La pena de muerte vuelve a seducir a Estados Unidos
Por primera vez en cuatro d¨¦cadas aumentan los partidarios del castigo, que llegan al 54%. Varios Estados han reactivado las ejecuciones


La pena de muerte, el elefante en la habitaci¨®n de Estados Unidos, ha vuelto a cautivar a los estadounidenses. La era de Donald Trump ha roto con los 40 a?os de ca¨ªda libre en la aprobaci¨®n de este castigo, seg¨²n un estudio del Centro de Investigaci¨®n Pew. Por primera vez, los partidarios de la pena capital han aumentado ¡ªdel 49% al 54%¡ª y quienes se muestran en contra han disminuido hasta el 39%. Por su parte, los Estados que hab¨ªan congelado esta pr¨¢ctica han reactivado la m¨¢quina en los ¨²ltimos meses: Tennessee ejecut¨® a un criminal por primera vez en nueve a?os; Nevada, en 12, y Nebraska, en 20.
Los expertos tranquilizan porque el n¨²mero de sentencias capitales ha disminuido en dos tercios durante la ¨²ltima d¨¦cada , pero reconocen que el actual presidente puede estar desempe?ando un papel en este repunte.
Los republicanos apoyan abrumadoramente la pena de muerte; los independientes, no y los dem¨®cratas, menos. En 2017 los dos ¨²ltimos grupos dieron un giro en direcci¨®n contraria. El vuelco m¨¢s radical es el de los independientes, cuyo apoyo aument¨® del 44% al 52% en solo un a?o. Los evang¨¦licos contin¨²an defendiendo ferozmente este castigo al igual que los protestantes, mientras que los cat¨®licos est¨¢n divididos casi a la par. La mayor¨ªa de los afroamericanos, los hispanos y otras minor¨ªas se oponen. Mientras mayor educaci¨®n tienen los encuestados, m¨¢s discrepan de la medida. Los hombres son m¨¢s afines a la ejecuci¨®n que las mujeres, al igual que los adultos en comparaci¨®n con los j¨®venes.
Austin Sarat, profesor de jurisprudencia y autor del libro Gruesome Spectacles (Espect¨¢culos horripilantes), plantea que Estados Unidos est¨¢ sometiendo a la pena de muerte a una reconsideraci¨®n nacional y cree que no es sorprendente ¡°que durante este periodo las cosas se muevan de manera desigual¡±. ¡°El apoyo del presidente Trump a la pena de muerte puede desempe?ar un papel en el peque?o repunte del apoyo¡±, agrega.
El rol del presidente
El presidente ha tenido una participaci¨®n moderada ¡ªsi cabe¡ª en el debate de la pena de muerte. Su mayor intervenci¨®n fue amenazar con que los narcotraficantes deber¨ªan ser ejecutados, a ra¨ªz de la epidemia de muertes por sobredosis de opi¨¢ceos, que en 2016 se llev¨® 64.000 vidas.
Las cifras ponen pa?os fr¨ªos a las encuestas. 31 Estados, el Gobierno federal y el Ej¨¦rcito estadounidense autorizan la pena de muerte, pero hasta julio de este a?o, 11 de ellos no hab¨ªan ejecutado a nadie en m¨¢s de una d¨¦cada. Sarat pone el ojo cr¨ªtico en su libro en los nuevos m¨¦todos: seg¨²n su investigaci¨®n, entre 1890 y 2010 las ejecuciones mal efectuadas fueron el 3,15% de los 8.776 casos de pena. Entre 1980 y 2010, cuando se generaliz¨® el uso de las inyecciones letales como castigo final, la tasa de errores aument¨® al 8,53%.
Cuando Nebraska decidi¨® romper con sus 20 a?os sin ejecuciones, lo hizo utilizando en la inyecci¨®n letal el poderoso analg¨¦sico fentanilo. Organizaciones de derechos civiles intentaron impedir la muerte de Carey Dean Moore por los efectos que pod¨ªa provocarle el analg¨¦sico, 50 veces m¨¢s fuerte que la hero¨ªna y casi 100 veces m¨¢s que la morfina. Las asociaciones de libertades civiles tambi¨¦n lucharon en vano para que Nevada no incluyera cisatracurio en la ejecuci¨®n de julio, un paralizante muscular que puede esconder las se?ales de lucha y dolor. Ambos casos finalmente no tuvieron problemas, pero ha habido casos desastrosos como el de Clayton Lockett, quien sufri¨® convulsiones durante 43 minutos despu¨¦s de que se le inyectase el primer f¨¢rmaco en 2014.
El Papa Francisco cambi¨® las reglas del Catecismo el mes pasado respecto a la pena de muerte. El Pont¨ªfice declar¨® que este castigo era ¡°inadmisible¡± porque "atenta contra la inviolabilidad y la dignidad de la persona". Sin embargo, los creyentes son grandes defensores de este m¨¦todo. Dos tercios de los evang¨¦licos lo aprueban y la mitad de los cat¨®licos. Cara H. Drinan, profesora de derecho en la Universidad Cat¨®lica de Am¨¦rica en Washington y experta en reforma de la justicia penal, cree que los cat¨®licos debieran aceptar las nuevas normas eclesi¨¢sticas porque son coherentes con la ¨¦tica de su religi¨®n. ¡°Tenemos el 5% de la poblaci¨®n mundial y el 25% de los prisioneros del mundo. Las pr¨¢cticas punitivas simplemente se han convertido en parte del tejido de nuestro pa¨ªs¡±, lamenta.
Drinan conf¨ªa en las reformas estatales y en los j¨®venes. ¡°Han crecido viendo lo crudeza y los defectos en nuestro sistema. Por ejemplo, desde 1973 ha habido m¨¢s de 160 exoneraciones de pena de muerte; la gente sabe que el sistema se equivoca¡±. Las ejecuciones fallidas y los litigios tambi¨¦n cree que est¨¢n desempe?ando un papel importante para concienciar a la nueva generaci¨®n. Y aunque la tendencia se ha revertido, cree que lo m¨¢s importante ¡°es mirar al futuro¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
