci¨®n del menor solucionar¨ªa muchas deficiencias legales. ¡°Demasiadas familias cambian de vivienda por el miedo al culpable o por humillaciones¡±, describe Komal Ganotra, que insiste en este aspecto para que se puedan afrontar los costes psicol¨®gicos y econ¨®micos de los juicios. Javier Aguilar coincide plenamente y a?ade el papel no menos importante de la educaci¨®n: ¡°No se puede acabar con las agresiones sexuales sin hablar de sexualidad. La educaci¨®n sexual es un tab¨² en India, pero es imprescindible para proteger a las menores y para educar a los chicos¡±.
M¨¢s all¨¢ de las normas punitivas, se advierte la necesidad imperiosa de reforzar la atenci¨®n infantil de una poblaci¨®n desprotegida ante factores geogr¨¢ficos y socioecon¨®micos cambiantes. ¡°La noci¨®n com¨²n es que 'el mundo exterior es inseguro'. Pero la vulnerabilidad empieza en el seno de la familia y en su entorno m¨¢s cercano¡±, resume Ganotra. En m¨¢s del 90% de los casos registrados, los menores conocen a los criminales.
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