Iv¨¢n Duque, entre el impulso y la sombra de Uribe

La voz de Iv¨¢n Duque retumb¨® el pasado domingo en el Parque El Tunal, en el sur de Bogot¨¢, para prometer un giro en la econom¨ªa, una ruptura con el Gobierno de Juan Manuel Santos y una lucha sin cuartel frente al chavismo. El candidato del Centro Democr¨¢tico, favorito seg¨²n las encuestas en las elecciones presidenciales que Colombia afronta ma?ana, empez¨® a hablar cuando ?lvaro Uribe le cedi¨® la palabra.

El expresidente, probablemente el pol¨ªtico m¨¢s popular del pa¨ªs, lleva semanas, meses ¡ªen realidad, a?os¡ª, acompa?ando la carrera del aspirante. Su presencia constante en la campa?a fue decisiva para impulsar la candidatura, que con un promedio del 37% de la intenci¨®n de voto no deber¨ªa tener dificultades para pasar a segunda vuelta. Sin embargo, al mismo tiempo, el respaldo de Uribe se convirti¨® en una especie de tutelaje, seg¨²n sus cr¨ªticos.

Duque no cuenta con experiencia de gesti¨®n, ya que el ¨²nico cargo p¨²blico que desempe?¨® fue el de senador, pero s¨ª se ha empleado en demostrar que tiene iniciativa propia y tom¨® las riendas de su estrategia electoral a pesar de los v¨ªnculos con su padre pol¨ªtico. Nacido en Bogot¨¢ en 1976, es abogado y trabaj¨® en Washington como consejero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). En el ¨²ltimo a?o super¨® los obst¨¢culos internos de una largu¨ªsima precampa?a y en marzo se impuso en primarias ante la exministra Marta Luc¨ªa Ram¨ªrez, su f¨®rmula vicepresidencial, y el exprocurador Alejandro Ord¨®?ez, representante de la derecha radical. Recibi¨® el apoyo del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y lidera una alianza de posiciones conservadoras sellada entre Uribe y el tambi¨¦n exmandatario Andr¨¦s Pastrana.

Si se cumplen las previsiones de los estudios de opini¨®n, Duque, hijo de un dirigente del Partido Liberal, competir¨¢ el 17 de mayo con el izquierdista Gustavo Petro, exalcalde de Bogot¨¢. Sus proyectos de pa¨ªs est¨¢n en las ant¨ªpodas. El aspirante del Centro Democr¨¢tico fue portavoz de la campa?a del no en el plebiscito sobre los acuerdos de paz con las FARC. Su mentor es precisamente el principal detractor del proceso que llev¨® al desarme de la guerrilla m¨¢s antigua de Am¨¦rica y en las ¨²ltimas dos legislaturas se convirti¨® en el mayor adversario del presiente Santos. Con todo, no es partidario de ¡°hacer trizas¡± lo pactado como defienden los sectores m¨¢s intransigentes de su coalici¨®n, aunque s¨ª ha anunciado modificaciones importantes.

El discurso de Duque se ha centrado en un cambio del modelo econ¨®mico bautizado como ¡°econom¨ªa naranja¡±, un paquete de medidas para el emprendimiento y la industria creativa. Se declara admirador del mandatario franc¨¦s, Emmanuel Macron, del canadiense Justin Trudeau y del l¨ªder del partido espa?ol Ciudadanos, Albert Rivera. La ¨²ltima vez que fue interpelado por EL PA?S sobre su relaci¨®n con Uribe, que fue el senador m¨¢s votado en las ¨²ltimas legislativas, afirm¨®: ¡°Trabajamos en equipo. Yo soy candidato a la presidencia. Estamos recorriendo el pa¨ªs juntos hablando de nuestras propuestas. Con el liderazgo del presidente Uribe en el Congreso, acompa?¨¢ndome como presidente de los colombianos sacaremos adelante la agenda de reformas del pa¨ªs¡±.

Confrontaci¨®n ideol¨®gica

El aspirante uribista resumi¨® su proyecto el pasado domingo. ¡°Asumo el reto de recuperar la econom¨ªa colombiana, eliminar el derroche, la corrupci¨®n y la evasi¨®n. Vamos a bajar impuestos y a subir los salarios de los trabajadores. Vamos a eliminar tr¨¢mites. No quiero que el Estado siga viendo al que genera empleo como una vaca lechera. No podemos permitir que el Gobierno dise?e la pol¨ªtica del campo con los verdugos de los campesinos¡±, enfatiz¨® durante el cierre de campa?a.

Duque se ha beneficiado, junto a Petro, del clima de confrontaci¨®n ideol¨®gica que domina la campa?a. Uno de los elementos de esa polarizaci¨®n es la deriva de Venezuela, un pa¨ªs que comparte con Colombia 2.200 kil¨®metros de frontera. ¡°Trabajar¨¦ con todos los jefes de Estado del continente para que acabe la dictadura¡±, asegur¨® el exsenador, que hace un a?o present¨® una denuncia contra Nicol¨¢s Maduro ante la Corte Penal Internacional de La Haya.

¡°Lo peor que le puede pasar a una sociedad es que algunos pretendan, con la tozudez ideol¨®gica, llegar con el dedo expropiador a decir esto s¨ª o esto no, porque ya sabemos las consecuencias de ese modelo¡±, opina. ¡°Pero tampoco podemos aceptar¡±, aclar¨®, ¡°el continuismo de un Gobierno que hizo del derroche la base de su pol¨ªtica econ¨®mica¡±. La batalla de Duque entra ahora en la fase final. Contra los fantasmas de la izquierda y contra el proyecto encarnado por el Gobierno saliente.