La polic¨ªa de EE UU necesitar¨¢ una orden para conocer la ubicaci¨®n de un m¨®vil
El Supremo establece la nueva orden, que tendr¨¢ como excepci¨®n si el sospechoso est¨¢ huyendo o poniendo en riesgo a otros
La privacidad gana una batalla en el territorio digital. El Tribunal Supremo de Estados Unidos fall¨® este viernes a favor de que la polic¨ªa requiera ¡°generalmente¡± una orden para acceder a los datos de los tel¨¦fonos m¨®viles que les revela la ubicaci¨®n de la persona sospechosa. El fallo aclara que se podr¨¢n hacer excepciones en caso de que el sospechoso est¨¦ huyendo o poniendo en riesgo a otros. La sentencia, que se someti¨® a una re?ida votaci¨®n fue 5 a 4, dando la victoria a los jueces m¨¢s progresista, dicta c¨¢tedra sobre el debate entre la privacidad y la seguridad en la era tecnol¨®gica.
El debate se centr¨® en si la informaci¨®n de geolocalizaci¨®n estaba protegida por el derecho a la privacidad amparado por la Constituci¨®n, y si, por tanto, la polic¨ªa deb¨ªa requerir de ese paso formal para pedir los datos. Con el fallo a favor de restringir el acceso al mar de informaci¨®n personal que circula en internet, el alto tribunal revierte una decisi¨®n de un tribunal inferior. Este hab¨ªa concluido que la polic¨ªa no necesitaba una orden judicial para pedir a las compa?¨ªas operadoras de telefon¨ªa el historial del localizador de un aparato concreto propiedad de un acusado o sospechoso.
El debate se produjo a ra¨ªz del caso de Timothy Carpenter, detenido en abril de 2011 por encabezar una banda criminal que rob¨® a mano armada hasta ocho tiendas de tel¨¦fonos en Detroit. El "Peque?o Tim" fue condenado a 116 a?os de prisi¨®n al ser considerado el "cerebro" de la operaci¨®n criminal. Result¨® clave en su juicio que la Fiscal¨ªa le pidiera a las compa?¨ªas de tel¨¦fono datos del m¨®vil de Carpenter. Estos permitieron a la acusaci¨®n conocer la ubicaci¨®n del sospechoso durante 127 d¨ªas y determinar que se encontraba cerca de las tiendas que fueron atracadas.
Pero fueron m¨¢s all¨¢. Las autoridades lograron conocer la ubicaci¨®n de Carpenter en 12.898 ocasiones gracias a su tel¨¦fono. Si dorm¨ªa en casa y si iba a la iglesia todos los domingo. Los abogados del delincuente alegaron que el gobierno viol¨® los derechos de su cliente en virtud de la Cuarta Enmienda, que establece que todas las pesquisas deben ser razonables. La Fiscal¨ªa, amparada en una ley de 1986, respondi¨® en su momento que hab¨ªa "motivos razonables para creer que los registros buscados son relevantes y materiales para una investigaci¨®n criminal en curso". Pero el juez John Roberts, que fue el que redact¨® el fallo, le dio este viernes la raz¨®n a Carpenter y se opuso a proveer al Estado ¡°el acceso ilimitado a los datos de localizaci¨®n f¨ªsica de los proveedores de servicio telef¨®nico".
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