Derechos humanos y distorsiones institucionales
?No ser¨ªa bueno exigir a las autoridades el cumplimiento de las tareas impuestas?
Hace una semana, el presidente de la Comisi¨®n Nacional de los Derechos Humanos rindi¨® el informe de labores correspondiente a 2017. El documento es breve, conciso y en extremo preocupante. En una pluralidad de materias, ¨¢mbitos y modalidades, las violaciones a derechos humanos se han incrementado en M¨¦xico. Me gustar¨ªa particularizar un tema para darle significaci¨®n al todo. En el periodo que va del 2000 al 31 de diciembre de 2017, la Comisi¨®n tiene registrados 130 homicidios de periodistas, 13 de ellos en 2017. Los Estados con mayor incidencia son Veracruz, Oaxaca, Tamaulipas, Guerrero, Chihuahua y Sinaloa. A esa cifra, la Comisi¨®n agrega la desaparici¨®n de 20 periodistas entre 2005 y el 31 de diciembre de 2017, y 52 atentados contra instalaciones de medios de informaci¨®n de 2006 al 31 de diciembre de 2017. La Comisi¨®n solicit¨® 66 medidas cautelares en favor de periodistas para salvaguardar su seguridad o su vida.
Por lo que hace a las personas defensoras de derechos humanos, la Comisi¨®n tiene registrados 34 homicidios en el periodo del 2006 al 31 de diciembre de 2017, primordialmente en Chihuahua, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa, Veracruz y Jalisco. Adem¨¢s, entre el 2009 y el 31 de diciembre de 2017, hay registro de 4 personas desaparecidas. Trat¨¢ndose de los defensores de derechos humanos, se solicitaron 32 medidas cautelares.
Si consideramos el conjunto de datos sobre la muerte de periodistas y defensores y el indudable valor del informe del presidente de la Comisi¨®n Nacional de los Derechos Humanos, cabe preguntarnos el motivo por el que ese ¨®rgano se ocupa de esos hechos. Es decir, ?por qu¨¦ la Comisi¨®n es el ¨®rgano del Estado que est¨¢ conociendo de esas muertes y de otros asuntos semejantes? Al respecto, hay tres posibles respuestas. Una, porque periodistas y defensores componen un grupo especialmente vulnerable que no est¨¢ siendo protegido por las autoridades; dos, porque la violencia proviene directamente del Estado; y tres, porque las autoridades no est¨¢n haciendo su tarea de investigaci¨®n de los hechos consumados. Cualquiera que sea la respuesta, es importante advertir de que la Comisi¨®n Nacional y las locales est¨¢n realizando funciones que, en principio, no debieran corresponderles. Dicho de otra manera, ?por qu¨¦ las comisiones est¨¢n actuando en relaci¨®n con la comisi¨®n de delitos, cuando tales funciones corresponden a los ¨®rganos de procuraci¨®n de justicia? Ante la muerte de un periodista, defensor o cualquier otra persona, debieran ser las procuradur¨ªas y las polic¨ªas las que debieran actuar para investigar el delito. Sin embargo, ante la falta de capacidades institucionales de unas y otras, se tiene que reconstruir el lenguaje y con ello la realidad para hacer de tales hechos un tema de derechos humanos y as¨ª permitir la actuaci¨®n de un ¨®rgano que, en principio, debiera actuar subsidiariamente.
Lo que la constante actuaci¨®n de las comisiones de derechos humanos nos muestra es la peculiar transformaci¨®n de diversos temas de administraci¨®n ordinaria en otros de derechos humanos. Ah¨ª donde las autoridades de salud, trabajo, vivienda, educaci¨®n o cualquier otra instancia administrativa no pueden actuar en la cotidianeidad, o ah¨ª donde lo hagan mal, el asunto terminar¨¢ por transformarse en un asunto de derechos humanos. Esta narrativa logra la transmutaci¨®n de los problemas, que entonces parecieran abandonar su sede original, convirti¨¦ndose en algo distinto, y diluy¨¦ndose la responsabilidad de las instituciones y autoridades que en principio son las obligadas a resolverlo. Este discurso distorsiona, para mal, el debido funcionamiento de las instituciones estatales. Antes de seguir convirti¨¦ndolo todo en un tema de derechos humanos y, con ello, recargar hasta desacreditar sus significados y posibilidades, ?no ser¨ªa bueno exigir a las autoridades originalmente competentes el cumplimiento de las tareas que las normas les imponen? Al sobrecargar todo como derechos humanos se ocultan deficiencias graves y generan ilusiones de cambio que, desafortunadamente, no habr¨¢n de concretarse.
@JRCossio
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