El Papa expulsa del sacerdocio al cura chileno Fernando Karadima, condenado por abusos sexuales
El Vaticano se?ala que la decisi¨®n ha sido tomada "por el bien de la Iglesia"
El influyente sacerdote Fernando Karadima estaba en el origen de todo. El religioso ya hab¨ªa sido condenado por la justicia can¨®nica en 2011 por repetidos abusos a menores, pero hombres de la extrema confianza del Papa, como el Obispo Juan Barros, le encubrieron durante a?os. Durante a?os, fue el ejemplo m¨¢s claro de c¨®mo la Iglesia prefer¨ªa mirar hacia otro lado y encubrir su podredumbre a tomar medidas reales m¨¢s all¨¢ de los grandilocuentes anuncios de tolerenacia cero. Hoy se cierra un penoso c¨ªrculo de esc¨¢ndalos que explot¨® definitivamente con la visita del Pont¨ªfice a Chile y que ha provocado la dimisi¨®n de toda la c¨²pula eclesial de ese pa¨ªs y la expulsi¨®n del sacerdocio del propio Karadima, conocida esta misma tarde. ¡°El Santo Padre ha tomado esta decisi¨®n excepcional en conciencia y por el bien de la Iglesia¡±, precisa la Santa Sede. Karadima es otro cortafuegos de un incendio monumental que, por fortuna, amenaza con llevarse por delante arraigadas costumbres de la Iglesia en el tratamiento de estos casos.
La Iglesia cat¨®lica atraviesa una de las mayores crisis de credibilidad moral desencadenada por una interminable lista de abusos a menores en todo el mundo y el encubrimiento sistem¨¢tico de su jerarqu¨ªa. Chile, Australia, M¨¦xico, Irlanda, Boston o Alemania conforman un vasto mapa de monstruosidades que, poco a poco, han ido salpicando a los ¨²ltimos pontificados poniendo incluso en cuesti¨®n la credibilidad del Vaticano sobre el conocimiento que acredit¨® tener de ellos. Francisco, acorralado por los ¨²ltimos esc¨¢ndalos, devolvi¨® vigor a la lucha contra los abusos despu¨¦s de su viaje a Chile, donde parad¨®jicamente comenz¨® poniendo en duda la veracidad de las acusaciones de las v¨ªctimas de Karadima. Calific¨® las denuncias a Barros como calumnias y pidi¨® que se le entregaran pruebas. ?l mismo se dio cuenta del error que hab¨ªa cometido y encarg¨® una hist¨®rica investigaci¨®n que ahora llega hasta el origen de aquel caso.
El portavoz de la Santa Sede ha explicado hoy la decisi¨®n. ¡°Hay dos claves para entender este decreto: la primera, que el Papa lo hace en conciencia. La segunda clave, la motivaci¨®n: por el bien de la Iglesia. La dimisi¨®n del estado clerical de Fernando Karadima es un paso m¨¢s en la l¨ªnea f¨¦rrea del Papa Francisco ante los abusos. Est¨¢bamos ante un caso muy serio de podredumbre y hab¨ªa que arrancarlo de ra¨ªz. Se trata de una medida excepcional, sin duda, pero los delitos graves de Karadima han hecho un da?o excepcional en Chile¡±.
La medida, sin embargo, sienta un precedente muy claro que deber¨¢ servir para las futuras condenas. En mayo el pont¨ªfice mand¨® llamar a 34 obispos chilenos al Vaticano y estos presentaron sus renuncias en bloque tras reconocer que hab¨ªan cometido "graves errores y omisiones". El Vaticano ya ha aceptado las renuncias de siete sacerdotes, pero hasta ahora solo hab¨ªa expulsado por su implicaci¨®n en abusos sexuales a Cristi¨¢n Precht, un cura simb¨®lico de la lucha contra la dictadura de Pinochet. Precht fue estuvo entre 1976 y 1979 en la Vicar¨ªa de la Solidaridad, que se enfrent¨® a los militares y los paralizados tribunales de Justicia y funcion¨® como aparato de contrainteligencia ante el r¨¦gimen.
Las v¨ªctimas de Karadima y Barros, a quienes el Papa invit¨® pasar unos d¨ªas en su residencia de Santa Marta en el Vaticano, celebraron ayer la decisi¨®n. Juan Carlos Cruz, uno de los m¨¢s combativos, reaccion¨® en Twitter: ¡°El ped¨®filo Karadima expulsado del sacerdocio. Nunca pens¨¦ que ver¨ªa este d¨ªa. Un hombre que le arruin¨® la vida a tantas personas. Agradezco que el Papa Francisco haya tomado esta determinaci¨®n al fin. Espero que muchos sobrevivientes sientan un ligero alivio hoy¡±. Sin embargo, tambi¨¦n arremeti¨® contra los cardenales Ezzati y Err¨¢zuriz, a quienes acusa de encubrir los cr¨ªmenes y han estado estos a?os muy cerca del Papa.
Una decisi¨®n esperada por a?os
La decisi¨®n del Papa de expulsar del sacerdocio a Karadima era esperada por a?os en Chile, un pa¨ªs donde Francisco lleva adelante una hist¨®rica limpieza y donde la Fiscal¨ªa destapa d¨ªa a d¨ªa nuevas causas de delitos sexuales cometidos por religiosos en todo el pa¨ªs: ocho obispos y 221 sacerdotes son investigados y las causas abiertas llegan a 126, aunque aumentan cada d¨ªa. En Chile no se comprend¨ªan las razones para mantener a Karadima dentro de la instituci¨®n, aunque su salida parec¨ªa inminente luego de que el Papa, hace dos semanas, decidiera aplicar el mayor castigo posible, el de la expulsi¨®n, contra el sacerdote Cristi¨¢n Precht, un ¨ªcono de la lucha contra la dictadura acusado de ¡°conductas abusivas con menores y mayores de edad¡±.
Hace siete a?os, Karadima hab¨ªa sido condenado por la Iglesia por abusos sexuales contra menores, pero logr¨® evadir a la Justicia penal amparado en la prescripci¨®n de sus delitos. Era un abusador de ni?os y de j¨®venes y, en paralelo, s¨ªmbolo del clasismo, del apego de una parte de la Iglesia al poder econ¨®mico y social, de la derecha doctrinaria que defendi¨® el r¨¦gimen militar de Pinochet. Desde la parroquia El Bosque, en una buena zona de Santiago de Chile, form¨® una especie de secta a su alrededor. Fue un cura influyente que arm¨® un imperio financiero y un formador de obispos. De los siete que desde mayo han dejado sus cargos luego de que el Papa les aceptara la renuncia, cuatro han salido por su cercan¨ªa con Karadima y por parecer insostenible que no hayan encubierto sus delitos.
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