El arzobispo de Utrecht critica al papa Francisco por ¡°amenazar la unidad eclesial¡±

El arzobispo de Utrecht, Willem Jacobus Eijk, cabeza visible de la Iglesia cat¨®lica en Holanda, ha criticado abiertamente al papa Francisco en una carta reci¨¦n publicada en la edici¨®n digital del National Catholic Register, el diario cat¨®lico m¨¢s antiguo de Estados Unidos. En una larga nota, Eijk asegura que el pont¨ªfice ¡°crea confusi¨®n (¡­) y amenaza la unidad eclesial¡±, al no haber subrayado que los fieles protestantes no pueden comulgar durante la misa. Dicha posibilidad ha dividido a los obispos alemanes, que han pedido consejo a Roma. Al ver que en lugar de prohibirlo se les ped¨ªa consenso en un tema tan delicado, Eijk ha estallado. Es la primera vez que un alto representante de la curia holandesa contradice al Papa con tanta fuerza.

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La conferencia episcopal germana ha aprobado por amplia mayor¨ªa ¡ªsiete votos en contra¡ª la idea de que las parejas, ya fueran marido o esposa, de fieles cat¨®licos, pudieran recibir la Eucarist¨ªa. Para ello, deb¨ªan cumplir una serie de requisitos, enumerados por el propio cardenal holand¨¦s en su nota. Entre ellos, figura la necesidad de confesarse con un sacerdote; confirmar la fe en la Iglesia Cat¨®lica; aplacar un grave malestar espiritual, y expresar su deseo de satisfacer su anhelo por la Eucarist¨ªa. Los siete disidentes elevaron sus dudas a Roma, incluida la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe (la antigua Inquisici¨®n). ¡°La respuesta dada por el Santo Padre a trav¨¦s de la Congregaci¨®n es incomprensible: le dijo a la delegaci¨®n alemana que estudiaran de nuevo el borrador de sus discusiones y trataran de llegar a un acuerdo un¨¢nime¡±.

Eijk llega a decir en su carta abierta al Papa que ¡°no dar a los obispos germanos directrices adecuadas, fundadas en la clara doctrina y pr¨¢ctica de la Iglesia Cat¨®lica, indica un viraje hacia una apostas¨ªa de la verdad (¡­) al no transmitir con fidelidad y de forma unitaria la fe en la Sagrada Tradici¨®n y las Sagradas Escrituras¡±. Para ¨¦l, las leyes can¨®nicas son meridianas: ¡°compartir la comuni¨®n solo es posible con cristianos ortodoxos porque tienen sacramentos, sacerdocio y Eucarist¨ªa¡±. ¡°Para los dem¨¢s cristianos debe haber un peligro inminente de muerte, o cualquier otra necesidad grave¡±. El cardenal holand¨¦s tambi¨¦n recuerda que la mayor¨ªa de los protestantes alemanes son luteranos. ¡°Y ellos creen en la consustanciaci¨®n, es decir, que adem¨¢s del Cuerpo y la Carne de Cristo, las sustancias del pan y el vino siguen presentes al comulgar (¡­) La doctrina cat¨®lica de la transustanciaci¨®n es diferente. Implica la fe de creer que lo recibido en forma de pan y vino es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Fuera incluso del momento de su administraci¨®n. Ya no son pan y vino¡±, se?ala.

Al prelado le parece que una confesi¨®n o examen de conciencia no garantiza que se entre en comuni¨®n con la Iglesia Cat¨®lica. Y aunque el borrador de los obispos alemanes indica que habr¨¢ pocos candidatos protestantes a recibir la comuni¨®n, ¡°la experiencia demuestra que luego las cifras aumentan¡±. ¡°De modo que unanimidad, ?sobre qu¨¦? Porque si llegaran al acuerdo de administrar la Eucarist¨ªa, ?cambiar¨ªa por ello, en virtud de una mayor¨ªa, la pr¨¢ctica cat¨®lica en Alemania? Dicha pr¨¢ctica se basa en la fe, no se modifica con las estad¨ªsticas¡±. Eijk concluye su misiva recordando que estas confusiones ¡°creadas por el Santo Padre por no ser claro¡±, abarcan situaciones como las de los cardenales que proponen bendecir las relaciones homosexuales. ¡°Algo diametralmente opuesto a la doctrina eclesial, que estipula que el matrimonio solo existe entre un hombre y una mujer¡±.