¡°Quiero las mismas oportunidades para Puerto Rico que Texas¡±
En el primer aniversario del hurac¨¢n Mar¨ªa, la pol¨ªtica puertorrique?a analiza los retos a los que se enfrenta la isla
Jennifer Gonz¨¢lez Col¨®n (San Juan, Puerto Rico, 1976) es comisionada residente de Puerto Rico ¡ªEstado Asociado de la Uni¨®n desde 1952¡ª en la C¨¢mara de Representantes de EE UU, republicana, con voz pero sin voto, no puede evitar utilizar el clich¨¦ ¡°tormenta perfecta¡± para definir la situaci¨®n de la isla, devastada por el hurac¨¢n Mar¨ªa hace un a?o y por una grave situaci¨®n econ¨®mica. De paso por Madrid, invitada por la Fundaci¨®n Consejo Espa?a-EE UU, quita un poco de hierro a las actitudes del presidente Donald Trump sobre su tierra. ¡°Puerto Rico sigue de pie¡±, afirma.
Pregunta. Se cumple un a?o del hurac¨¢n. El suministro el¨¦ctrico en toda la isla se ha restablecido en julio. ?Cu¨¢l es el balance?
Respuesta. Ahora estamos en temporada de huracanes, as¨ª que no bajamos la guardia. Ha habido mayor coordinaci¨®n con las agencias federales para poder estar preparados para otro evento, pero ahora estamos enfocados en la reconstrucci¨®n. He logrado que el Congreso incluya partidas por 44.000 millones de d¨®lares para Puerto Rico en distintas ¨¢reas, 2.500 millones para restablecer el suministro el¨¦ctrico. Una econom¨ªa no se mueve sin electricidad. Los fondos est¨¢n aprobados, pero falta ver cu¨¢l ser¨¢ el impacto de esa inversi¨®n en la reconstrucci¨®n. Es la asignaci¨®n m¨¢s grande en la historia de EE UU y en la de Puerto Rico, pero tambi¨¦n fue el hurac¨¢n m¨¢s devastador. Por eso mantenemos una pelea en el Congreso para que sigan asignando recursos.
P. Pero Donald Trump cuestion¨® en un tuit el n¨²mero de v¨ªctimas del hurac¨¢n que un informe de la Universidad George Washington cifr¨® en casi 3.000. ?Qu¨¦ tiene que decir? ?Cree que hay algo de xenofobia en el trato que Washington da a la isla?
R. Las expresiones del presidente fueron muy controversiales. Obviamente, no es correcto cuestionar la cantidad de muertos en la isla y no estoy de acuerdo con ¨¦l en este sentido. Tenemos muchas cosas que aprender tanto el Gobierno federal como el local en el manejo de una crisis de esta envergadura y si algo demostr¨® el estudio, encargado por el Gobierno puertorrique?o, es que la isla estaba preparada para manejar un hurac¨¢n de categor¨ªa 1 y no de 5. No estoy de acuerdo con las palabras del presidente, pero le agradezco las ayudas. Aspiramos a ser un Estado y entonces tendr¨ªamos dos senadores, cuatro congresistas¡
P. Por eso preguntaba por ese componente xen¨®fobo...
R. Definitivamente si fu¨¦ramos un Estado con todas las prerrogativas, hubi¨¦ramos tenido mayor visibilidad en la dotaci¨®n de los fondos. Estamos orgullosos de ser parte de EE UU, pero queremos serlo a t¨ªtulo completo. En el pasado, se dec¨ªa que el voto de las personas de color o de las mujeres no llegar¨ªa y lleg¨®. Clamamos por lo mismo, por el derecho democr¨¢tico al voto y a una ciudadan¨ªa igualitaria.
P. El hurac¨¢n vino a sumarse a una situaci¨®n econ¨®mica muy delicada. ?Qu¨¦ perspectivas hay?
R. Fue la tormenta perfecta. Previo al hurac¨¢n, est¨¢bamos pasando por una depresi¨®n econ¨®mica, m¨¢s una crisis de la deuda de 73.000 millones de d¨®lares, m¨¢s la falta de mantenimiento de la infraestructura el¨¦ctrica y lleg¨® el hurac¨¢n. La combinaci¨®n de factores nos ha puesto en una encrucijada hist¨®rica, el gobernador Ricardo Rosell¨® ha tenido que aprobar legislaci¨®n de reformas para el recorte de gatos, para achicar el tama?o del Gobierno, para cumplir con las inversiones que se hab¨ªan dado en el pasado y que todav¨ªa est¨¢n en los tribunales, la junta de supervisi¨®n fiscal que tiene la isla ha obligado a tomar decisiones duras. Hay muchos retos.
P. Parece que Washington no acudi¨® al rescate r¨¢pidamente¡
R. Ha nombrado esta junta de supervisi¨®n para ayudar en la fase t¨¦cnica. Por eso, los dos caminos l¨®gicos son la estadidad o la independencia, lo ¨²nico que garantizar¨ªa que no estuvieran ocurriendo estas cosas.
P. Es an¨®malo tambi¨¦n que usted tenga voz, pero no voto en la C¨¢mara de Representantes.
R. No soy la ¨²nica. El Congreso tiene seis delegados as¨ª: Guam, Islas Marianas, Islas V¨ªrgenes Brit¨¢nicas, Samoa americana y el distrito de Columbia. Tenemos representaci¨®n, pero no voto. Eso nos pas¨® con Espa?a hasta las Cortes de C¨¢diz. Por eso tenemos que resolver nuestro estatus final, para aprovechar todo nuestro potencial con todos los recursos y oportunidades que supone la ciudadan¨ªa americana. Estados Unidos se compone de inmigrantes y hemos contribuido a su desarrollo.
P. Hay m¨¢s puertorrique?os viviendo fuera que en la isla. ?Corre el peligro de vaciarse?
R. Hay cinco millones en el continente y 3,2 en la isla. Ha habido una emigraci¨®n masiva en los pasados 10 a?os, casi el 90% a Estados Unidos. Despu¨¦s del hurac¨¢n, 97.000 personas tambi¨¦n emigraron a EE UU, principalmente por la fuga de talentos, otras para tener condiciones de salud y calidad de vida. En esa emigraci¨®n masiva, hay muchos puertorrique?os preparados, muchos profesionales. Con la inversi¨®n millonaria en infraestructuras queremos crear oportunidades para que regresen. Por eso, soy estadista. Quiero las mismas oportunidades que alguien que vive en Texas, pero en mi tierra.
P. ?C¨®mo ve Puerto Rico dentro de 10 a?os?
R. De pie y siendo un Estado, el Estado 51.
P. No hay fecha prevista para esa uni¨®n, aunque en el proyecto de ley que usted promovi¨®, se habla de 2021. Pero no va a ser f¨¢cil antes de esa fecha...
R. Puede ser antes. Nada es f¨¢cil, pero exigimos nuestro derecho democr¨¢tico a votar al presidente y tener representaci¨®n proporcional con voz y voto. Ahora mismo represento a la mayor proporci¨®n de ciudadanos americanos, 3,2 millones, m¨¢s que cualquier congresista que tiene 750.000 u 800.000. El lunes pasado el presidente dijo en un acto que iba a estar con Puerto Rico todo el camino y eso es importante. El modelo que hoy tiene Puerto Rico se qued¨® sin gasolina para el siglo XXI.
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