El Parlamento brit¨¢nico decide si toma las riendas del Brexit
Con el Gobierno paralizado por su batalla interna, los diputados debaten la gran ley de salida de la UE y pueden infligir una grave derrota a May en dos d¨ªas cruciales para las negociaciones
Con el Gobierno paralizado, atrapado en un una batalla interna que le impide avanzar en las negociaciones, el Parlamento brit¨¢nico tiene la oportunidad esta semana de tomar el control del Brexit. Este martes y mi¨¦rcoles la gran ley de salida de la UE vuelve a la C¨¢mara de los Comunes y los diputados, mayoritariamente proeuropeos, deber¨¢n debatir y votar la quincena de enmiendas introducidas por los lores. La endeble mayor¨ªa de la primera ministra la expone a una derrota si apenas siete conservadores rebeldes votan con la oposici¨®n en bloque. Tal desenlace no solo socavar¨ªa a¨²n m¨¢s la autoridad de May, sino que modificar¨ªa la postura negociadora de Londres. ¡°Debemos pensar en el mensaje que el Parlamento mandar¨¢ a la UE esta semana¡±, dijo el lunes la primera ministra a sus diputados.
Las opciones de ¨¦xito de Theresa May en las negociaciones del Brexit se esfumaron hace casi exactamente un a?o, cuando la primera ministra, que hab¨ªa adelantado las elecciones convencida de poder aprovechar la supuesta debilidad del laborismo de Jeremy Corbyn para reforzar su autoridad en Bruselas, perdi¨® su mayor¨ªa absoluta en Westminster. Desde entonces, la prioridad es de May es que no se rompa el partido y mantenerlo en el poder. Y ese es su gran lastre en las negociaciones. Sus l¨ªneas rojas no dibujan el mejor escenario posible para la econom¨ªa brit¨¢nica, sino el per¨ªmetro dentro del cual quedan neutralizadas las potenciales rebeliones.
La decisi¨®n que debe tomar el Gobierno brit¨¢nico para avanzar en la mesa negociadora es relativamente sencilla. Se trata de elegir dos opciones: a) Mucho acceso al mercado ¨²nico, a costa de perder autonom¨ªa regulatoria y control sobre las fronteras, o b) Poco acceso, y mucha autonom¨ªa y control. Lo malo es que ninguna de las dos opciones suscita el consenso entre los tories. No decantarse por ninguna, pretender elegir lo mejor de los dos mundos, que es lo que viene haciendo May desde el 9 de junio de 2017, parece una garant¨ªa de fracaso en Bruselas.
¡°Una contradicci¨®n de la postura de May en el Brexit es que descarta instituciones compartidas con la UE, pero al mismo tiempo quiere una relaci¨®n estrecha con ella. Tiene un doble discurso debido a las profundas divisiones en su partido, y los Veintisiete no saben si lo que dice es la postura consensuada en su partido y su Gobierno¡±, asegura Keir Starmer, portavoz de Brexit en la oposici¨®n laborista.
May parec¨ªa haberse decantado por la segunda opci¨®n. Pero el 9 de junio de 2017 los votantes dieron la espalda a su proyecto de Brexit duro. Perdida la mayor¨ªa absoluta, pod¨ªa haber optado por un cambio de rumbo. El problema es que, al perder su apoyo, qued¨® a expensas de los guardianes de las esencias del Brexit, que ahora son mayor¨ªa en su Gobierno y cuentan con suficientes diputados como para hacer peligrar su exigua mayor¨ªa parlamentaria.
Las disputas en el Gobierno son clamorosas, como qued¨® claro la semana pasada, en la que el ministro del Brexit amenaz¨® con dimitir y el de Exteriores arremeti¨® contra el de Econom¨ªa, al que consider¨® ¡°el coraz¨®n de los partidarios de la permanencia¡± en la UE. Con el Gobierno paralizado, la pregunta es si el Parlamento est¨¢ dispuesto a retomar el control. Si los diputados, entre los que hay una clara mayor¨ªa por la permanencia en la UE, pueden tomar la iniciativa en el Brexit. Esta semana tienen la oportunidad de hacerlo.
Hoy y ma?ana la gran ley de salida de la UE, la pieza de legislaci¨®n fundamental del Brexit, vuelve a la C¨¢mara de los Comunes. Los diputados debaten y votan nada menos que 14 enmiendas introducidas por los lores -eran 15, pero una ya ha sido aceptada por el Gobierno-. Algunas de ellas contradicen los compromisos adquiridos hasta la fecha por May en las negociaciones.
Se esperan dos jornadas extremadamente tensas para Theresa May, que el lunes advirti¨® a los diputados conservadores de que si votan contra ella estar¨ªan atando sus manos en las negociaciones en Bruselas. ¡°Debemos pensar en el mensaje que el Parlamento mandar¨¢ a la UE esta semana¡±, les dijo. ¡°Estoy tratando de negociar el mejor acuerdo para Reino Unido. Si las enmiendas de los lores son apoyadas, esa posici¨®n negociadora se ver¨¢ debilitada¡±.
La primera gran prueba llega este martes, con la enmienda que persigue garantizar un "voto significativo" del Parlamento sobre el futuro acuerdo del Brexit. May ya se ha comprometido ¨Co, m¨¢s bien, se ha visto obligada por la Justicia- a someter el acuerdo que se alcance este oto?o en Bruselas al voto de los diputados. Pero su propuesta encierra una trampa: si los diputados lo rechazan, propone, Reino Unido se ir¨¢ de la UE sin acuerdo alguno. De prosperar este martes la enmienda, en cambio, el Parlamento podr¨ªa rechazar el acuerdo alcanzado por May y obligarla a volver a Bruselas a tratar de mejorarlo. Esto, advierte May, debilita su posici¨®n negociadora, ya que puede incentivar a Bruselas a ofrecer un mal acuerdo, sabiendo que de esa manera arrinconar¨ªa a la primera ministra.
La otra gran prueba, el mi¨¦rcoles, es la enmienda que pide al Gobierno dar pasos hacia una uni¨®n aduanera con la UE. Y otra m¨¢s obligar¨¢ a los diputados a pronunciarse sobre si apoyan que Reino Unido sea miembro del Espacio Econ¨®mico Europeo (EEE), como Noruega, aunque en esta el l¨ªder laborista, Jeremy Corbyn, ha pedido a sus diputados que se abstengan. Ambas opciones han sido descartadas por el Gobierno. Son clar¨ªsimas l¨ªneas rojas para los partidarios del Brexit duro porque impedir¨ªan a Reino Unido firmar acuerdos comerciales con terceros pa¨ªses y, en el caso del EEE, supondr¨ªa aceptar la libre circulaci¨®n de personas. Pero nadie hasta ahora ha sido capaz de explicar convincentemente c¨®mo se podr¨ªa estar fuera de una uni¨®n aduanera y evitar una frontera f¨ªsica entre la Rep¨²blica de Irlanda e Irlanda del Norte, y esa es quiz¨¢ la principal causa del bloqueo de las negociaciones del Brexit.
Con una mayor¨ªa de solo 13 diputados, incluidos los de sus socios unionistas norirlandeses, Theresa May podr¨ªa perder una votaci¨®n con que solo siete conservadores rebeldes votaran con la oposici¨®n. En los d¨ªas previos a las sesiones del martes y el mi¨¦rcoles ha habido intensa actividad de reformulaci¨®n de enmiendas e introducci¨®n de nuevas alternativas para evitar la derrota de May. El Gobierno cree que lo tiene todo controlado y acude, en palabras del secretario de Estado Steve Baker, con ¡°una confianza considerable¡±. El laborista Keir Starmer advierte de que se trata de la semana m¨¢s importante para el Brexit desde que empezaron las negociaciones. Ser¨¢ el Parlamento quien decida si se sienta en el asiento del conductor o en el del copiloto.
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