Lula refuerza su liderazgo en las encuestas pese a la c¨¢rcel
Los primeros sondeosrealizados tras el comienzo de la campa?a consolidan el liderazgo del expresidente preso por corrupci¨®n
El dominio de Luiz In¨¢cio Lula da Silva sobre el electorado brasile?o no sufre a pesar de estar preso por corrupci¨®n desde hace cuatro meses. El expresidente y candidato desde la c¨¢rcel a las elecciones de octubre goza de un 37% de la intenci¨®n de voto en la nueva encuesta de Ibope, la primera a escala nacional tras el comienzo de la campa?a. Es casi la misma cifra que le otorga otra encuesta, tambi¨¦n publicada este lunes, la CNT/MDA.
En el probable caso de que el Tribunal Electoral impida a Lula seguir con su candidatura por estar condenado por la segunda instancia, el nuevo panorama estar¨ªa lideado por el agitador ultraderechista Jair Bolsonaro, al cual Ibope da un 20% de la intenci¨®n de voto (ahora, con Lula en escena, tiene un 18%).
Pasado el segundo puesto, ninguno de los 11 candidatos restantes se acerca al 14%, la cifra m¨¢gica que, en el actual panorama, permite pasar al segundo turno. La evang¨¦lica Marina Silva, hasta ahora a los talones de Bolsonaro, queda rezagada con un 6%. El gran amigo de los mercados y de las alianzas del centro, Geraldo Alckmin, tiene un 5%, al igual que Ciro Gomes, su rival en el centro. Y Henrique Meirelles, el candidato del actual Gobierno, cae a lo m¨¢s bajo, con un 1%.
Trasvase de votos
Pero el ajedrez de estas elecciones no se entiende sin un dato signficativo: el 4% de intenci¨®n de voto que tendr¨ªa el exalcalde de S?o Paulo, Fernando Haddad, en caso de que sea ¨¦l quien asuma el puesto de Lula cuando al expresidente se le impida concurrir. En Brasilia nadie ya que ese trueque vaya a suceder, que hace tiempo que Lula escogi¨® a Haddad y que lo ¨²nico que queda por ver es cu¨¢ntos de sus votos logra traspasarle. Este dato, una an¨¦mica predicci¨®n que sit¨²a a Haddad por debajo de Bolsonaro, Silva, Gomes y Alckmin, supone una jarra de agua fr¨ªa para quien confiase en esta estrategia y recuerda hasta qu¨¦ punto es arriesgado hacer cualquier predicci¨®n en una campa?a tan incierta como esta.
Esa incertidumbre comienza a reflejarse en los mercados, que alcanzaron el lunes el d¨®lar m¨¢s alto en dos a?os: 3,96 reales, in¨¦dito desde tiempos del impeachment a Dilma Rousseff en agosto de 2016. El comentario generalizado era que la culpa la ten¨ªa el 37,3% que daban las encuestas a Lula, enemigo en el imaginario de muchos economistas de las reformas liberales que necesita el pa¨ªs.
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