El choque entre Italia y Francia revienta la pol¨ªtica migratoria de la UE
Bruselas descarta militarizar la frontera europea como piden Italia, Austria y Hungr¨ªa
La radicalizaci¨®n de la pol¨ªtica migratoria impulsada por Austria, Italia y Hungr¨ªa parece a punto de reventar la cooperaci¨®n europea surgida tras la crisis de 2015. Los pa¨ªses m¨¢s duros amenazan con sabotear la intervenci¨®n conjunta en el Mediterr¨¢neo, puesta en marcha hace tres a?os, si no se aceptan sus propuestas m¨¢s dr¨¢sticas, que incluyen la militarizaci¨®n de la frontera exterior europea o el desembarco en terceros pa¨ªses de todas las personas rescatadas en el mar. Socios como Alemania, Francia o Espa?a pugnan por compaginar la protecci¨®n de las fronteras con el respeto a los valores fundamentales de la UE.
El choque frontal entre los dos bandos, liderados respectivamente por el ministro italiano de Interior, Matteo Salvini, y el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, marca a fuego las reuniones informales de ministros de Defensa y de Exteriores de la UE que se celebran este jueves y viernes en Viena.
El gobierno austriaco, que preside durante este semestre la UE, lanzaba la primera andanada en Viena con una propuesta de militarizar la frontera europea para controlar los flujos migratorios en los pasos m¨¢s conflictivos. La idea, secundada por Italia, ha sido rechazada de manera tajante este jueves por la Alta Representante de Pol¨ªtica Exterior, la socialista italiana Federica Mogherini.
"Cuando se trata del despliegue de operaciones militares en el marco de la Pol¨ªtica com¨²n exterior y de Defensa, nuestros Tratados prev¨¦n que solo se pueden realizar fuera del territorio europeo", ha se?alado Mogherini en rueda de prensa tras la reuni¨®n de ministros de Defensa. La Alta Representante, ha recalcado que los Tratados europeos "son vinculantes", una aparente alusi¨®n a los repetidos amagos de varios gobiernos, el italiano en particular, de saltarse las normas comunitarias.
Pero el ministro austriaco de Defensa, Mario Kunasek, del partido ultraconsevador FP?, no se ha arredrado ante la negativa de Mogherini y conf¨ªa en que sus iniciativas para reforzar la presencia militar en el control de fronteras se abran paso.
"El lema de nuestra presidencia de la UE es proteger Europa y eso incluye proteger nuestras fronteras", ha subrayado Kunasek en rueda de prensa conjunta con Mogherini. "Nuestra iniciativa", a?ad¨ªa Kunasek, "se basa en la experiencia muy exitosa del modelo austriaco, una experiencia que ha despertado gran inter¨¦s [entre los ministros de Defensa]".
"Inmigraci¨®n, econom¨ªa... dos visiones europeas se enfrentan: una, nacionalista y otra, progresista", tuiteaba Macron el jueves en plena gira por los pa¨ªses n¨®rdicos, donde tambi¨¦n campan los partidarios de Salvini. "Algunos quieren fracturar Europa y su solidaridad", remataba el presidente franc¨¦s.
Austria aboga por una integraci¨®n mucho mayor entre los servicios militares y civiles de protecci¨®n de fronteras, "con especial ¨¦nfasis en formaci¨®n y maniobras". Mogherini acepta el fortalecimiento de la cooperaci¨®n, pero insiste en que "todas las operaciones militares de la pol¨ªtica com¨²n de defensa tienen que llevarse a cabo fuera del territorio europeo".
Operaci¨®n Sofia, en peligro
"Claramente se est¨¢n perfilando dos grupos de pa¨ªses con posiciones claramente contrapuestas", ha se?alado el ministro espa?ol de Exteriores, Josep Borrell, a su llegada a la capital austriaca. "Algunos pa¨ªses del Este m¨¢s Italia, por un lado, y lo que podr¨ªamos llamar el tridente de Alemania, Francia y Espa?a, m¨¢s Portugal y otros, con una posici¨®n de realismo moral basado en los valores de la Uni¨®n".
La ofensiva para endurecer la pol¨ªtica migratoria amenaza, curiosamente, la supervivencia de la Operaci¨®n Sofia, el primer despliegue militar de la UE puesto en marcha en 2015 para combatir a los grupos organizados que explotan comercialmente las rutas de entrada ilegal en Europa, en particular desde Libia hacia Italia.
Salvini ha amenazado con impedir la renovaci¨®n del mandato de la operaci¨®n, que expira el 31 de diciembre, si no se alcanza un acuerdo para la rotaci¨®n de los puertos de desembarque de las personas rescatada en el mar por las unidades de Sof¨ªa.
"Har¨¦ todo lo que est¨¦ en mi mano para intentar que los ministros alcancen un consenso que permita prolongar Sof¨ªa", ha se?alado Mogherini. La italiana ha advertido que el colapso de la oeperaci¨®n "tendr¨¢ graves consecuencias y no solo para Italia".
Mogherini ha subrayado que desde la puesta en marcha de Sof¨ªa "el n¨²mero de llegadas ha ca¨ªdo un 80%" y se ha reducido el n¨²mero de personas ahogadas en el Mediterr¨¢neo. En los dos primeros a?os de intervenci¨®n, Sof¨ªa neutraliz¨® el paso de m¨¢s de 470 embarcaciones y rescat¨® a m¨¢s de 40.000 personas, seg¨²n datos del Consejo Europeo. La operaci¨®n, en la que participan 26 pa¨ªses (incluida Espa?a), ha permitido tambi¨¦n la detenci¨®n de decenas de traficantes y su traslado a Italia para ser juzgados.
El aparente ¨¦xito de la operaci¨®n no ha evitado, sin embargo, que Italia siguiera gestionando en primera l¨ªnea y de manera casi exclusiva las consecuencias de la ruta irregular procedente de Libia. Una circunstancia que Salvini parece dispuesto a terminar. El ataque del ministro del Interior, sin embargo, tiene mayor alcance porque el desmantelamiento de Sof¨ªa socavar¨ªa tambi¨¦n la pol¨ªtica de migraci¨®n seguida hasta ahora, considerada por Roma, Viena o Budapest, como demasiado tolerante.
El ministro italiano supedita la continuidad de Sofia a un acuerdo sobre la rotaci¨®n de los puertos de atraque a pesar de que la operaci¨®n naval conjunta solo supone un 10% de los desembarcos que se producen. El ¨®rdago puede acabar con la primera gran experiencia europea de coordinaci¨®n militar fuera de las fronteras comunitarias.
"Los temas migratorios son m¨¢s graves que la crisis del euro, porque son un poderoso disolvente de la Uni¨®n", avisa Borrell. El ministro espera que la pr¨®xima cumbre europea (en Salzburgo, el 20 de septiembre) pueda recuperar la unidad de la Uni¨®n. "Un fracaso en Salzbugo signicar¨ªa la crisitalizaci¨®n de los dos grupos", advierte Borrell.
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